EL TRÁGICO TIROTEO REVELA ACCIÓN DE GRUPOS TERRORISTAS (Primera parte) 

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EL PASADO RECIENTE CONTADO POR LOS MEDIOS DE PRENSA DE LA ÉPOCA (21)

Fecha: 23 de Diciembre de 1966 – Diario “El Día” – en Portada

El Trágico Tiroteo Revela Acción de Grupos Terroristas

Cinco terroristas que parecían intentar un asalto usando una camioneta que habían robado, fueron sorprendidos ayer a las 7 y 30 por un auto patrullero.

Fugaron, cubriendo la retirada con ráfagas de ametralladoras de mano y lanzando bombas, pero fueron alcanzados en Burgues casi Bella Vista. Allí se produjo la última instancia del tiroteo; el terrorista Carlos Flores, de 23 años, fue muerto de dos disparos; sus compañeros lograron fugar. Dos de ellos están individualizados. En el curso del tiroteo una señorita, que esperaba un ómnibus, fue alcanzada por un proyectil en una rodilla.

El Subcomisario Bonaidi, el sargento Carlos Vega y el cabo conductor Santos Alfaro, que sostuvieron con singular denuedo el desventajoso duelo, escaparon por centímetros de ser heridos, el parabrisas del patrullero presenta cinco perforaciones. Al investigarse el caso se reveló que los ocupantes de la camioneta a los que se creyó al principio pistoleros argentinos son en realidad, terroristas uruguayos y forman parte de una organización de extrema izquierda, posiblemente con conexiones en el extranjero. Esta madrugada había diez detenidos de la organización y se buscaba afanosamente a los demás del grupo de choque (Información págs. 5 y 7).

Fecha: 23 de Diciembre 1966 – Diario “El Día” – Pág. 5

INTENSA BÚSQUEDA POLICIAL DE LOS CÓMPLICES DEL TERRORISTA MUERTO

Ayer de mañana, al filo de las 7 y 30, se produjo un episodio de trágica violencia que tuvo por escenario las principales calles de barrios populosos.

Una patrulla policial persiguió a una camioneta en que viajaban cinco individuos y en el transcurso de unas 18 cuadras se cambiaron más de doscientos disparos a lo que se añadió la insólita y cruda nota de que, los que huían, hicieron uso de once bombas.

Al cabo de la persecución y el tiroteo, que sólo por un felicísimo azar no segó la vida de inocentes transeúntes, uno de que huía cayo muerto de dos certeros balazos.

Sus compañeros, en la confusión del momento, lograron huir a la carrera dejando el vehículo abandonado.

El muerto, un muchacho muy joven, morocho, bajo y robusto, no tenía entre sus ropas ningún documento que lo identificara.

Ese indicio, sus zapatos de fabricación argentina y el tipo de armas que abandonaron dentro de la camioneta -tres metralletas “Mauser”- hicieron pensar que integraban un grupo de pistoleros profesionales, oriundos de la vecina orilla.

Pero, poco después, la policía llegaría a comprobaciones aún más graves y tristes. Ni el muerto ni seguramente sus compinches, son delincuentes profesionales. Parecen ser todos uruguayos e integrantes de una extraviada célula terrorista. Toda una organización ha quedado al descubierto y eso indica que, en las sombras, con propósitos de alterar la paz y el orden, -y sin desdeñar, seguramente la consumación de delitos comunes para lograr fondos y armas- gente joven, inficionada por ideologías extremistas, ajenas a la sensibilidad nacional, tratan de imponer por el terror sus desgraciadas ideas.

La Camioneta Robada

Un carnicero de Las Piedras, el Sr. Miguel Pasca, el sábado pasado con un grupo de amigos, se dirigió en su camioneta “Chevrolet” modelo 52, de carrocería abierta con toldo, a la playa La Mulata. Dejó el vehículo, que está en muy buen estado, estacionado en Yaguaneses y Rambla México. Pocos minutos después fue robada. Una señora dijo al atribulado dueño que dos muchachos jóvenes, vestidos de sport, habían subido a la misma abriendo la puerta al parecer con alguna llave apropiada y la pusieron en marcha, yéndose con absoluta tranquilidad. Se hizo la denuncia correspondiente y, al margen de la actividad policial, el propio Pasca y algunos amigos, se dedicaron a buscarla, sin éxito.

