¡NICOLÁS MADURO ES UN TIRANO NEFASTO! Por Joise Manuel Morillo

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El régimen de Nicolás Maduro se opone al espíritu de la revolución.

Como impronta de este trabajo se deben aludir varios conceptos importantes, empezaremos con:

Ley: (en latín: lex, legis) es una norma jurídica dictada por el legislador, es decir, un precepto establecido por la autoridad competente, en que se manda, determina o prohíbe algo en consonancia con la justicia, cuyo incumplimiento conlleva a una sanción, usualmente una pena.

Revolución: Aristóteles insinúa en Política que: revolución es devolver a la ciudadanía mediante factores agresivos entre ellos la protesta y la lucha, de lo que se ha privado con motivo de desigualdades sociales políticas y económicas. Entre las privaciones están: de la solidaridad, de autonomía, del derecho a la propiedad, del derecho a expresar sus pensamientos, de libertad. Por ende, de ser felices.

Para Aristóteles, las revoluciones pueden hacerse con dos objetivos: 1) Cuando un ente con sesgo político, individual o colectivo pretende reemplazar la constitución vigente cambiando la forma de gobierno 2) Cuando el ente político pretende tomar el poder para gobernar. El sabio determina que la desigualdad es siempre la causa de todas las revoluciones y la peor de las desigualdades es un reinado perpetuo -por un mismo individuo- por iguales. Esto último comulga con el pensamiento de Bolívar quien afirma:

“Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerlo y él se acostumbra a mandarlo, es ahí donde se origina la usurpación y la tiranía”.

Tirano:  (Grecia antigua) Gobernante totalitario, puede ser próspero o Nefasto para el pueblo, Déspota.

Déspota: (Griego) Hombre que ejercía mando supremo en algunos pueblos antiguos. Que gobierna sin sujeción a ley alguna, tirano, dictador, cacique, autócrata. Igualmente (subjetivo): Gerente que trata con dureza a sus subordinados y abusa de su poder o autoridad.

Nepotismo: El nepotismo y enchufismo es el uso de un cargo, ya sea en el sector público o en la empresa privada, para nombrar a familiares, amigos, adlateres y sátrapas o acólitos para determinados empleos, cargos políticos, ministerios etc., o darles otros favores, sin importar el mérito para ocupar la funcion, sino su lealtad o alianza.

Ante esto se tiene que:

“El mejor gobierno es aquel que le suma el mayor grado de felicidad a su pueblo” (Bolívar)

Y,

“Un buen gobierno mantiene a su pueblo con un mayor número de gente de clase media; pues, el indigente es vil y el rico es insolente” (Pitágoras)

Sin embargo, mientras no haya un sistema de Gobierno justo donde se respete un factor importante para aplicar la imparcialidad de la justicia y las leyes; que es la separación de los poderes, como sucede en Venezuela, la ley se torna una cáscara vacía; con cuerpo, pero sin espíritu, donde la corrupción emerge dando evidencia de lo que plantea Cayo Cornelio Tácito, cito:

“Cuánto más corrupto es el Estado, más numerosas son las leyes”.

Esta última máxima la analiza Concepción Campos Acuña (España,1973, Doctora en Derecho, Máster en Derecho de las Administraciones e Instituciones Públicas por la Universidad de Santiago de Compostela) citando a dos autores que analizan la obra de Hobbes “El Leviatán” donde se señalan las estrategias de este monstruo marino en que se convierten los tiranos -Maduro es un ejemplo actual- y con qué fin lo hacen. Los autores son Víctor Lapuente (España, Huesca, 1976 doctor en ciencias políticas por la Universidad de Oxford) y Carl Dahlstron (Göteborg, Suecia, 1972, Doctor en Filosofía. Doctorado en Ciencias Políticas, Universidad de Gotemburgo, septiembre de 2004. Licenciatura en Ciencias Políticas, Universidad de Gotemburgo, junio de 1997). La obra es “Organizando el Leviatán.

Los autores dicen que: por una razón, la forma como se concibe la constitución de las leyes en tiranías es perjudiciales, y explican, cito:

“Porque la existencia de un sistema legal complejo, imbricado de requisitos infinitos y de difícil comprensión abona un terreno de juego que favorece el incumplimiento de las normas, la búsqueda de atajos, y la aparición de grietas por las que se cuelan las interpretaciones que facilitan la corrupción ( …)  Porque las leyes no hacen milagros.”

Después de este señalamiento se debe tener en cuenta que el espíritu filantrópico del ser humano ha prevalecido en la mayoría de su constitución demográfica,  dando como resultado la búsqueda y análisis continuo de ejercer una praxis idónea en función de dar a los pueblos la mejor forma de obtener justicia. No para un sector privilegiado -que existe mediante razones poderosas- sino para el pueblo en general, sin distinción de clases ni estatus económicos.

