Cantera inagotable de talentos. Un Valverde en el Real. Un Ronald Araujo en el Barcelona.
Una intendente que habla y saluda en chino mejor que en inglés. (Y hasta mejor que en castellano).
Un partido político que se queja cuando bajan los precios oficiales de las naftas y se enojan más aún cuando bajan los impuestos.
Un narco preso que se hacen trasladar 13 veces con una legión de policías para hablar con otro narco preso con la excusa de encontrar un mejor lugar para fornicar con la señora. Y llenan de hamburguesas a todos los guardias y ellos se van a charlar al café de la esquina. Luego uno fuga y nadie responde políticamente por ello.
Una universidad que pierde datos de un estudiante y eso hace que un gobierno pierda a un buen ministro. Y otra universidad que no encuentra el título de otro que sí fue ministro pero que se presenta como egresado y profesor grado 5 y nunca se recibió de nada (según parece).
Un país generoso y lleno de oportunidades. Hasta en épocas de desgracia. Se organizan para ollas populares y resulta que en algunos lados se olvidaron de dar los alimentos a los carenciados y los terminaron vendiendo en ferias.
País generoso si los hay y con un Canelones solidario. Tierra en la que el intendente creció en un rancho sin luz y se ve que como no veía se morfo durante años que un senador comunista no pagaba la contribución de su casa en permanente refacción.
País de fronteras cercanas y flexibles donde un frustrado ministro del interior se le ocurre trasladarse 700 kilómetros a visitar a los padres de un indagado guardaespaldas del actual presidente con el único propósito de conocerlos, saludarlos y traer garotos y ticholos de vuelta para su querido Charles Carreras.
Otro ser humano bendecido por esta tierra de luz que pudo tener silenciado durante años a un señor lisiado y su familia fruto de una balacera perdida en ocasión de una partuza policial.
Es cierto que nunca tuvimos a la Cicciolina de diputada pero tuvimos una señora legisladora que no pudo terminar un discurso porque cada vez que leía la palabra Conchillas se tentaba y le afloraban carcajadas. ¿No somos únicos en el mundo?
Uruguay País bondadoso en el que podés cuidar al Presidente y su familia mientras que en tus ratos libres vendes pasaportes rusos a 10 mil dólares. Tierra donde la ceguera de la justicia hace que te puedan imputar por tratar de primate a un tipo pero te dejan libre si le gritas hijo de puta al Presidente o le gritas «vestite de hombre.. gordooo» a una chica trans.
Un Uruguay donde un tipo como yo (un muy limitado abogado jubilado) termino haciendo de periodista porque nadie se anima a repreguntar nada que comprometa a los compas. Y menos investigar en serio.
Si será generoso este país!!!