Aparece el Aviso

Ya creía Pasca que su vehículo habría sido sacado del país cuando ayer su amigo, Carlos Dalier, imprevistamente se enfrentó a ella y la reconoció de inmediato, aunque habían cambiado la chapa delantera. Dalier guiaba su auto por Gral. Flores hacia el centro y , en el cruce de Larrañaga, vio venir de frente la camioneta de su amigo, pintada de celeste y blanco. Observó, también, que por lo menos la ocupaban cuatro o cinco personas. Actuó rápidamente; descendió y se puso en contacto telefónico con la “Radio de patrulleros”. El telefonista le dijo que esperase en esa esquina y, por radio interna, se comunicó con el auto policial más cercano a la zona. Se trata del “Patrullero 24” que iba al mando del Subcomisario Carlos Bonaudi a quien acompañaba el sargento Carlos Vega, y, al volante, el cabo conductor Santos Alfaro Fernández. En tres minutos llegaron a la esquina en que esperaba Dalier que subió con ellos.

La Encuentran: el Tiroteo

Dalier indicó que la camioneta había tomado por Gral. Flores hacia afuera. Siguieron esa ruta y, apenas a unos cuatrocientos metros, se encontraron con ella. Fue, justamente, en la plazoleta de circunvalación de Gral. Flores y Propios. Parece ser que los ocupantes del vehículo habían andado un trecho por Propios en dirección a 8 de Octubre y, por alguna razón, regresaban. El patrullero se detuvo a una orden de Bonaudi, pensando que el conductor del vehículo robado seguiría su mano para retomar Propios. Se dispuso a hacerles una orden de detención cuando, imprevistamente, acelerando y a contramano, la camioneta se dirigió hacia ellos. Instintivamente, se inclinaron en el momento preciso que, al pasarlos, desde la camioneta les hicieron una ráfaga de disparos. Fue evidente que estaban armados de ametralladoras de mano pero, sin amilanarse, los policías dieron vuelta rápidamente e iniciaron la persecución. Al llegar a Larrañaga estaban a treinta metros, apenas, de la camioneta; les volvieron a hacer fuego y el Subcomisario Bonaudi, les respondió.

Por Bulevar, Hasta Burgues: las Bombas

A gran velocidad marchaban los dos vehículos rumbo al Centro. Los policías observaron, entonces, que una mano que asomaba por la parte trasera -tapiada por una portezuela que se vio después la constituía un bloque de hormigón- arrojaba objetos pequeños que identificaron, inmediatamente, como bombas. Estas iban estallando con gran estruendo pero, por suerte, ninguna dio de lleno en el auto policial. Casi todas estallaron inmediatamente al paso de éste. Una, sin embargo, tan cerca, que el coche patrullero casi fue levantado en vilo. La camioneta, al llegar a Boulevard Artigas torció, casi en dos ruedas, rumbo al oeste; el patrullero nos se desprendía. El tiroteo prosiguió y, al llegar a Burgues, el vehículo volvió a doblar, otra vez rumbo al centro. Pero la persecución llegaba a su fin.

Una Señora Herida; Dejan la Camioneta

En todo este trayecto, como decimos, se cambiaron alrededor de 200 disparos además de las bombas arrojadas, once en total, una de las cuales no detonó. Sólo por milagro, los asombrados y aterrorizados transeúntes, que se iban arrojando al suelo, no fueron alcanzados.

Pero habría una víctima, aunque no de entidad. La Srta. Damiana Tejera Suárez, de 25 años, soltera, terminaba de descender de un 202 y esperaba otro ómnibus que la trasladara a su trabajo, en el Consejo del Niño, cuando una bala la alcanzó en la rodilla. Por suerte, la bala -de grueso calibre- no tocó el hueso y presenta orificio de salida. Fue internada en el sanatorio Uruguay – España.

