Por: Verónica Cortabarría Izquierdo
Que no se vaya a malinterpretar el título de esta columna de Opinión. No tiene ningún doble sentido. El Ministro Salinas tiene el mayor de mis respetos (Su falta de sueño, sus desvelos, estoy segura que no son por floja consciencia, sino todo lo contrario).
Y aún en la discordancia (claramente con el Senador Olesker en este caso) siempre respeto las Instituciones y como deben funcionar. Pero no puedo más que repudiar que al Ministro Salinas, a este profesional, caballero, firme en sus convicciones frente a cómo manejar la pandemia, le toque ser interpelado.
Mínimo es inoportuno el momento para ser llamado, pero como no me suelen gustar las cosas tibias a la hora de decir, entiendo como una falta de respeto hacer pasar al Dr. Salinas por 19hs de Interpelación.
¿Cuál era el motivo real de la Interpelación? ¿Los fallecidos? ¿Esos que a todos los que nos tomamos la pandemia en serio y con criterio, nos duelen?
Hacer política barata, por parte de un hoy Senador, un ex Mides y un ex Ministro de Salud, habiendo sido considerado por su fuerza política como “el padre intelectual” de la reforma de la Salud… qué flojo de papeles.
El Ministro Salinas llagó a decirle, “no se preocupe usted, que estamos trabajando para usted”. Como si lo que ya se hizo y los planes trazados fueran menores. Le faltó refregarle en la cara, literal, todo lo hecho y los datos que no son números sin contenido, se trata de personas. De personas con las que Olesker trató de jugar; incluso tergiversando (esto puede comprobarse porque están las grabaciones de la Interpelación) las palabras de Salinas.
Olesker no perdió el tiempo, NO. Aprovechó las muertes para hacer política rancia. Olesker le hizo perder el tiempo a un Ministro que no duerme.
sin palabras.