Por: Roque Gallego.
En política la discrepancia y el conflicto son consustanciales porque en democracia los parlamentos y la vida interna de los partidos políticos son el espacio donde la política se enfrenta al conflicto. Procesarlo de manera adecuada fortalece las instituciones y mejora la calidad democrática. Sin embargo con la aparición de Internet y las redes sociales ha surgido un protagonista perturbador, no solo del relacionamiento político sino también del social, los mensajes de odio, que por la facilidad con que pueden propagarse ese tipo de contenidos a través de múltiples plataformas hace que sea el invitado no deseado para una convivencia civilizada.
La aparición pública de una carta a ser presentada al Señor Presidente de la República solicitando la liberación de los presos de Domingo Arena, siendo una de sus redactores la Sra. Mercedes Vigil, bastó para desencadenar una andanada de mensajes de odio que como tales son la forma de comunicación más simple, y que menor idea requiere. Hay patrones generales en estos discursos que establecen la primacía de la emoción sobre la razón, la adhesión sobre la deliberación. El resultado de todo ello es un viraje antropológico, a partir del cual el conflicto está desprovisto de reglas y se sustituye el derecho, como instrumento moderador y limitador de los conflictos, por la respuesta violenta, que a su vez, engendra otra respuesta violenta en una espiral en que una legitima la otra. Un elemento imprescindible debe ser el Enemigo. El concepto de enemigo es la llave maestra. La que abre todas las puertas. La de la ira, la de la venganza, la de la aniquilación. Gracias al adoctrinamiento propagandístico el aumento y la potenciación del odio a través de la figura del enemigo común, se logra una reelaboración reactiva del “nosotros” frente al “ellos” dando la sensación de unidad.
La carga emocional del término enemigo abre la posibilidad a considerar la muerte del otro, o como en el caso que consideraré, mantenerlo preso de por vida, vida que para el mensajero no tiene valor.
En el caso de la carta a presentar al Presidente Lacalle Pou, los mensajes de odio apuntaron como enemigo circunstancial a la Sra. Mercedes Vigil y como enemigo común a los militares, así, al barrer. Como consecuencia la Sra. Mercedes Vigil ha sufrido el acoso, infame y anónimo a través de las redes, con un sin fin de insultos pero si para muestra basta un botón, una librería hizo público el retiro de la venta de los libros de la autoría de la escritora de fama nacional e internacionalmente reconocida por el solo hecho de defender los dichos de una carta, que tiene por finalidad poner punto final a un tema sobre el cual el pueblo uruguayo se expresó libremente a través de dos plebiscitos en busca de la reconciliación nacional. El hecho anterior nos hace recordar las censuras en tiempos de medidas prontas de seguridad, de dictadura o la quema de libros por el régimen nazi durante la GMII, solo que hoy aquí en nuestra patria se vive en democracia.
Pero no queda solo en esto, los vientos sembrados recogieron otras tempestades, la hija de uno de los detenidos, embarazada ella, al ir a visitar a su padre, detenido en Domingo Arenas, a bordo de un vehículo de UBER, al ir escuchando en su celular una entrevista que le realizaban a la Sra. Mercedes Vigil fue increpada soezmente durante todo el trayecto por el conductor, de tal forma que asustada descendió del vehículo antes de llegar a destino, fue realizada denuncia a la empresa sin, hasta el momento, recibir satisfacción.
Gente así, como el librero o el conductor de UBER, son ejemplos de lo que se refiere el escrito, que junto a otros ciudadanos, presentará la Sra. Mercedes Vigil al Presidente de la República; todos estamos prisioneros en Domingo Arena, unos por la angustia de sentir que viejos soldados cumpliendo con su deber son víctimas de una justicia hemipléjica, guste o no guste, y con ello la democracia de nuestra patria es solo nominal. Otros, como aquellos señores, también son presos del odio que promueven, odio alentado por quince años de gobierno que abonó el terreno para llegar a esta situación.
“El odio ha causado muchos problemas en el mundo, pero no ha ayudado a solucionar ninguno”. Maya Angelou.
Excelente artículo del Cnel. Gallego. La reconciliación nacional no se podrá alcanzar mientras persista el odio.
Más claro imposible.