Entre tanto, tres cuadras más adelante, en Burgues entre García Peña y Bella Vista, convencidos de que no podrían librarse de la persecución, los fugitivos entrepararon la camioneta y se lanzaron al suelo.

El Subcomisario Bonaudi, de 29 años, oficial de escuela, nos narra así el episodio final: “Estábamos convencidos que nos enfrentábamos a pistoleros argentinos… Se lanzaron de la camioneta que lentamente, ascendió a la vereda y chocó contra un árbol. Nosotros frenamos, a unos treinta metros y descendimos. Vimos que tres corrían, tomando por un campo baldío y los persiguió el sargento Vega. Iban armados con ametralladoras de mano y hacían fuego: Vega, sólo con un revólver, fue tras ellos. Entonces le arrojaron una bomba que, por suerte, estalló lejos. Pero aprovecharon para perderse de vista. Pero otro, parapetado en la parte trasera – que estaba bloqueada con hormigón- hacía fuego con una metralleta y, el cabo Alfaro y yo, agachados detrás del patrullero, le respondimos el fuego. Vimos a un quinto integrante del grupo que fugaba corriendo por Burgues hacia el centro pero en tal momento no lo podíamos detener.

En esas circunstancias, saltó fuera del vehículo el que nos enfrentaba, quizás para vernos mejor o seguir a sus compañeros; volvió a levantar la metralleta y, en tal instante, yo disparé las dos últimas balas que me quedaban y lo vi caer”.

Tal la escueta narración, confirmada por varios vecinos del lugar. Evidentemente, los tres policías libraron una batalla muy desigual; armados con revólveres, contra tres o cuatro metralletas. Dalier, que iba con ellos, señala: ”Que se comportaron con una seriedad y un arrojo asombroso en medio de aquella balacera infernal…”

Lo que Abandonaron. El Muerto

Mientras uno, pues, caía muerto, los cuatro restantes se perdían de vista. Tres, corriendo a pie, por el baldío, salieron a la calle vecina. El que fugó por Burgues detuvo al Sr. Walter Zigalatti, un comerciante de la zona (tiene negocio en San Martín 2910) que llegaba en su motoneta: lo amenazó con la metralleta y se hizo conducir hasta Rondeau y Panamá. Este es joven, de 22 o 23 años, cutis blanco, cabello castaño, ralo, complexión regular y vestía un saco de pana oscuro y un pantalón marrón.

El muerto, joven, morocho, bajo y robusto-como dijimos- no tenía documentos. Vestía pantalón celeste y un conjunto, de buzo y camisa. Ropas unidas, unas a otras, por botones, de tipo especial, de entrenamiento militar. Sobre la camisa se leía la inscripción “Asociación Cristiana de Jóvenes” “Campamento Artigas”.

Las balas de Bonaudi fueron certeras; una lo alcanzó en mitad de la frente y la otra en la ingle. La muerte fue instantánea. En la camioneta había dos bolsos conteniendo balas de diverso calibre y tres metralletas Mauser, de fabricación española.

Lo identifican: Carlos Alberto Flores

Por los zapatos de fabricación argentina, una moneda de un peso, nacional, adjunta a una pulsera, y un sello de la receptoría de Aduana de Colonia se creyó que se trataba de un delincuente argentino. El único indicio lo daba un anillo, de oro, de compromiso, en cuyo interior se lee la leyenda T.V. a C.A.F. El cuerpo fue conducido a la morgue del H. Español y allí se procedió a tomarle las impresiones digitales. Eran, entonces, alrededor de las 9. Con gran diligencia procedió la Div. Técnica de la Policía dos horas después estaba individualizado. Se trataba de Carlos Alberto flores Álvarez, uruguayo, casado, de 23 años de edad con domicilio en Carlos de la Vega 3982.

Este joven no tiene antecedentes policiales. Se descartaba, por tanto, la teoría de los delincuentes profesionales. A las 14 horas se procedió al allanamiento de su casa. Estaba allí su joven esposa (cuyo nombre omitimos ya que, por el momento, no aparece complicada en las actividades de su esposo), sus dos hijos, niños de corta edad y su padre. Al revisarse la casa se encontraron dos revólveres más, de calibre 22 y 32, docenas de balas, ropas de sport y entrenamiento para militar, folletos de propaganda extremista, de tendencia comunista y un carnet del diario “Época”, extendido a nombre de Flores, que lo acredita como adscripto a la sección Avisos.

