El Partido Comunista lo llevó a la Presidencia del Frente Amplio, y su misión es clara, “radicalizar a la fuerza política de izquierda”.
Un día sí, y el otro también, lanza ataques a diestra y siniestra mensajes descalificadores, y marca agenda, y tiene “micrófonos complacientes” que le dan vida a su cruzada.
Su misión es clara, generar una grieta entre las dos principales coaliciones políticas, y ensuciar la cancha.
Pero los últimos comentarios que Pereira lanzó contra el oficialismo, en lugar de lograr indignar a la opinión pública, generaron preocupación en la interna del Frente Amplio, donde se analizara con preocupación sus salidas públicas
Es sabido que el rol de la oposición es tener al gobierno contra las cuerdas y hacer un trabajo de desgaste con temas que le duelan o que generen polémica. Pero hay que tener en cuenta que eso no le juegue en contra.
No perdamos de vista que el objetivo último, de oposición y oficialismo, en campaña es quedarse con la Presidencia en 2024. El desafío está en mostrar lo que tienen para ofrecer y marcar diferencias con el otro, y así convencer a los votantes de centro que son quienes definen las elecciones.
Quizás por eso es que aún no vemos a un Frente Amplio presentando propuestas alternativas al gobierno actual, o grandes proyectos de país, sino que vemos a un Fernando Pereira confrontando de la forma que sabe hacerlo, incluso llega a derrapar para intentar generar un efecto indignación.
“A falta de propuestas y argumentos, buenos son los chimentos”, es lo que se vende en las redes, y así se busca hacer campaña política.
Pero Fernando Pereira cumple bien con su misión, es bueno en lo que hace y deja contentos a sus patrones, para eso lo pusieron donde está. Y parece que el objetivo es: “Más Izquierda”, como claman muchos colectivos, y por eso, lentamente, el Frente Amplio se radicaliza, y los moderados tienen un gran dilema, o acompañan, calladitos la boca, o quedan afuera del reparto de la torta. No les queda otra que sumar, o perecer.
El Frente Amplio gobernó 15 años siguiendo lo que afirmaba Eduardo Galeano: “El poder es como un violín, se toma con la izquierda y se toca con la derecha”.
Pero ahora se esta inclinando demasiado a la izquierda, y muchos moderados se asustan y se sienten ninguneados.
Y los votantes y simpatizantes frentistas, ¿qué dicen? Calladitos, ¿se van a dejar llevar por una línea ortodoxa de izquierda, que no es propia del inconsciente colectivo uruguayo?
Argentina, Venezuela y Cuba ya no son los paraisos soñados por las izquierdas latinoamericanas. Ya no son ejemplo de nada, aunque pueden constituir en un buen ejemplo de lo que no debemos hacer como nación.
¿Es a eso lo que nos llevan los “radicales de izquierda” uruguayos?
¿Queremos realmente Argentinisarnos? Porque Fernando Pereira, Presidente del Frente Amplio, tiene un discurso que va en la línea de un “estilo argentino de hacer campaña política”, y rechina.
Es difícil no percibirlo, o no querer hacerlo, pero de la mano de Fernando Pereira, el Frente Amplio se “Argentinisa”.
