Constituyen una realidad presente en el mundo entero. La democracia en la era digital ha servido para aumentar algunos niveles de participación. El ciudadano tiene un espacio más para opinar, para cuestionar o para embanderarse con las tribus que piensan como él y lejos de poner en cuestionamiento sus propias ideas, se abroquela al lado de los que piensan igual a él. Y esa dimensión puede muchas veces escapar del marco de los partidos políticos tradicionales. Estos partidos están más atados a su historia a su cultura y a sus más pesadas estructuras. A veces acostumbrados a procesar sus planteos de manera vertical en una ida y vuelta, pero sin olvidar nunca que son un representante de la gente que es el dirigente político o el legislador. Este quiere tener controlada a su masa de votantes y es a él a quien se le ocurre las ideas (aunque la idea haya venido del “abajo”) y las quiere llevar a la práctica y cuando se lo cuestiona por inoperancia o por acomodarse al sistema no tiene respuestas eficaces para integrar a todas esas personas que empiezan a cuestionarse si seguir o no perteneciendo a ese partido. Hoy por hoy, la gente quiere todo ya y ahora. Y si se puede por la vía rápida. Y muchos también pretenden las sustitución o eliminación de los rivales. Y si tu representante no lo logra en un plazo prudencial hay que cambiar de partido porque ya existe uno que nos ofrece eso. Y como lo ofrece ya le creemos que lo va a lograr. Y este –generalmente- puede ser un antisistema…Lo Raro es que es anti sistema, pero se quiere meter en el sistema para cambiarlo todo. O al menos eso es lo que promete. En fin…sobran ejemplos. Y cabe preguntarse si ¿es tan profundo e idealista el propósito de cambio de esos agentes o ya saben de antemano que cuando ingresen al sistema formalmente se convertirán en poco tiempo en uno más? Eso sí…uno más con buenos sueldos que pagamos todos y las prebendas de un representante del pueblo. Repito. Ejemplos…sobran.
¿Qué necesita un partido nuevo para sobrevivir? Porque también sobran ejemplos de experiencias fallidas y es bueno entender ¿por qué fracasaron? Y lo primero es aseverar que ese nuevo partido necesita abrochar factores de cohesión interna y cohesión externa.
La cohesión interna se logra básicamente con 3 elementos. A) Un enemigo en común claramente identificado. Por ej: El comunismo. O la oligarquía, O el peso del Estado. Y a ese fantasma se lo agita permanentemente. Esto une. El enemigo en común es nuestro factor de unión permanente. B) lo otro recomendable para la cohesión interna es tener un líder ampliamente incuestionado. Alguien que además articule entre todos los sectores. Y que sea visualizado como un líder que resuelve disputas y todos reconocen que él tendrá en cualquier caso la última palabra. Y C) procedimientos o normas internas de solución de las disputas y conflictos. Y eso se logra con organismos y procedimientos que funcionen eficazmente. Un congreso interno, una mesa política, un tribunal de disciplina etc.
Una vez logrado esto y con estos 3 elementos asegurados hay que trabajar en la Cohesión, pero – ahora- externa. O sea…como nos mostramos o representamos al partido hacia afuera. Porque por más unidad que tengas en lo interno no es positivo andar mostrando visiones contradictorias hacia afuera.
Un partido nuevo …sea cual sea tiene que lograr todo esto o muere pronto. Lo dramático es que en general y por los motivos ya expuestos, lo nuevo generalmente viene asociado a lo radical, a lo temático o a lo extremo. No aparecen partidos nuevos de centro. En general todo lo que aparece por allí es un “experto en cambiar el mundo por Knock out” O alguien que ve el mundo por el prisma de la tecnología, de la ecología o de la ideología de género, etc. Y todo lo analiza a través de su propia visión sesgada. El centro murió hace un tiempo. No paga. Ni para los que están dentro del sistema ni para los que quieren meterse adentro. El caso uruguayo de un gobierno de centro es casi la última rémora de un tiempo perdido. Vive y lucha gracias al carisma del Presidente, pero tiene amenazas y palos en la rueda por todos lados. Hasta cuestionamientos internos. Ser hábil y flexible hoy es visto como alguien flojo o frágil. Es cruel pero es así. Solo un Lacalle Pou puede sobrevivir a esto con éxito. Pero tal vez sea el último de su especie en esta era.
Lo novedoso y el discurso radical es lo creíble o lo que paga si te planteas hacer algo nuevo.
En el caso de los que suenan como novedad en breve en Uruguay dudo que esos proyectos tengan estos elementos de cohesión que son el mínimo requisito exigible para que un Partido tenga sostenibilidad en el tiempo. jrrpuppo
Serán dos polos sindicales enfrentados entonces. De ser así como dice Puppo.
Lamentablemente aca no surge ni surgira un Les Valesa, no lo digo por su ideologia(no la comparto) simplemente porque siendo trabajador marco su discrepancia con el regimen. Nuestros trabajadores en este sentido actuan por costumbre y la msyoria dice » y bueno paramos para no tener problemas».
Asi razonan y asi los manejan.