LOS INSTALADORES…Y LOS LOBOS CON PIEL DE OVEJA… Por Daniel García

Poner o colocar en el lugar debido a alguien o algo, es lo que se define como instalar, más allá que pueda ser utilizado en muchas acciones, por lo que, quiénes llevan a cabo esas operaciones son los instaladores.

En nuestro sistema político, la izquierda cuenta con una gran capacidad de instalar, valga la insistencia con el término, temas o asuntos, sobre los que se termina discutiendo, marcando la agenda como se dice habitualmente.

Así hemos comprobado en el transcurso de este gobierno, como a cada acción emprendida por el mismo, hemos tenido la contrapartida o visión opuesta, la que se ha servido de instalar, inclusive burdas mentiras, como aconteció cuando atravesamos la pandemia o la discusión de la LUC y todos sus catastróficos anuncios no cumplidos.

El meollo de la cosa, es que en definitiva el gobierno debía realizar esfuerzos, tanto como distraer energías y tiempo, en tratar de desinstalar relatos, desmentir situaciones, explicar una y otra vez, que tal o cual cosa no había sucedido, ya que la perversa maquinaria del Frente y su aliado Pitcnt, insistía con sus retorcidos mensajes negativos.

Cosa que no ha cesado a lo largo del periodo de gobierno, ya que cuando este encaró temas de alta importancia como la LUC, la reforma de la Seguridad Social, la Seguridad o la de la Educación, siempre se ha recibido la misma respuesta en cada asunto.

Todo ha recibido el tratamiento parlamentario que corresponde, más la discusión necesaria previa, donde concurrieron delegaciones de la sociedad, profesionales, empresariales o sindicales, con el aporte o visión que cada uno puede tener.

En todos los casos, la izquierda se ha levantado, dando un portazo, esgrimiendo enseguida, que no se les escuchó, que no se atendieron reclamos e invocando en todo momento, la necesidad de un “diálogo”, especie de receta mágica, que es contradictorio con sus actitudes, siendo solo un retardador para evitar verdaderas soluciones.

La “chicana” del supuesto “diálogo”, ya la hemos analizado, pero también es parte de lo que los instaladores hacen, entonces todo recibe un delicado puntapié, que lo coloca más adelante, en una nebulosa que nadie puede saber que va a contener, pero acá adelantamos, si pierden, palo en la rueda, si ganan, aprobaciones propias, cero diálogo.

El famoso, “el gobierno fracasó”, fueun primer paso en épocas de campaña, que instaló esa idea de que no se cumplió, ni se hizo nada, demoliendo en forma directa, cualquier idea de obras, planes, asignaciones de recursos o éxitos de gestión, un valorado argumento dirigido a la militancia, como a la conquista de desencantados y manipulables.

Un día la candidata a vice, la Ing. Cosse, se despachó con que no había medicamentos en las policlínicas públicas, obligando a las autoridades, a salir a dar pruebas y desmentir esas afirmaciones, intentando revertir, una nueva operación de los instaladores.

Luego el propio candidato se sumó, cuando nos dijo, que se habían perdido cinco años, con un gobierno inoperante, que no tenía rumbo, término de la cantera de doña Cosse.

Los instaladores, operando nuevamente, lanzando un nuevo misil a la gestión gubernamental, que olvida de un plumazo, las acciones en pandemia, la asignación de recursos para atender múltiples frentes, la salida, la recuperación de puestos de trabajo, la construcción de obras de infraestructura, viviendas, baja de inflación, etc., etc.

Se podrá discrepar y realizar críticas al gobierno, pero no se puede desconocer los esfuerzos para superar adversidades no generadas, que retrasaron tantos planes.

Así se jugó con la crisis de la sequía, donde los instaladores, operaron en su permanente crítica corrosiva y destructiva, esa crítica que prende en tanta gente, que termina lavando y trasladando sus frustraciones, a la labor del gobierno, consecuencia de una tarea de repetir e insistir sobre eventuales cosas malas, que no tiene tregua.

Es algo muy obvio para cualquier observador objetivo, que en el Frente Amplio hay una notoria falta de líderes, incluyendo al circunstancial candidato, por lo que hemos visto desembarcar en la campaña un viejo y conocido protagonista, quien ha terminado poniéndose la campaña sobre sus hombros, cumpliendo varias facetas.

El ex presidente Mujica, que de su descontrolado gobierno seguimos pagando consecuencias, se ha mostrado enfermo, a causa de un eventual cáncer de esófago, aunque muy suelto de cuerpo, en plena enfermedad ha anunciado varias veces que se iba a tomar mate, una terapia desconocida en este tipo de enfermedades, en fin….

Recientemente, protagonizó publicidades de campaña, donde se le vio muy deteriorado, con un aspecto peor al ya conocido, sin su dentadura postiza y con un mensaje de casi despedida, de quien asume, que le queda poco tiempo en este mundo, exhortando a una reflexión cargada de emoción, dirigido a una militancia huérfana de motivaciones.

