Autor: Raúl Blanco
Como está de moda mencionar al Estadio Centenario, voy a hacer lo mismo.
Dos estadios Centenarios llenos se necesitan para albergar a los inscriptos al último llamado del B.R.O.U. para cubrir vacantes en el mismo.
Como es de público conocimiento, el B.R.O.U. necesita cubrir “183” cargos administrativos en sus oficinas.
Hasta aquí todo bien, pero lo que lastima los ojos, y aturde la mente, es el número de inscriptos para ese llamado.
Un clásico Peñarol – Nacional, Nacional – Peñarol, a estadio lleno y con las dos hinchadas cantando juntas es algo emocionante y ensordecedor.
Ahora, imaginemos dos estadios llenos gritando “necesitamos trabajar”, no es emocionante, es deprimente y más ensordecedor.
88.000 no es un número pequeño, y si pensamos que ese número son personas, es enorme.
Me gustaría saber qué pasa por la mente de un gobernante cuando se inscriben 480 conciudadanos por cada puesto de trabajo, y más sabiendo que esos postulantes tienen la formación requerida “excluyente” de secundaria completa (6to. año en Secundaria o equivalente en UTU o en Centros Educativos del Exterior con homologación en Uruguay) como luce en el llamado Nº 6064/2021 de fecha 16/06/2021, para ese trabajo administrativo.
Pero hagamos un poco de historia, cuatro años atrás, en el 2017, el mismo banco hizo un llamado similar para cubrir 120 vacantes, y el estadio Centenario nos quedó chico también. Más de 50.000 inscriptos, o “420” postulantes por cada puesto.
Aritmética simple: “420 en el 2017”, ” 480 en 2021”.
Soy libre de pensar que el desempleo, de ciudadanos calificados para un trabajo administrativo, creció un “7 %” en cuatro años.
Hay mucho trabajo para nuestros gobernantes y legisladores, de todos los pelos y señas.
No importa qué camiseta tengan puesta, lo importante es la Selección Nacional.
No pasa por mirar al costado con cara de yo no fui, o culpar siempre a los otros, es momento de hacerse cargo.
Lo del título, ¿Quién es el padre de la criatura?
Entiendo el concepto pero en mi opinión puede haber algún matiz que quizás no está siendo tenido en cuenta y es la percepción de las personas.
Soy del segmento del uruguayo que fue criado bajo la creencia que «no hay nada mejor que un empleo público y si es en un banco mucho mejor». Creo que muchos de los que se postularon están persiguiendo esta creencia y no necesariamente son desempleados. Pueden simplemente ser personas que entiendo están aburridos de sus empleos actuales, los cuales obviamente pueden ser insuficientes a sus necesidades y aquí verifica su hipótesis, pero otros simplemente «quieren tener estabilidad por siempre y buen sueldo».
Muy buena la analogía futbolística, es ilustrativa y a su vez, habla un poco de lo «cabeza dura» que podemos ser los uruguayos, es decir, gracias a estas ilustraciones futboleras, los conceptos nos quedan más claros. Coincido con todo lo expresado.