La Oposición

Por: Daniel García.

Montevideo, 28 de Junio de 2021.

Luego de las últimas elecciones nacionales y cumplido el ballotage, asumió un nuevo gobierno y el Frente Amplio pasó de ser el Oficialismo a ser la Oposición. Quedaron atrás 15 años de gestión, con variadas visiones sobre lo que hicieron y dejaron de hacer, sobre lo que cambiaron, destruyeron y agotaron.

Considero que el Frente Amplio nació y creció siendo siempre oposición. A qué? Prácticamente a todo aquello que no coincida con su filosofía, visión y objetivos, lo que parece obvio, pero agrega hacerlo con un método destructivo y sistemático.

Porque gobernando, hasta han sido oposición entre ellos, como ocurrió en el caso del plebiscito de Ancap, Tratado de Libre Comercio, por nombrar solo dos ejemplos.

Han defendido, apoyado y justificado el accionar de la guerrilla de los años 60 y 70, de hecho esos grupos están dentro del Frente Amplio. Nunca reconocieron y condenaron la violencia desatada por aquellos grupos, pese a las pruebas, documentos y cientos de testimonios de lo que sufrió la República, con una división en la sociedad que perdura actualmente.

En el comienzo de los nuevos tiempos democráticos allá por los años 1985 se opusieron hasta la construcción del colector sub acuático iniciado en una administración de una Intendencia Colorada. Colector, que años más tarde, le permitiría a la Intendencia frenteamplista, mostrar la mejoría en la limpieza de las playas, que esto trajo como consecuencia.

A nivel de plebiscitos, todos conocemos sus constantes recolecciones de firmas para promover referéndum contra las más variadas leyes, agua, Ancap, aborto, caducidad, por nombrar algunos.

También han burlado resultados sin ningún escrúpulo, como todos sabemos con la Ley de Caducidad, que por dos veces, a falta de una, desconocieron el pronunciamiento en contra de su derogación, emitido soberanamente por la ciudadanía, esa, tantas veces invocada y demasiadas veces olvidada por sus elegidos.

En el caso de Ancap seguramente, nos hubiéramos ahorrado además, unos cuantos millones de dólares de pérdida, por una gestión nefasta, que nos hará pagar durante muchos años por venir.

La lista de malos negocios es extensa y bastante conocida a esta altura del partido.

La vocación de la izquierda de no reconocer, no ser autocrítica, además de poco humilde en admitir errores, la ha preparado para ejercer su posición más cómoda, que es oponerse a todo, por aquello que no hay mejor defensa que un buen ataque. Eso en occidente se llama mentir y ser cínico.

Por lo tanto, anunciaron ni bien las urnas no les fueron favorables, que llevarían adelante todos los movimientos necesarios para hacerle la vida imposible al gobierno. Y lo hicieron sin ningún prurito. Ellos son así, irreconciliables.

Para lograr ese efecto el frente cuenta con una aceitada maquinaria, sindicatos, ongs, organizaciones de todo tipo, en las que todas, alimentadas por una visión de izquierda, socialista, marxista, como guste mejor, trabajan acorde a las consignas que las usinas ideológicas preparan. Generalmente éstas se nutren de lo que el Partido Comunista diseña y el resto acata, ya que sus cuadros con una fuerte formación ideológica arrasan con el resto y marcan el camino a seguir. Sin desconocer que existen tiroteos internos, cuando otros grupos de mucho peso, discrepan con la estrategia y allí vemos sus luchas internas.

Somos testigos, como durante este período de gobierno, la fuerza política, como sus tantas ruedas de transmisión, han intentado jaquear al gobierno en plena lucha contra la pandemia que nos afecta.

Piden renta básica para miles de personas, sin decir de donde salen los recursos, piden cuarentena casi obligatoria, sin considerar o evaluar el daño general que esto produciría a nivel económico. Parece que los ejemplos cercanos de los vecinos americanos, no fueran suficientes para advertir el fracaso.

Paralelamente, organizaciones que nuclean en algunos casos hasta profesionales, se suman al coro de reclamantes de medidas que solo aumentarían las penurias.

Todos movidos por consignas, más bien ideológicas, que tienen nubladas y cerradas tantas mentes, que son guiadas por una especie de ceguera voluntaria.

En esto el frente se siente como el pez en el agua, su capacidad de generar discurso, consignas o eslóganes es interminable: “para que el pueblo decida” “por la soberanía de Antel” “contra la privatización de Ancap”, “en defensa del agua”, “contra la LUC que se hizo sin consultar” y un largo etc. colmado de este tipo de frases que no son más que ideas fuerza, mentiras lanzadas al ruedo y que buena parte de sus militantes “compra”, sigue y repite.

Uno de esos secretos, es haberle hecho creer a tanta gente, que las ideas de izquierda son las únicas que defienden a los pobres, a los trabajadores y sus derechos, a todo grupo de excluidos por alguna razón, que son los únicos solidarios, que están contra el patrón explotador como nadie.

El resto, es el grupo de desalmados, insensibles y defensores de las causas más negativas porque no piensan como ellos.

El pensamiento único, enquistado por la Revolución Cultural en marcha, como ya hemos escrito anteriormente, ha penetrado muchas cabezas, generando una postura irreductible, por esa especie de mesianismo del que se han convencido. De allí a que tengamos interpelaciones de ministros que no tienen sentido, se convoquen a paros innecesarios, como inoportunos, como aquel que tira piedras al vecino para ver si le rompe algún vidrio.

El aporte del frente como oposición es escaso, casi nulo, a lo que debemos agregar actualmente, una clara carencia de dirigentes de peso, o que tengan la talla como para ser representativos y además creíbles.

Su falta de autocrítica ante el fracaso electoral, su falta de liderazgos internos, hacen que hoy la oposición sea un grupo político sin ideas, que intenta aprovechar algunos hechos para fabricar y tirar bombas al gobierno, cuyos resultados apenas son petardos.

Esto no quiere decir que se desconozca la alta capacidad de maniobra del frente, para, que pese a todo esto que decimos, no pueda revertirlo y apelando a viejos eslóganes, promesas y soluciones fáciles, conquiste voluntades.

Los ejemplos cercanos, de que hayan retornado al gobierno, aquellos que saquearon y fundieron Argentina y la posibilidad de que pase en Perú, nos debe mantener alertas. La opinión pública hoy es llevada a un lado y otro sin que lo perciba ni advierta, y vuelva a caer en el fracaso, para el que trabaja esta experta oposición.

Daniel García