El Domingo próximo se plebiscita el modelo de país que queremos tener. El pueblo uruguayo como soberano del sistema democrático elegirá entre dos opciones muy diferentes. Por un lado, el país democrático de la libertad y la responsabilidad, por el otro la seudo dictadura comunista y sindical del frente amplio-asociada a Cuba y Venezuela. Esa es la opción.
El modelo de país presentado por la coalición republicana es el contenido en la Ley 19889 del 9 de Julio de 2020. Su plan está expresado en más de 400 artículos y es el fruto de un ejercicio de recorrer el país recabando el sentir de la gente de las ciudades y de los pequeños poblados y las villas. Primero fue el partido nacional que presentó su plan, luego los socios de la coalición hicieron cambios, finalmente el pueblo votó la segunda vuelta y lo aprobó de hecho. Después el poder ejecutivo lo presentó y el parlamento lo discutió extensamente y el frente amplio coparticipó en la redacción de todo lo que quiso y aprobó muchos de los que hoy se buscan derogar. Es una ley buena y de base popular y resulta imperativo mantenerla para insertar al país en el mundo con posibilidades de desarrollo futuro y esperanza para nuestros jóvenes.
Los temas que más importaban a la gente en 2019 eran la seguridad pública, la educación y la vivienda. La ley dedica 117 artículos a seguridad pública de los 476 de la ley, trata en 80 artículos el tema de la educación y en 50 mejora el sistema de viviendas. En total el 50% de la ley está dedicada a esos temas. Los otros temas que regula son:
- Economía y empresas públicas
- Portabilidad numérica
- Protección de la libre circulación
- Desarrollo Agropecuario
- Relaciones Laborales
- Desarrollo social y salud
- Código civil
La ley es el plan de gobierno para salir de quince años de barranca abajo, es un instrumento de gobierno avalado por el soberano y aprobado por sus representantes, incluidos los de la oposición en muchos casos. Los buenos efectos ya se dejan ver y se verán muchos más en los meses y años por venir. Se trata de un plan para desarrollar al país, es un fundamento necesario e imprescindible.
Ya se nota la disminución del tamaño del Estado, se ha reducido la plantilla en 8000 funcionarios, Antel ha recuperado miles de clientes, que han elegido sus servicios en libre competencia, se consagra en la ley la erradicación de los asentamientos irregulares, se permite cambiar de empresa prestadora de servicios de celulares sin cambiar el número telefónico, que hoy es como la cédula de identidad en las redes. Por otra parte, la policía actúa respaldada y en ese camino controla mejor la delincuencia y los guarismos decrecen y se percibe el respeto creciente a la autoridad policial, la gente anda por la calle con menos prevenciones. Asimismo, el gobierno de la educación deja de ser caótico y de estar en manos de un sindicato que se preocupa más por el docente que por el alumno y su desarrollo humano. Se regulariza el estatus universitario de los maestros, permitiendo acceder a mejor formación, a maestrías y doctorados internacionales y ayudando a la educación uruguaya a acompañar el progreso científico en ese campo con el resto del mundo.
Hay otras normas que mejoran nuestra capacidad productiva como las que fortalecen el instituto nacional de carnes, tan necesario para mantener la inserción internacional de nuestra carne sin grasas y alimentada a pasturas, en un mercado que las requiere pero que exige alta calidad y trazabilidad. Se modifica el código rural, eliminándose trabas innecesarias y ayudando a sectores de pequeños productores como la lechería, tan castigada en los gobiernos del frente amplio.
Hay regulaciones de la ley 19889 que ponen orden en aspectos del funcionamiento democrático como la elección de directores del Banco de Previsión Social que evitan el caos reinante. Recordemos que en la última elección se vio de todo incluyendo el manejo político ideológico de ciertos directores. Es hora de que esa elección deje de ser un ¨Gueto¨ de la izquierda radical.
Podría seguir, pero creo que alcanza para mostrar la utilidad de la ley que por otra parte es de fácil lectura y está disponible a todos[i] . Lo cierto es que la norma es un instrumento necesario sin el cual el gobierno tendrá que remontar un duro cuesta arriba porque en estos quince años el comunismo y el sindicalismo se han infiltrado libremente en la administración del Estado y se ha constituido en un cuarto poder que disputa el gobierno y pone en tela de juicio el resultado de las últimas elecciones, dejándonos al borde de una dictadura sindical caracterizada por el uso del miedo y la prepotencia verbal y física, para imponer sus métodos antidemocráticos.
La opción de Sí no sabemos bien que nos ofrece, parece que fuera más de los mismo, volver al pasado, hacer crecer los empleados públicos, aumentar el déficit descontroladamente llevando al país al default, prepotencia y dictadura sindical generalizada, inseguridad, miedo a salir a la calle, acomodo, entrega de cargos sin reparar en competencias, crecimiento de la deuda externa. En fin, para resumir corrupción robo y acomodos llevados al estrado de las instituciones y presidiendo la república. Una venezuelización, otra Cuba como quería Fidel Castro. Más de los mismo.
Mucho se ha discutido y ha llegado la hora de poner en la balanza y en secreto, en el cuarto de votación, solos con nuestra conciencia, y decidir cuál es el país que queremos. Yo elijo el país del respeto, donde reine la ley y se proteja el derecho de todos y se ampare al débil hasta que se fortalezca y pueda gozar de su vida como ciudadano libre. El camino para llegar a este punto ha sido largo, unos 5000 años en occidente y no quiero que lo perdamos, cuidemos nuestro hermoso suelo en unión, elijamos el perdón y el justo precio por los errores que dañan a todos, sin odios, pero con firmeza, con trabajo honesto y respeto. ¡Viva la democracia del Uruguay!!
[i] https://www.impo.com.uy/bases/leyes-originales/19889-2020