Por: Tilio Coronel Grillo.
El problema de la violencia se resuelve fácilmente desde la lógica precisa de los ámbitos acadèmicos,pero eso no ocurre en el devenir de la vida cotidiana.
La violencia forma parte de la vida y son escasos los momentos de paz,un mecanismo artificial de contención.Quiènes asi no lo aprecien, tal vez tengan una visión que puede calificarse de ilusoria.
Mientras algunos predican el pacifismo centrando su atención en el Hombre,se emplea el nombre de Dios para evadirse de la realidad y justificar su empleo en muchas circunstancias,como puede ser en el Medio Oriente.Hay un orden natural en que una especie se mantiene devorando a otra,a veces por razones económicas,por razones estratègicas o por fines políticos.Tal ambiente encuentra su caldo de cultivo adecuado en la “violencia étnica”,pero casi siempre coincide que èsta crece en un un lugar pero,¡ vaya coincidencia! luego se desplaza a otro dònde haya una fuente de petróleo o gas natural.
Los fundamentalismos ( el islámico, el cristiano y el judío) poseen la dosis suficiente de voluntad para despertar la perversidad y causar la muerte del enemigo,sea real o inventado.Ante algún hecho como los ocurridos en
Medio Oriente o Afganistán nos horrorizamos y lo que es peor, no lo entendemos.¿El ciudadano común conoce las verdaderas razones de esos casos? La respuesta es negativa.Solo algunos conocen las causas reales.¿Èstas se hacen pùblicas? Se arroja algún concepto e ideas especulativas,difundidas como material de consumo para la opinión pública,casi siempre ignorante,a pesar de la vorágine de noticias e informaciòn.Siempre decimos: no todo es blanco o negro absolutamente,sino que hay matices.Esa es también una visión ilusoria,porque para quiènes tienen intereses,lo blanco puede ser negro y lo negro puede ser blanco.
Al igual que la libertad humana,la violencia y la mala intención forman parte de la vida,pero cada brote de ella debe analizarse cuidadosamente,teniendo en cuenta la actitud de todos los participantes.
Hasta los grandes libros la han institucionalizado.El Antiguo Testamento menciona castigos concordante con la “lex talionis”; la pena debe medirse con la vara “ojo por ojo,diente por diente”
El Coràn ,con su prèdica de la “guerra santa”,dònde cada musulmán debe luchar por ser mejor creyente en su interior, los saca fuera de si y lo lleva a la guerra y muerte de los infieles,enemigos de Alà.
Una aplicación errónea de ambas perspectivas produce tristes resultados.En ambos casos,suele suceder que el deseo de venganza sustituye al de justicia.Puede ser un caso de paranoia,donde la neurosis colectiva ve a la otra colectividad como enemiga. Podriamos pensar:¿A quièn corresponde la terapia? ¿A cuàl de los fundamentalistas? Se requiere objetividad ( y hasta una dosis de valor) para reconocer al mal honestamente y para oponerse a èl activamente.
Cuando alguien publica su opinión y habla de “genocidio” , “masacre” y “exterminio” hechos por algún país,en general solo emplea un gènero literario para expresar su indignación y ubicarse a favor en contra de uno u otro bando,pero es necesario ser objetivo.
Algunos pueblos han padecido la experiencia constante de la guerra,el asedio,la masacre, la muerte de civiles, desde siempre.La experiencia de la guerra es tan importante para ellos como para nosotros lo es el fútbol.
Nuestro concepto laico de la violencia,nuestra forma de encarar su control o supresiòn no es aplicable en Oriente,mundo dònde el simbolismo es el medio ambiente determinante.Por allí, Dios infunde terror en el corazón de sus enemigos. El Señor es un guerrero.