Contra esto Nicolás Maduro viola los artículos 57 y 67 y 68, que rezan:

“Toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier otra forma de expresión y de hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y difusión, sin que pueda establecerse censura. (…) Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de asociarse con fines políticos, mediante métodos democráticos de organización, funcionamiento y dirección. Sus organismos de dirección y sus candidatos o candidatas a cargos de elección popular serán seleccionados en elecciones internas con la participación de sus integrantes. No se permitirá el financiamiento de las asociaciones con fines políticos con fondos provenientes del Estado. La ley regulará lo concerniente al financiamiento y a las contribuciones privadas de las organizaciones con fines políticos, y los mecanismos de control que aseguren la pulcritud en el origen y manejo de las mismas. Así mismo regulará las campañas políticas y electorales, su duración y límites de gastos propendiendo a su democratización. Los ciudadanos y ciudadanas, por iniciativa propia, y las asociaciones con fines políticos, tienen derecho a concurrir a los procesos electorales postulando candidatos o candidatas. El financiamiento de la propaganda política y de las campañas electorales será regulado por la ley. Las direcciones de las asociaciones con fines políticos no podrán contratar con entidades del sector público. (…) Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a manifestar, pacíficamente y sin armas, sin otros requisitos que los que establezca la ley. Se prohíbe el uso de armas de fuego y sustancias tóxicas en el control de manifestaciones pacíficas. La ley regulará la actuación de los cuerpos policiales y de seguridad en el control del orden público.”

Respectivamente.

Nicolás Maduro, mediante el régimen Chavista cuyo alter ego es el castro comunismo -Narcisismo tiránico- ha violado: irónica, ignorante, consecutivamente y mediante la tergiversación, desde su ascenso espurio al gobierno, todo lo establecido en la constitución venezolana de 1999. Igualmente ha hecho caso omiso o desacatado -también con ironía y negligencia- lo establecido en los artículos del 1 al 6 de “La Declaración de los derechos del hombre y el del ciudadano de 1789,” inspirada en la declaración del espíritu filosófico del siglo XVIII, que marca el fin del Antiguo Régimen monárquico y el principio de una nueva era que aboga por la supresión de los derechos votados por la Asamblea nacional constituyente formada tras la reunión de los Estados Generales durante la Revolución Francesa.

Los cuales rezan:

Artículo primero.- Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en

derechos. Las distinciones sociales sólo pueden fundarse en la utilidad

común.

Artículo 2.- La finalidad de toda asociación política es la conservación de

los derechos naturales e imprescriptibles del hombre. Tales derechos son la

libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión.

Artículo 3.- El principio de toda soberanía reside esencialmente en la

Nación. Ningún cuerpo, ningún individuo, pueden ejercer una autoridad que

no emane expresamente de ella.

Artículo 4.- La libertad consiste en poder hacer todo aquello que no perjudique a otro: por eso, el ejercicio de los derechos naturales de cada hombre no tiene otros límites que los que garantizan a los demás miembros de la sociedad el goce de estos mismos derechos. Tales límites sólo pueden ser determinados por la ley.

Artículo 5.- La ley sólo tiene derecho a prohibir los actos perjudiciales para

la sociedad. Nada que no esté prohibido por la ley puede ser impedido, y nadie puede ser constreñido a hacer algo gue ésta no ordene.

Artículo 6.- La ley es la expresión de la voluntad general. Todos los ciudadanos tienen derecho a contribuir a su elaboración, personalmente o por medio de sus representantes. Debe ser la misma para todos, ya sea que proteja o que sancione. Como todos los ciudadanos son iguales ante ella, todos son igualmente admisibles en toda dignidad, cargo o empleo públicos, según sus capacidades y sin otra distinción que la de sus virtudes y sus talentos.

De igual forma la omisión e incumplimiento de normas persisten ante el acuerdo internacional desarrollado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 217 A (III), el 10 de diciembre de 1948 en París, que en unos de sus postulados en función de los derechos humanos reza en el numeral 2 del artículo 21 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos lo siguiente:

«Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de equidad, a las funciones públicas de su país». Por lo que el nepotismo violenta el derecho humano de acceso a funciones públicas de todos aquellos que se ven privados de oportunidades para competir justamente por un cargo público.”

Considerando todo lo anterior y ante los sucesos acaecidos en desde el  28/07/2024 en Venezuela con motivo de los resultados electorales tenemos  como conclusión las siguientes afirmaciones:

Hannah Arendt (1906-1975, filósofa y teórica política alemana) conocida por sus profundos análisis sobre el poder, la política y la naturaleza humana. Refleja su creencia en la importancia de la soberanía popular y la capacidad del pueblo para decidir su propio destino, en lugar de ser sometido por la fuerza. Decía, cito parafraseando:

“El poder no radica en el uso de las armas para someter a los pueblos, el poder está en la decisión del pueblo (En La Soberanía)”

Nicolás Maduro es un Tirano Nefasto apoyado por un nepotismo genocida.El Chavismo de Maduro y sus acólitos y sátrapas se proclama bolivariano y, ¡qué curioso! En sus discursos nunca se ha oído pronunciar la palabra libertad e innumerablemente la palabra odio. Mientras, Simon Bolivar, solamente en el congreso de Angostura la pronuncia 54 veces, la palabra odioso y no odio una vez.

Joise Morillo

[email protected] 

Venezuela

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