Les sorprende el clientelismo? No muchachos, lo que sorprende que el Frente Amplio lo tenga en su estructura y que ésta misma siga funcionando a la perfección, y aun habiendo cambiado de Gobierno, sean los que mandan y festejen.
Sorprende porque no está en la retórica del FA la defensa de los intereses personales. Claro, solo en la retórica.
Como oposición, el Frente Amplio se rasgó las vestiduras hablando del clientelismo político de Blancos y Colorados y de Cabildo Abierto..
Eureka! el Frente Amplio si sabe hacer clientelismo, y a lo grande. Si bien para muestra solo hace falta un botón, nos mostraron más de uno, de distinto tamaño y en distintas ubicaciones, dentro de los diferentes matices ideológicos que forman la coalición uruguaya de izquierda.
¿Novedades? Nones. Allá por los años 50´, en el Consejo Nacional de Asignaciones Familiares, integrado por los trabajadores, empresarios y el gobierno (Colegiado) se hicieron cientos de designaciones de titulares y suplentes en el área de salud del BPS. Sonaría curioso que muchas de todas esas designaciones correspondan a apellidos de dirigentes sindicales, empresariales y políticos del hoy? No! Esa es mi inmediata respuesta, y dista mucho de una negativa cargada de mi sesgo partidario. Es que la ingenuidad, es pecado.
A muchos frentistas creyentes, señores de fe frenteamplista, defensores del dogma y la meritocracia, les da dolor de hígado el clientelismo y los amiguismos. El amiguismo no es ideología, el clientelismo tampoco. Son prácticas. Es “hoy por mí, mañana por ti”.
Tomo prestada una estrofa de “Debo partirme en dos” de Silvio Rodríguez
…Yo también canté en tonos menores
yo también padecí de esos dolores
yo también parecía cantar como un santo
yo también repetí en millones de cantos…
El Frente Amplio está formado por gente de piel y huesos. Por dogmáticos, carismáticos, revanchistas y también por gente que cree que el clientelismo es LA herramienta.
Que frenteamplista se atrevería a desmentir que nunca ha escuchado la frase “Yo que nunca le pedí nada al Partido, y, en casa somos ocho”.