GLOBALIZACIÓN Y LA FAMOSA LETRA “E”. Por Daniel García

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Dice un viejo dicho que “no hay peor ciego, que el que no quiere ver”, el adagio expresa la esencia de la llamada ceguera voluntaria, por la cual muchas personas intentan evadir la realidad.

Parece ser un recurso de la psiquis humana mucho más normal de lo que estamos acostumbrados a aceptar.

Nadie puede ser ajeno a algunos fenómenos que han irrumpido en nuestras sociedades, que han provocado cambios que son presentados como inevitables.

Para que esto suceda, deben producirse acontecimientos, debe haber algunas fuerzas o ideas que muevan voluntades, percepciones, cambios de paradigmas.

Este conjunto de hechos, además, requieren de organizaciones con cierta influencia y poder para que tengan tanta incidencia sobre nuestras costumbres y conductas.

A esta altura el lector está pensando, que lo que sigue es otra diatriba a favor de la idea de una confabulación planetaria que nos manipula.

No es esa la intención, solo intento hacer un aporte tal vez, a mí mismo, para entender lo que nos está pasando y quizá mover a mis lectores, invitarlos a hacer lo mismo.

Con esta pequeña introducción, dejamos la mesa servida para decir que estos asuntos están impulsados, fomentados, financiados por los principales organismos internacionales que han generado con la mayoría de los países miembros, el compromiso a nivel global de llevar adelante una agenda en común.

La llamada Agenda 2030 existe, es real y si bien en sus enunciados nos puede seducir por lo altruista de sus propósitos, al bucear un poco más profundo, nos permite descubrir algunos objetivos, ya no tan ingenuos y menos inocuos.

Es como que bajo un manto de bondad se esconde una gran crueldad.

Tener como objetivos, luchar contra la pobreza, que se termine el hambre, salud y bienestar para todos, menor mortalidad infantil, educación inclusiva, reducir los efectos del calentamiento global, reducir la contaminación y la extinción de las especies y algunos postulados más, no pueden generar rechazo por parte de nadie.

Al contrario, deberían generar la mas calurosa adhesión.

“No tendrás nada, pero serás feliz”, nos preanuncia el Foro Económico Mundial, el verdadero laboratorio, el centro de poder económico donde se fragua y elaboran estas consignas que comprometen y direccionan a todos los países, indicando hacía que tipo de mundo nos dirigimos.

El sueño marxista de acabar con la propiedad privada, dicho casi en forma risueña, es el título principal de esta obra. 

Porque para salvarnos se necesita que la propiedad sea de un ente superior que pueda decidir rápido, con unidad de acción, sin discusiones inútiles.

Tal vez un poco distinto de lo que concibió Marx o no tanto.

En el fondo hay un racismo digno de Hitler o Mussolini, con personajes muy conocidos como George Soros y su millonaria fundación, o el archi conocido Bill Gates.

Esta es la nueva amenaza con la que nos azuzan, a la que debemos sumar todo lo relacionado con el cambio climático, que una y otra vez nos bombardean todos los medios, que nos anuncia que millones de refugiados se verán desplazados por este fenómeno.

La pandemia nos mostró cuan sumisos podemos ser cuando el miedo nos convence en el fuero íntimo de cada ser.

Encontraron una adolescente, Greta Thunberg, que nos instruye y anuncia a nivel mundial sobre las catástrofes por llegar si no cambiamos algunas costumbres, dentro de las cuales, ocultan que desearían que todos viviéramos en estado salvaje para contaminar menos, consumiéramos menos ya que ese es uno de los males a combatir.

Somos el buen salvaje originario de Rousseau, o eso nos quieren convencer de que debemos ser, claro que un salvaje que coma la carne sintética producida en alguna granja de Bill Gates.

Siempre me pregunto, que habrá acontecido para que millones de años antes de la existencia de humanos en la tierra, se produjeran todas las catástrofes climáticas, se derritieran los glaciares, se murieran los dinosaurios y demás movimientos telúricos que aprendimos de estudiantes.

Solo hemos escrito lo que hemos entendido del mundo en los último 5 o diez mil años, pero las cicatrices de la tierra nos muestran grandes cambios en su derrotero de miles de millones de años.

¿Acaso creemos que con nuestro comportamiento podemos afectar ese derrotero?

Nos aconsejan que debemos disminuir nuestro consumo de carne, de ahí la aparición de tantos veganos, de nuevas modas y defensores de los animales, casi elevados a categorías similares a la de los humanos en salvaguardas y derechos

De ahí que veamos a algunas personas que nos advierten que los gallos violan y son violentos con las gallinas en el acto de su natural reproducción, verdaderas muestras de hasta donde han llegado algunos cerebros, intoxicados de una anestesia letal que clausura el sentido común y el razonamiento.

“En China estamos siguiendo el camino de un país socialista moderno. Ahora, desempeñaremos un papel más activo para fomentar una globalización económica mundial que sea más abierta, inclusiva, equilibrada y beneficiosa para todos”.

Así se despachó el presidente Xi Jinping, por si alguien tiene dudas de que orientación y conductores tiene el ómnibus en el que marchamos.

La crítica al sistema capitalista está en la tapa del libro, atribuyendo todos los males relacionados al consumo, al egoísmo, al afán de lucro en una desembozada crítica de corte marxista, que obviamente no aplica a sus mentores y jefes principales, que representan a intereses billonarios en empresas transnacionales.

