NO SEAMOS UN PAIS Y UN ESTADO PAQUIDERMICO.-
En efecto queremos decir que no es posible seguir siendo tan solo reactivos y con esa lentitud elefantiásica, sino en cambio permanecer vigilantes, adoptar una actitud de centinelas preventivos, con estructuras proactivas ante los peligros, sean estos presentes, lejanos, o potenciales.
Es así que entendemos oportuno para la ocasión, ampliar en lo referido al abordaje de los temas conexos con la temática general del Crimen Organizado Transnacional (C. O. T.).
1) En primer lugar tenemos un concepto particular y tal vez algo subjetivo. Se entiende que el Estado funciona con un paradigma reactivo circunstancial, es decir acciona tomando medidas defensivas, progresivas, a veces tardías e insuficientes, cuando los acontecimientos se avizoran o bien se presentan en el horizonte factico cercano.
Así pues sería muy bueno instalar en la cultura general de la sociedad y de la administración estatal, el no practicar ese método reactivo circunstancial sino un novedoso paradigma proactivo y con una planificación progresiva, con diferentes niveles temporales, flexibles, adaptables y sustentables en el tiempo fuera de los avatares electorales de cada cinco (5) años. Entiéndase ir al encuentro de los problemas desde hoy, antes que el problema se instale, con una verdadera Política de Estado, que no sea refundacional y vigente apenas por u n solo lustro.
Este accionar reglado por un Plan Maestro, en primer lugar puede evitar, disuadir y/o atenuar la ocurrencia del problema.
En segundo lugar es posible atacar el fenómeno negativo de manera oportuna, apropiada, proporcional y con los medios y acciones pertinentes.
2) El tema que nos ocupa: la Seguridad Pública del Uruguay, se ajusta con exactitud a los conceptos señalados en el punto anterior. Aplican exactamente, a la historia de la Policía Nacional, que ha actuado en forma reactiva contra la delincuencia, tanto como los restantes organismos estatales. Y no nos referimos a las funciones preventivas, prevento-represivas, investigativas o únicamente represivas, dado que todas estas son fases de actuación en los diferentes niveles de la organización policial, sean tácticas, técnicas o estrategias de índole reactivo, cuando el hecho operativo ya ocurrió, o se plantea en tiempo e inmediato, pero no a mediano o largo plazo. E inclusive cuando algunos indicadores son indicios de un progresivo avance y establecimiento de una situación delictiva futura – salvando las notorias diferencias – de los eventos delictivos. O sea que no es lo mismo ni requieren el mismo nivel de respuesta el Delito Común, de los que están relacionados con el Crimen Organizado.
3) En efecto el C. O. Transnacional se desenvuelve en toda nuestra región, tal como en el resto del mundo con una enorme variedad de actividades, con una dinámica empresarial y en general con las metodologías típicas de la economía de mercado. Analizan sus propias fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (Análisis FODA) dado que obviamente al tratarse de organizaciones criminales, sus modalidades para cada item obedecen a sus métodos delictivos propios.
En este sentido se manejan con características propias de la economía en cuanto a búsqueda de mercados, medios de producción, diferentes tipos de productos de la sub-región o importados; así como a diferentes formas de transporte, distribución, acopio, depósitos, etcétera y todo sujeto a la oferta y la demanda.
Esto es visualizado en el tráfico de narcóticos y de sus precursores. No obstante ello, es preciso señalar que como toda empresa debe mantener su vigencia con muy diferentes métodos como lo son:
Las inversiones, las innovaciones, el crecimiento, la expansión y diversificación de actividades y productos. Ergo esto mantiene, sustenta y expande su vigencia. Por eso podemos ver que los tentáculos del C.O.Transnal., además del macro narcotráfico, además en el tráfico de armas y sustancias explosivas o peligrosas, de personas migrantes, de trabajadores, de blancas y otras que pueden surgir como prestamos usurarios y amenazas.
Todas estas son utilizadas para el lavado de activos; para incrementar sus activos financieros, actividades de dominio territorial (colonización) y alianzas criminales de otros países, ciudades, o nexos carcelarios; para lograr implementar sociedades y vínculos que oficien de anclaje para extender su dominio territorial-barrial.
Con la finalidad de llevar adelante ciertas estrategias como el sicariato (homicidios), mutilaciones, torturas y otras demostraciones para provocar primero el silencio y luego el terror, en las poblaciones objetivo y vulnerables, a fin de disuadir eventuales rivalidades u oposiciones. Asimismo utilizan la privación de libertad, el secuestro, la extorsión, asaltos y cualquier otra figura delictiva a guisa de castigo, para que contribuya a la obtención de sus objetivos.
Sin duda se busca corromper, extorsionar, sobornar, captar y utilizar las instituciones públicas: como actores políticos, operadores sociales, magistrados judiciales, fiscales, funcionarios aduaneros y efectivos policiales y de las FF.AA.
Por otra parte nada obsta a la necesidad de cooptar las actividades privadas como: empresas de transporte, logística, seguridad, etc. a fin de para utilizarlas en sus cadenas de actividad sobretodo transporte, distribución, acopio, exportación e importación ilegales y subrepticias, por todos los medios a su alcance, para lo que sin un ápice de duda logran la complicidad, el concurso y encubrimiento de personas corruptas o que por amenazas logran ser víctima de ese cohonestar propiciatorio de las actividades mafiosas.
4) Con la apretada enumeración realizada, queremos apenas resaltar que es ahora cuando se deben tomar las medidas reales e integrales, para blindar nuestro país para que este flagelo no se arraigue, no hay otra que galvanizar nuestras fronteras de la mejor forma posible. Estimamos por cierto que ya hay manifestaciones – elementos esenciales de información – en nuestro territorio, el cual ya está en el mapa del C.O.T. como lugar de sumo interés. Y que si no hemos alcanzado el estadio de ser un país con un Estado fallido, ni tan corrompido en sus diversas estructuras, es debido a que aún no hemos pasado de la 1ra. a la 2da. Fase, por lo cual estamos entre Bolivia – Paraguay y Chile.
En suma insistimos en que es insoslayable variar el paradigma operativo, el cual deberá mutar definidamente del modelo reactivo a uno proactivo-preventivo.
A guisa de ejemplo decimos, que no hoy tenemos – y llevaría un buen tiempo – la capacitación y despliegue de fuerzas policiales realmente disuasivas, como asimismo se carece y es preciso adquirir y poner en funcionamiento: escaneres fijos y móviles, radares de diferentes prestaciones, lanchas patrulleras marítimas y fluviales, así como aeronaves de ambas índoles, una flotilla de drones artillados y munidos de cámaras y bases de respuesta factibles, etcétera.
Pero si no empezamos por cambiar de raíz esa forma de ver por bloques, interesados y basados en intereses de variada índole, para pasar a un accionar sustentado en una política de estado ofensiva, que desestimule los intereses mafiosos y el C.O. T. busque otros caminos y desvíe sus rutas a lugares o zonas menos controlados. En caso contrario seguiremos corriendo de atrás al problema, con el agravante que seguiremos continuará “ad eternum” la perdida de vidas de compatriotas, en una, que a no dudarlo retroalimenta el sentimiento de Inseguridad.-
