Tanto el comunismo como los tupamaros nos quieren hacer sentir culpables a todos los que no somos funcionales y sumisos a su ideología.
Su metodología pasa por la creación de una cultura del odio a lo distinto, a lo que es independiente a lo que han establecido como políticamente correcto, creando FRASES Y PENSAMIENTOS que apelan a la sensibilidad humana, pero escondiendo el verdadero sentido.
El TERRORISMO es un monstruo de cien cabezas y mil NOMBRES, es una mentira condenar a una de ellas y no al monstruo.
Pero quién enfrente a la consigna del terrorismo de estado, será acusado de facho y torturador como mínimo, pese a que se condene toda forma de TERRORISMO.
Así parece ser que el terrorismo de HAMÁS no debe ser condenado, todo porque la MADRE RUSIA así lo quiere.
Mientras condenan a ISRAEL en su ataque a GAZA, guardan el mayor silencio ante la masacre de civiles en UCRANIA por la amada RUSIA.
CONDENEMOS TODAS LAS GUERRAS Y EL TERRORISMO EN TODAS SUS FORMAS.
La izquierda ha creado una enorme estructura de inquisición ideológica, formando colectivos contaminados con el odio, esa fuerza que los transforma en agresividad dirigida a cualquiera que no apruebe sus planteos, reclamando su libertad de expresión pero censurando ferozmente a cualquiera que opine diferente.
Su clave principal es el hacer sentirse, a los militantes de izquierda, que tienen poder, el que nace de marcar a su víctima con el dedo, ver sucumbir al que piensa distinto ante las acusaciones más terribles, sin juicio ni proceso, marcar el estigma del culpable con la facilidad de otras épocas, dónde acusar de brujería era condenar a la hoguera a la víctima propicia.
TERMINEMOS CON ESTA CULTURA NACIDA DEL COMISARIO POLÍTICO DE LA RUSIA DE STALIN, DÓNDE EL TERROR ERA LA HERRAMIENTA DEL PODER.
ES NUESTRA BATALLA CULTURAL Y NO RENUNCIAMOS, VIVA LA LIBERTAD
Roberto Alfonso Azcona
