Los fusibles están compuestos por un filamento metálico de bajo punto de fusión, que se encuentra dentro de un cuerpo aislante. Su funcionamiento se basa en fundirse cuando la corriente eléctrica supera un valor determinado, interrumpiendo el flujo de corriente y salvaguardando los componentes del circuito. En otras palabras, la función principal de un fusible es proteger los circuitos eléctricos de sobrecargas y cortocircuitos, evitando que se sobrecalienten o se produzcan incendios.
La izquierda vernácula tiene múltiples cortocircuitos, de arranque es evidente que se encuentra en un laberinto de incoherencias dentro de sus filas, con dos candidatos que no tienen química entre ellos ni con la gente. Porque seamos honestos, Orsi no tiene el nivel intelectual de Tabaré Vázquez, ni un gramo de la simpatía que goza José Mujica. No logra seducir a los propios, Fernando Pereira es el presidente de la fuerza política, pero accede luego del fallido referéndum contra 135 artículos de la LUC. Bergara se dice Seregnista, pero no duda en abrazarse a aquellos que otrora apuñalaron políticamente a Seregni al negarle encabezar las listas al Senado en 2004. Ver: https://www.lr21.com.uy/politica/141124-seregni-primero-en-las-listas-el-mpp-dijo-no
Volviendo a la actualidad y en referencia a la Reforma de la seguridad social, en las internas aplicaron la táctica psicológica de «policía bueno, policía malo» con Cosse y Orsi. La primera firmó la papeleta en diciembre del 2023, pero decidió no acompañar la iniciativa en la campaña presidencial, por su parte Orsi no firmó ni votó la iniciativa, sino que además convocó a sus filas el economista Gabriel Oddone, uno de los 111 economistas que advirtieron de la debacle que provocaría el Plebiscito. A eso hay que sumarle la “libertad de acción” decretada por el FA en el apoyo a dicho mecanismo de democracia directa.
Básicamente, el FA hizo uso de la maquinaria militante del PIT-CNT y cuando vieron el monstruo que ellos ayudaron a crear, decidieron “taparlo con diario”.
El resultado negativo del plebiscito, con apenas un 38.26% de apoyos, es un latigazo que busca su origen, y al ser la derrota una criatura indeseable, nadie asume su paternidad. A la mañana siguiente a la apabullante derrota, la exsenadora y dirigente del MPP, Lucía Topolansky, analizó la jornada electoral, diciendo que la campaña por la reforma desvió energías de la militancia: “El plebiscito hizo que se ponga mucha energía militante en el lugar equivocado. Algunos sectores priorizaron eso por sobre la elección nacional, cuando era evidente que la obtención del gobierno era lo más importante”.
La respuesta no se hizo esperar y Federico Kreimerman, dirigente de FFOSE, uno de los impulsores de la consulta, decidió responder en un post en X (ex Twitter) con expresiones del calibre:
“No solo boicotearon la propuesta de los trabajadores, sino que ahora también le echan la culpa”. “Esto es el MPP: una máquina electoral donde todo vale con tal de llegar a cargos”. En el mismo post lanzó la frase lapidaria “No salió el plebiscito. Lo atacó la derecha que ya sabemos que es de derecha y antipueblo. Pero las responsabilidades a buscarlas en los traidores que lo bombardearon, en especial la dirigencia del MPP y Orsi, que ahora le van a llorar el voto a la gente, saben a dónde se pueden ir…”
Solo ese botón deja a las claras que estamos ante el peor FA de la historia, y no solo por sus posiciones extremistas, sino por sus incoherencias, su notable falta de intelecto, absoluta incapacidad de generar propuestas y la desesperada búsqueda de “figuras” en otras filas partidarias. Sobre este punto final es necesario hacer hincapié en las incorporaciones de Víctor Björgan del PN y Zaida González Legnani del PC. Ambos presentados con toda la pompa posible, pero que no pasaron de meras novelerías ya que electoralmente son inocuos.
Estamos ante una izquierda que no seduce, que no tiene la magia del progresismo, que tiene como caras visibles a un hombre amordazado para que no pueda demostrar su galopante ignorancia, y una mujer que deja como legado a “LaMontevideo” dos bicisendas, un sinfín de pintura verde distribuida uniformemente por todos lados y sin una vereda sana en toda la ciudad. Ni siquiera en la Avenida 18 de julio, la principal avenida del país, lo que sí hay es una bicisenda a contrapelo de cualquier criterio estético o de gestión eficiente de la movilidad urbana. Esto es algo que debería preocupar a TODOS los uruguayos, no solo a los montevideanos.
Con este escenario es evidente que la izquierda acumula el voltaje con cada error, y no hay fusibles para salvaguardarlos del cortocircuito que más temprano que tarde va a suceder.
Este 24 de noviembre no es una “segunda vuelta”, es la elección entre dos modelos antagónicos. Uno que demuestra desde sus cuatro lados una absoluta improvisación, mediocridad y falta de todo criterio. O el modelo que logró sortear, con aciertos y errores, la peor pandemia de este siglo y lleva adelante las reformas necesarias para el Uruguay que nos merecemos y se merecen nuestros hijos.
Excelente como siempre!!!