Acto seguido, se le pudo apreciar en otras publicidades, en un tono firme, con un aspecto cambiado, con su dentadura postiza colocada, realizando una crítica sin piedad a la tarea del gobierno, descargando cifras antojadizas de congelamiento de salarios y otras consideraciones en el campo económico, sin ningún sustento.

Dentro de todas las indescifrables maniobras que Mujica ha practicado en su irregular vida, la de ser un instalador  de primer nivel ocupa un lugar destacado, ya que desde atribuirse ser el presidente más pobre del mundo, ha manipulado a su antojo innumerables situaciones, con el aval de medios de prensa cómplices y predispuestos a ello.

Hoy, es muy evidente, que Mujica maneja la campaña, sus intervenciones acaparan la atención y una amplificación de sus declaraciones, publicidades o cualquier intervención, son la vedette y de lo que se termina hablando, cosa que solo logran los instaladores.

Esos, que hoy ponen en discusión, el grupo de seudos politólogos que cada día generan opinión sesgada, que el asunto está en quien va ser el mejor articulador, negociador, ante los problemas de las mayorías parlamentarias.

Todos los análisis conducen a entender, que quien mejor lo puede hacer es Orsi, por su eventual capacidad de negociador, para lo cual el candidato comenzó a mostrarse más moderado, propenso al diálogo, con spot publicitarios que lo muestran serio, prudente.

Otra vez, los instaladores hacen su trabajo, al fabricar un personaje que no existe o que por lo menos debe quedar claro, que esas fantasías no sucederán en razón de lo que nos muestra el mismo Orsi, pero peor aún, el entorno que rodea a Orsi.

La Ing. Cosse desde su eventual rol de vice, presidiendo el senado, asegura poco diálogo y menos capacidad de negociar algo, en razón de sus antecedentes de gobierno, marcado por su tosudez y soberbia.

La conformación de las bancadas de legisladores frenteamplistas, donde son amplia mayoría el MPP y el Partido Comunista, la ayuda del Partido Socialista y una nula presencia de algún eventual moderado, caso Bergara, el que será alineado rápidamente, aseguran un funcionamiento de cerrada disciplina, con poco margen de moderación.

Y en este detalle de actores, no podemos olvidar, al Pitcnt, el aparato sindical, ultra politizado a cargo del Partido Comunista, quien hoy opera casi como el “segundo a bordo”, un instalador de primer nivel.

A quien le debemos el famoso “diálogo social”, ese talismán que toda la izquierda utiliza para desarmar a sus contrincantes, instalando un deseo loable que nunca se lleva a cabo, o que se vuelva a poner arriba de la mesa el resultado del plebiscito de la Seguridad Social, como si el mismo hubiera triunfado, invocando a la parte que perdió.

Genialidades de los instaladores, “la infantilización de la pobreza”, términos fabricados en usinas del pensamiento, que desde hace meses ocupan el debate nacional, donde la disputa es, determinar quien va a disponer de más recursos, léase reparto de dineros, para atender este asunto, que existe hace décadas y que requiere otros enfoques.

El último tramo de campaña, nos muestra que algunos actores, han sido puestos atrás del telón, para no ser expuestos a preguntas y respuestas que puedan comprometer votos, que se descubran las verdaderas intenciones y objetivos, que no aparecen en un panorama nublado, en que los instaladores han travestido a lobos con piel de oveja.

Así hemos visto una descarada incursión de querer comprar votos y voluntades, cuando se ofrecen eventuales cargos a figuras de una clara oposición de la izquierda, como aconteció con un diputado no reelecto de Cabildo Abierto.

Hechos que se han repetido, como en el caso del líder de Cabildo, el Gral. Manini, a quien se le propone ayuda para el tema de los presos políticos, los ancianos detenidos en forma ilegal por haber combatido la subversión armada.

¿Quiere decir, que el Frente Amplio tiene capacidad de actuar en ese tema aportando soluciones? ¿Cuáles serían, porque no lo han hecho antes, cuando se han desconocido dos pronunciamientos populares?

Esos lobos con piel de oveja, se quieren mostrar como dialogistas, cuando se han negado una y otra vez a hacerlo, poniendo excusas de todo tipo.

Bastaría recordar o repasar los legisladores electos, así como a que partidos pertenecen, para entender que este maquillaje circunstancial, es lejano de la realidad e historia.

El no debate que recién hemos presenciado, es una muestra más de la operativa de los instaladores, cuando el candidato se presentó diciendo que estábamos en un país estancado y este era un gobierno de promesas incumplidas, mientras tenemos un presidente cercano a entregar el poder, con un 50% de aprobación, algo inédito.

Sobre una secuencia armada, Orsi expuso leyendo, en buena parte, una larga lista de deseos y buenas intenciones, “tenemos, vamos, hay que”, algo insustancial que no dejó nada relevante para un votante indeciso, pero tampoco para un frenteamplista, que pueda decir sinceramente, ¡“que líder voy a votar”!

El próximo domingo nos aguarda una instancia decisiva para elegir un rumbo claro, que permita a la Coalición Republicana, profundizar los cambios necesarios, o que el engaño, el relato creado por los instaladores, nos deje nuevamente a merced de los lobos con piel de oveja.

Daniel García