Julio M. Sanguinetti, Jorge Batlle, Luis Lacalle Herrera, and Company en lugar de hacer el esfuerzo de recuperar a sus caudillos y sus idearios, continúan tozudamente con sus políticas neoliberales, empecinados en imponer al pueblo su visión sin darse cuenta que el Frente Amplio crecía con los ideales que otrora enarbolaron los partidos históricos durante décadas.
Los líderes de los partidos tradicionales, en lugar de corregir sus errores se preocuparon de pergeñar las mil y una forma de evitar que el Frente Amplio llegue al poder, y han fracasado una y otra vez (Balotage, Separación de Elecciones, Concertación en Montevideo y en algunos Departamentos del Interior).
Su única preocupación ha sido imponerle al pueblo su ideología liberal y el ciudadano uruguayo por idiosincrasia busca otra cosa.
Lo tuvo con el batllismo, y soñó con el wilsonismo que no pudo ser por imposición.
El frente Amplio supo interpretar al ciudadano y tomó para sí al batllismo y al wilsonismo, y llegó al gobierno, y puede volver a recuperarlo.
En una entrevista a José Carlos Mahía realizada en mayo de 2013 expresó que en su opinión: “El gobierno del Frente Amplio es el batllismo del siglo XXI”
Le preguntaron: “Usted es profesor de historia, ¿qué cree que dirán los libros del futuro sobre este gobierno de José Mujica?
“Dirán que fue un período de innovación en el estilo de hacer política. El gobierno del Frente Amplio es el batllismo del siglo XXI. José Batlle y Ordóñez impuso un estilo en el siglo XX y lo marcó; el Frente Amplio está haciendo lo mismo y marcando la pauta en este siglo XXI”.
En el presente estamos asistiendo a nuevos corrimientos.
“El Partido Colorado hoy es un partido Conservador y de Derecha”, expresiones del Diputado colorado Fernando Amado, en una entrevista el día 26 de Junio de 2016.
La agrupación colorada Propuesta Batllista reconoce en la primer Asamblea del grupo luego de las elecciones de 2014, “El partido colorado se ha alejado paulatinamente de la gente”.
Por su lado Amorin Batlle reconoció que hay una gran brecha entre la dirigencia partidaria y la gente (El Observador 4/oct/1015).
El Partido Nacional, dominado por el herrerismo y con una fracción que ya no representa a los ideales de Wilson, se mantiene en el centro derecha del espectro político.
Por otro lado el Frente Amplio se va corriendo a la izquierda a impulso de su Plenario, ninguneando cada vez más a las fuerzas de centro izquierda, minoritarias en todas las decisiones internas, y dejando sin respaldo al equipo de gobierno.
La pregunta que flota en el aire es ¿quién gobierna?
Pero más allá de los corrimientos, ¿dónde están Batlle y Wilson?
¿Quién representa hoy día a los Batllistas y a los Wilsonistas?, o sea “El Centro”, donde la línea difusa confunde la centro izquierda con la centro derecha.