Se Descubre la Célula Extremista

La acción policial -estaban trabajando, ya, de consuno, el Servicio de Patrullas dirigido por el Comisario Silveira regalado, la Seccional 12ª, la 19ª y el Departamento de Inteligencia y Enlace- guiándose por indicios encontrados en la casa de Flores Álvarez, llegó a otra zona de La Teja, encontrando en la calle Heredia Nº 4440 – en un amplio sótano una institución que funciona bajo el rótulo de “Comunidad Juvenil Eduardo Pinela”.

Al parecer, el nombre de esta organización, idealiza la figura de un pintor del Hospital de clínicas, de ideas extremistas y que tuviera un trágico fin.

Allí había una profusa documentación, Panfletos, de tendencia comunista de extrema, línea Pekín; textos y manuales para la guerra de guerrillas, varias mochilas y proyectiles de diverso calibre. Sobre el piso, extendidos, colchonetas para la práctica del judo. Pero, además, -y de aquí surgió la revelación más grave- aparecieron cuadernos con la anotación de diversos afiliados. Allí figuras nombres, direcciones, edad de cada uno, su capacitación “de entrenamiento”, y las armas que poseen.

Identificado uno del Grupo

Con este material se comenzó a actuar de inmediato. La esposa y el padre del muerto recobraron la libertad pero siete personas vinculadas al grupo terrorista, fueron detenidas. Aunque sus nombres se mantenían en secreto, pudimos enterarnos que los más complicados por ahora son José Héctor Nieves Núñez, urug. soltero, de 35 años, que se domicilia en José castro 4465 y se desempeña como “toma-consumo” de UTE; Araquel Sarandarian, uruguayo, casado, de 37 años, que vive en José castro 4477 y es, también, funcionario de UTE; Carlos Rivera Chik (cuyos demás datos no se han dado a conocer) y una joven, Dora Jancharian, que se desempeña en calidad de tesorera.

Todos ellos adujeron, en principio, desconocer a Flores pero, enfrentados a algunas evidencias, manifestaron que estaban vinculados al grupo por ideología política, pero que jamás tomaron parte en atentados de carácter terrorista o acciones de violencia de ningún tipo. Finalmente habrían declarado que “la acción” era llevada a cabo por un grupo, que se mantenía en el anonimato; formaban parte del núcleo de choque de la Comunidad y nunca les daban participación en los “asuntos importantes”.

Al promediar la tarde, la policía había logrado identificar a uno de los que ocupaba la camioneta. Se trataría de un joven, de unos 25 a 28 años de edad, llamado Gabino Martín Falero Montes de Oca. Este fue buscado en su casa y los lugares que suele frecuentar, pero había desaparecido de todos ellos.

Se Proponían un Asalto

Como dijimos al principio, es casi seguro que -aparte de la desgraciada ideológica terrorista que los movía- el “grupo de choque” de la Comunidad no desdeñaba cometer delitos comunes para muñirse de armas y de dinero. Una gorra, encontrada en uno de los bolsos abandonados en la camioneta, es de uso militar y existe posibilidad de que sean los autores del audaz robo cometido recientemente contra la armería “El Cazador” y de ropas policiales en la Intendencia de la Jefatura.

En cuanto al robo de la camioneta del Sr. Pasca tiene que tener un móvil bien expreso. Como lo dijimos, habían cambiado la chapa y, quitando la baca la rellenaron con hormigón, poniéndola en la parte trasera. Formaban, así un formidable parapeto. Contra él, rebotaron las balas de la policía. Sin duda les faltó a los terroristas serenidad, pues desde su posición y con metralletas, tenían enormes ventajas. De cualquier manera, sólo por un felicísimo azar, no mataron a sus arrojados perseguidores. El parabrisas del patrullero presenta tres perforaciones y tres o cuatro picaduras de balas. Uno de los proyectiles rozó el lóbulo de la oreja del cabo conductor.

