TAMBORES DE GUERRA. Por Arquímedes Cabrera 

Este mes de enero nos ha puesto en la antesala de una expansión bélica que ya está en curso en nuestro continente. La guerra fría. 

La difusión de comunicados de generales de los más altos cargos estratégicos de los EEUU, son el presagio claro de los tambores de guerra en el horizonte de la humanidad. Ofrenda a los dioses paganos del poder y al materialismo dialectico, de los que naturalmente Uruguay no estará exento. 

Los EEUU y sus aliados occidentales que detentan el orden mundial, ante el desafío a su liderazgo por parte de China, Rusia y sus aliados, están empeñados en una guerra cultural, comercial e incluso militar, programada por esos mismos ordenadores del mundo, que usan las ideologías únicamente para sus beneficios económicos y de dominación mundial.  

 Esta semana, nada menos que el general Michael Minihan, que dirige el Comando de Movilidad Aérea Estratégico ha advertido en una circular a sus subordinados que China podría estar en guerra contra su país en un plazo de dos años. 

También el general Michael “Erik” Kurilla, comandante del Comando Central de Estados Unidos, dijo refiriéndose a los ejercicios militares conjuntos que realizo la última semana de enero el Ejercito de los EEUU conjuntamente con Las Fuerzas de Defensa de Israel: ¨ Estamos demostrando cómo Estados Unidos podría aumentar efectivamente un gran número de fuerzas listas para la batalla en el Medio Oriente, incluso cuando Washington se enfoca en la invasión rusa de Ucrania y la intensificación de la competencia con China¨. 

“A medida que nuestros adversarios y competidores están evaluando al ejército estadounidense, sospecho que tomarán nota de nuestra capacidad para hacer esto porque, francamente, ningún otro ejército en la Tierra podría hacer esto¨, señaló. 

Si bien este tipo de declaraciones ¨no diplomáticas¨ ya han sido empleadas por autoridades rusas y europeas, en los EEUU, como en cualquier país serio, menos Uruguay, cuando habla un General en estos términos se le presta mucha atención. 

La operación, que se denominó “Juniper Oak”, uno de los ejercicios militares conjuntos con Israel más grandes de su historia, se ejecutó precisamente en momentos de la más reciente intensificación de tensiones con Irán por su programa nuclear. 

“Creo que es justo decir que el programa nuclear de Irán está más avanzado ahora que nunca. Su conocimiento y know-how ha aumentado”, dijo el General. “Así que el desafío ha aumentado “. 

Y concluyo en forma terminante “A Irán no se le permitirá obtener un arma nuclear, punto “. 

Y para que estas declaraciones no cayesen en saco roto, el fin de semana siguiente volaron instalaciones adonde Irán fabrica parte de ese armamento. 

Por su parte en Ucrania, que acusa a Irán de suministrar cientos de aviones no tripulados a Rusia para atacar objetivos civiles en ciudades ucranianas lejos del frente, un alto asesor del presidente Volodimir Zelenski vinculó el incidente directamente con la guerra allí. 

Esta actitud agresiva de EEUU y sus aliados de occidente son claros indicios de esa inminente expansión del conflicto armado y la reedición de una renovada guerra fría en nuestras latitudes. 

  Al igual que en el siglo pasado, los EEUU están demostrando que, ante la necesidad de recuperar el dominio mundial, están dispuestos a llevar adelante intervenciones que incluyan escenarios caóticos y demoliciones de estados como en el siglo pasado.  

Sin embargo, como ha sucedido en el siglo XX, sus competidores estratégicos, – antes eran la URRSS y sus países satélites y hoy son Rusia y China-, ya han ocupado su patio trasero en Latinoamérica, tal como también ocurrió con la infiltración comunista posterior a la 2da guerra mundial, de la cual Uruguay fue vanguardia soviética. 

La estrategia de Rusia de restablecer su hegemonía geopolítica en el espacio post soviético en el continente – Es decir los Estados que fueron dominados por la influencia soviética durante la guerra fría – ; así como el relevante dominio geopolítico de China en la región, en especial en el llamado «triángulo del litio», liderado por Bolivia, Chile y Argentina, que según el Servicio Geológico de Estados Unidos concentra el 55,9 % de los recursos mundiales, son claros indicadores de que la región será un relevante escenario de conflicto en esta guerra fría.  

Si además consideramos que ya tenemos al continente Sudamericano y el Caribe prácticamente pintados de rojo comunista, bajo el control de narcos gobiernos de izquierda del foro de San Pablo, que comparten en forma unánime su odio visceral hacia los EEUU, con su fundador Lula Da Silva paseando como si estuviese visitando comités de base, como lo hizo en Montevideo, no nos queda otra opción que avizorar la tormenta perfecta Sudamericana. 

Mientras tanto, en la cumbre de la CELAC, que este enero se reunió en Argentina y cuyo primer presidente en 2010 fue el tirano comunista Hugo Chávez, cofundador del Foro de San Pablo, los países afiliados a este club de narcoterroristas marxistas de toda laya, han lanzado fuertes ataques contra la presidente legítima del Perú, Dina Boluarte. 

La única voz disonante en ese antro fue la de nuestro Presidente de La República, proclamando nuestra vocación democrática y señalando la falta de respeto de esos gobiernos por sus instituciones.  

Similares declaraciones le vimos en la anterior cumbre, sin embargo, y para desazón de tantos compatriotas, no ha hecho mucho para que sus expresiones saliesen de simples exclamaciones dialécticas para la tribuna. 

En estos tres años de gobierno no apreciamos que tomara acción para restituir el estado de derecho conculcado a tantos Veteranos militares y policías, que en la anterior guerra fría fueron llamados a defender la democracia contra aquellas ideologías que en la CELAC el mismo ha criticado, y que hoy se constituyen en la principal amenaza a esa democracia que tanto se proclama en los foros internacionales.  O sea, el comunismo. 

Cuando suenan tambores de guerra, no es bueno que ningún líder político olvide a sus soldados.