Pensando en el próximo Referéndum del 27 de Marzo próximo, y a la vista de la última Encuesta de Opinión hecha pública, caben varias reflexiones.
Los Indiferentes, No Informados, Indecisos, o No Sabe No Contesta, o como se los desee llamar para la consulta, en esta oportunidad son más o menos un 26 % de la población habilitados a votar.
Ese espectro de la población es en definitiva a donde apuntan las campañas de los promotores de una y otra opción. Lo mismo sucede en todas las campañas políticas, donde percibimos una doble finalidad, mantener a los convencidos y captar a los indecisos, pero siempre son éstos los que en definitiva inclinan la balanza, y por lo general deciden su voto la última semana previa, y muchos el mismo día de la votación.
También están los indiferentes funcionales, o votantes convencidos, o sea, los votantes duros de los partidos políticos. Muchos de ellos tampoco tienen idea de lo que se vota, y sólo se remiten a preguntar a ciertos lideres o referentes ¿qué tengo, o a quién tengo que votar?
Y esto lo saben bien los actores políticos, sindicales y referentes sociales, y operan en función de ello en sus campañas.
Pero me resultó interesante leer lo que opina uno de los Popes, o Gran Pensador e Inspirador de las Izquierdas mundiales, donde Uruguay no es la excepción, Antonio Gramsci (Teórico Comunista Italiano) en un texto del 11 de febrero de 1917 que lleva por título “Odio a los Indiferentes.”
“Creo que vivir es tomar partido. Quien verdaderamente vive no puede dejar de ser ciudadano ni de tomar posición. La indiferencia es abulia, es parasitismo, es cobardía, no es vida. Por eso, odio a los indiferentes. La indiferencia es el peso muerto de la historia. Es la bola de plomo para el innovador y la materia inerte en la cual frecuentemente se ahogan los entusiasmos más esplendorosos. La indiferencia actúa poderosamente en la historia. Actúa pasivamente, pero actúa. Es la materia bruta que se rebela contra la inteligencia y la sofoca. Lo que ocurre, el mal que se abate sobre todos, no se debe tanto a la iniciativa de los pocos que actúan, como a la indiferencia de muchos. Lo que ocurre no ocurre tanto porque algunos lo quieran, sino porque la masa de los hombres abdica de su voluntad, deja de hacer, deja promulgar leyes que después solo la revuelta hará anular, deja subir al poder hombres que después sólo una sublevación podrá derrumbar.”
Los Indiferentes son una masa muy grande en la sociedad, lo son por diversos motivos y en diferentes ámbitos, pero muchas cosas de las que nos quejamos, manifestamos o no estamos de acuerdo es por ellos, y por no involucrarse en los temas importantes del país. Después no hay derecho a lamentarse, o al pataleo.