Ahora bien ¿para qué el robo, el camouflage del vehículo, la posesión de metralletas y cientos de proyectiles?

Se supone, con toda lógica, que planeaban realizar un asalto para obtener fondos y estaban dispuestos a obrar a “sangre y fuego”. Por las vueltas que dieron, -en el momento de ser vistos- no se descarta la posibilidad de que planeasen asaltar a los pagadores de CUTCSA -con oficinas en Larrañaga, a dos cuadras de Gral. Flores- calculando que se iban a pagar los aguinaldos y habría una suma de entre tres y cuatro millones de pesos.

Otros asaltos posibles se refieren a los “remeseros” de Conaprole o más presumiblemente, debido a su pasaje por Propios, donde están los talleres de OSE. Un asalto a los pagadores de este Ente.

Conexiones con el Extranjero

En cuanto a las metralletas “Mauser”, de cabo corto y largo, que abandonaron en el vehículo, más la que portaba en la mano Flores cuando cayo abatido por Bonaudi son, como dijimos, de fabricación española. Son armas de difícil obtención en nuestro país. Eso, más los sellos en los bolsos, indicando el paso por Colonia, los zapatos argentinos de Flores y las mochilas de campaña que también dejaron en la huída, hace presumir que los terroristas viajan frecuentemente a la vecina orilla. Es muy posible que tengan conexiones con células terroristas de izquierda, radicadas en el vecino país y de allí provenga el fuerte bagaje de armas y material de propaganda y entrenamiento (que no tiene pie de imprenta), pero que está redactado por técnicos en la materia.

Batidas Esta Madrugada

Esta madrugada y trabajando ya sobre datos muy precisos, fuertes contingentes policiales (apoyados por la Guardia Metropolitana), realizaban batidas en procura de cercar a los prófugos. Sería realmente lamentable que estos, fuertemente (Pasa a la Pág. 7)

Fecha: 23 de Diciembre de 1966 – Diario “El Día” – Pág. 7

Intensa Búsqueda …

(Viene de la Pág. 5)

armados, intentaran ofrecer una resistencia vana y cruel.

Aunque hay hermetismo total al respecto, además de Falero Montes de Oca, estarían identificados otros de los prófugos y además numerosos integrantes de “la célula” cuyos planes quedarán develados en las próximas horas.

Naturalmente que la búsqueda puede resultar fatigosa y en algunos casos personas -más importantes y que no figuran en “los cuadros”, pero que serían orientadoras e inspiradoras del movimiento- tratarán de ocultarlos o conseguirles la salida subrepticia del país. A este respecto se han tomado providencias dándose órdenes para bloquear los caminos y cerrar las fronteras.

Otro Posible Integrante Identificado

Esta madrugada -ratificando lo que decimos antes la policía habría obtenido datos completos de Falero Montes de Oca, alias “El Negro”, que es oriental, soltero de 25 años y se domicilia en José castro 4491. Otro de los posibles integrantes del grupo que se tiroteó con la policía puede ser un miembro de la “Célula”, llamado Raúl Domínguez Gularte, que ha desaparecido de los lugares que solía frecuentar y que ayer, a las 9, avisó a varios de la organización “que habían muerto a Flores”.

Esta madrugada se hizo un allanamiento en un rancho de Punta de Yeguas, donde solían hacer ejercicios de tiro los terroristas: no se encontró a nadie. También resultó baldío una búsqueda por los fines de la Avda. Millán, donde un grupo de desconocidos fue visto haciendo señales con un reflector. Al cierre de esta edición había diez detenidos en a Seccional 12ª. y además de la tesorera, se buscaba a otra mujer, de muy intensa participación en el movimiento. Los papeles hallados denotan la organización y posesión de armas por parte de casi todos sus integrantes.

(Copia fiel de los originales)

Fuente: www.pasadoreciente.com “Museo de la Memoria del Pasado Reciente”.

Nota de la Próxima Semana: EL TRÁGICO TIROTEO REVELA ACCIÓN DE GRUPOS TERRORISTAS (Segunda parte)   

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