El votante piensa que el político no sabe nada.Y el político piensa que quien no sabe nada es el votante.
Esto ha llevado a un «no creer en los políticos».
Y es tal vez es debido a la falta de validez de las respuestas que recibe el ciudadano de a pie.
¡Si es que recibe respuestas en este ámbito de desinformación que predomina!
En las campañas electorales, los programas de gobierno son apenas algo más que un enunciado de buenas intenciones.
O un conjunto de respuestas viejas a los nuevos problemas.
O peor aún, proponer soluciones a problemas que nunca existieron, porque fueron inventados por el «progresismo de la posverdad», bolsa en la que a esta altura del siglo XXI están metidos tanto la «izquierda» como la «derecha».
Todos los discursos políticos, de los partidos y de los sindicatos, están rodeados, al decir de Hannah Arendt,» por una suerte de contorno verbal borroso».
Eso obliga al ciudadano común a un doble trabajo: escuchar al político (tarea que lo impacienta) y luego descifrar lo que escucha (tarea que lo tiene harto).
Y ahora se produce el desbande de figuras políticas, tirándose de cabeza en el revuelto mar de la
«campaña preelectoral».
Y se suman nuevas promesas a las promesas ya hechas.
Y adquiere importancia crucial la figura ciudadana llamada «indeciso» y sobre él caerá el esfuerzo de captar su voto.
Pero el «indeciso»ya no se lo toma tan a la tremenda. En otras épocas (dos o tres elecciones para atrás) votó por «un cambio», pero se quedó con las ganas.
Tal vez en los próximos comicios se limite a votar a quien le resulte «el menos malo».
…No solamente votara al » menos malo» sino que lo hara a quien no lo saque de » su zona de confort» y vaya que las hay!
En estas epocas donde » Me exhibo…y luego existo», la urna representa una suerte de Caja de Pandora….que dista mucho de estadisticas y encuestas alejadas de la realidad.
Y no tomemos como ejemplo a nuestros vecinos …su capacidad de «crear» nuevos modelos y personajes es increible.
Que Pais …Argentina!