En Venezuela se ha producido una suerte de caos inducido por el régimen castro chavista de Nicolas Maduro de tal modo; que, la moral se ha desvalorizado hasta el punto de la mezquindad. El mérito no tiene cabida en el patrón de valorizar al ciudadano. ¡Solo hay Beneficios para los seguidores del chavismo, no por cooperar y luchar por el bienestar social; sino, ¡por la obediencia y la fidelidad a una gleba de zánganos de oficio que fungen como líderes del régimen y a los adláteres del mandamás! Esta obediencia compete a los adeptos de a pie, enajenados con un discurso falaz y macabro y donde el ciudadano común padece de toda clase de miseria principalmente hambre y enfermedades.
Esta “severidad” y “violencia” representa una situación de guerra en Venezuela, que se determina según Guthrie, como un ejercicio institucional llamado “crimen organizado”. Una situación de un loco con poder (sociópata) que ha minado la tranquilidad del pueblo con políticas insanas, y ha privado a la ciudadanía de dejar de hacer cosas mejores en su cotidianidad. Es un proceso de miseria donde se ha podido presenciar -no sin dolor- la destrucción de la “felicidad”, de lo más básico de su “vida cotidiana”, su dignidad. En un gran porcentaje de casos, la solución ha sido paliada con huir del país –emigrar- y, con esa drástica y extrema forma intentar una solución, salir de la miseria a que han sido sometidos los venezolanos por esa horda de sociópatas criminales que conforman la gleba tiránica del chavismo comandada por Nicolas Maduro Moros y asesorada por la injerencia de política criminal “Castro-Canel” (actualmente); para conseguir, en otros países, mejor calidad de vida, digna de la persona humana.
En el muro de un amigo cibernético, se publicó una pregunta interesante, cito:
“¿si el cerebro humano es parecido a una computadora como se podría jaquear (Hackear)?”
Mi respuesta es la siguiente: el jaqueo (Hackeo) es un modismo sajón que significa invadir el sitio electrónico de un usuario, consiste en poner en riesgo sistemas informáticos, cuentas personales etc. Aun cuando se trata de una usurpación de propiedad. No existe un instrumento legal que condene tal actividad; derivado a que, ésta no reviste Tácitamente mala intención.
El hackeo cerebral contempla como desarrollo: el uso de la propaganda, la propagación de información, la influencia ideológica, el discurso veraz o demagógico, el mitin político y otras manifestaciones de información tanto de carácter particular o singular como de carácter colectivo, etc. Hasta este punto, este fenómeno invasivo al cual llamaremos injerencia mediática no ejerce un factor perjudicial al desenvolvimiento del afectado como tal; sea individual, o colectivo.
El problema radica cuando ese manejo de información ejerce una idea falsa de la verdad de los acontecimientos y de los conocimientos que debe abordar el individuo y el colectivo. La tergiversación de conceptos, el discurso demagógico y la imposición de ideologías totalitarias y enajenantes es una similitud de Hackeo dañino. Para Hegel sería alienación, para Huxley sería Histeria colectiva y para Orwell seria; citando a la farsa marxista criticada en “rebelión en la granja”, El efecto de la astucia soviética de Stalin que produce un estado psicológico llamado síndrome de Estocolmo. O sea, simpatía por el opresor.
En Uruguay, ej.: con argumentos tendientes a transformar el pensamiento inicial del partido FA respecto a mejorar el sistema educativo del país promovido por Tabaré Vázquez que contemplaba una línea de acción en política educativa, pautada por la Ley General de Educación, el Plan Nacional de Educación 2010-2030 y la Estrategia Nacional de Infancia y Adolescencia 2010-2030; Pepe Mujica, creando una inmensa expectativa, se inclinó -como forma de relucir- a promover la inclusión educativa mediante la democratización del sistema educativo, el impulso en cuanto a la infraestructura, el establecimiento de un Consejo de Formación en Educación y la del Instituto Nacional de Evaluación Educativa. Cosa que se quedó en veremos como plantean María Ester Mancebo y Alexandra Lizbona, quienes afirman, que en este consejo se omitieron dos acciones a corregir; 1) la ausencia de reformas en la educación media y 2) la no reforma del estatuto del personal docente. En otras palabras, ¡Prometió mejorar todo para que quedara igual!
Enajenar mentalmente es transformar el pensamiento común y certero de algo establecido con uno impositivo y volitivo, es una invasión psicológica en el pensamiento tanto individual como colectivo de carácter intelectual, es una forma -aunque no violenta-sutil de agresividad por su poder de convicción. Es un hackeo mental.
Decir “Ser rico es malo” a todo pulmón en las cámaras de televisión como lo hizo un presidente (Hugo Chávez en Venezuela) en un programa televisivo -Aló presidente- es una clara intención de enajenar.
Para evitar eso se debe mejorar la educación de un país, se debe enseñar al alumno a reconocer la verdad probable y la mentira disfrazada (Fake New). O sea, para liberarse del “Hackeo mental”.
Dijo “El Nazareno” una vez a los judíos: “La verdad os hará libres” (Juan 8:31).
El peor de los Hackeos cerebrales es la demagogia porque invade la mente del interlocutor de promesas que cree ¡porque no sabe o, ignora que son irrealizables! ¡O sea, que son Inefables! Por ello cae en trampas electoreras como sucedió en Venezuela, Nicaragua y ahora en Colombia, sin descartar a Argentina, Chile y Perú, En el Uruguay Con el FA y en Bolivia con el MAS de Morales.
Joise MORILLO
Kaojoise @gmail.com
Venezuela USA
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