La llamada ideología de género, de la cual nos hemos ocupado en otras columnas, es un tema crucial para provocar cambios sustanciales, que han permitido pegar en la línea de flotación de este barco llamado Civilización Occidental y Cristiana, al dirigir sus misiles ideológicos sobre la misma base de nuestra civilización, que es la familia.

De ahí, que se insista con la educación sexual en las escuelas, como ha sido advertido recientemente por el Senador Manini, quien ha recibido críticas y burlas de la mayoría de los medios de comunicación, intentando ridiculizar y ocultar algo que sucede a ojos de todo el mundo.

Se habla de hormonización en niños, juegos en donde se toquen, cambien sus roles sexuales, se vistan como el sexo contrario, desvirtuando las etapas naturales de crecimiento, relativizando el pudor, haciendo ver que son prácticas naturales.

Primeros pasos, para llevar esto tan lejos, como finalizar en que los hijos se convertirán en propiedad estatal.

El largo brazo de esta nueva ideología ha llegado a lugares tan increíbles como el mundo Disney, donde ahora sus producciones se tiñen de personajes que deben considerar las opciones llamadas LGBT.

Dibujos animados clásicos, son cuestionados en su contenido, por entender que por ejemplo el beso a Blancanieves por parte del príncipe ha sido sin su consentimiento, solo por poner un ejemplo para dar dimensión a que cosa estamos enfrentados.

¿Usted cree que exageramos, piensa que es un delirio de un trasnochado, homofóbico, que responde al heteropatriarcado más rancio y fascista?

Lamento decirle que, si su respuesta fue sí, su juicio crítico ha sido anulado por el lavado de cerebro neo marxista del nuevo orden mundial.

Puede usted no estar de acuerdo claro, pero reconozca que se le advirtió, que lo anunciamos e intentamos dar una alerta sobre lo que se viene, que en definitiva esto no obedece a una elucubración o suposición de quien escribe, ya que está en los documentos de las Naciones Unidas, del Foro Económico Mundial y la Cumbre de Davos.

La mejor prueba consiste en ver y escuchar los informativos, las cadenas internacionales de noticias, las novedades de los ámbitos educativos, para comprobar la tendencia de lo que aquí estamos detallando solo en titulares.

La otra comprobación nos llega de lo que se discute en cualquier parte del planeta hoy en día, cuando vemos que tipo de medidas, sanciones, leyes que se promueven que apuntan en una misma dirección.

¿Usted cree que es casualidad que estos temas se presenten en todo el mundo al mismo tiempo?

El lenguaje no ha estado libre de padecer estos embates, ya que es lo que hace a nuestro pensamiento.

De ahí es que, desde hace algunos años, la famosa letra “E” se ha convertido en casi la vedette de nuestra lengua, al ser incorporada en ciertas palabras para dar un significado de “inclusión”, otra palabrita muy de moda en estos tiempos.

El famoso “todes” ha irrumpido en un lenguaje y escritura antinatural que practican varios agentes que promueven esta revolución.

Una deformación inaudita, que para muchos resulta una tontería, pero a la cual deberíamos prestar más atención, en razón que nada de esto acontece en forma fortuita o por el azar.

A diario vemos dirigentes políticos como sindicales, esforzar su exposición para referirse a “todos y todas, vecinos y vecinas, niños y niñas” en una defectuosa y contradictoria forma de expresarse, que colisiona con la premisa del ahorro en palabras para expresarse correctamente.

La polémica se da, si es intendente o intendenta, capilla ardiente o ardienta, para dejar en evidencia el error en el lenguaje.

¿Alguien piensa que esto es una bobada de gente tonta?

Las usinas ideológicas, las cátedras de universidades de prestigio, trabajan en forma ininterrumpida para llevar a cabo estos propósitos, que como son promovidos y presentados a todo nivel por medios de comunicación, centros de estudios, etc., son aceptados como válidos y buenos por miles de ciudadanos.

Amigo lector, no es una teoría conspiratoria, no es ciencia ficción, es realidad, que cuando uno se toma el trabajo de investigar, acceder a información que no circula con tanta difusión ni publicidad, nos permite descorrer velos que descubren otros propósitos no tan puros y transparentes.

En las recientes elecciones de medio término llevadas a cabo en EE. UU., estos son asuntos de discusión que ponen arriba de la mesa dos modelos de sociedad.

En las recientes elecciones de nuestros vecinos de Brasil, buena parte de la discusión se refiere a las visiones que implican estos asuntos.

El mundo está en conflicto, los poderes globales dicen entre líneas que somos muchos en el planeta, que eso provoca contaminación, hambre, cambios climáticos, etc. y han encontrado que la solución es disminuir la cantidad de viajeros en el planeta y los que queden, deberán ser sometidos a cambios radicales que los preparen para el nuevo mundo que ellos han diseñado.

Para ello vienen implementando estas políticas que se unen por delgadas hebras que comunican propósitos y objetivos.

Aborto, eutanasia, pandemias, guerras, ideología de género, etc., que son sus “caballos de Troya” instalados cómodamente entre nosotros, con una parte de la platea que además los aplaude y promueve.

No son cosas inocentes que acontecen, la Globalización o la famosa letra “E”, están ahí, nos cuestiona e interpela para decidir de qué lado estaremos, sabiendo que los que no obedezcan serán disciplinados.

Daniel García

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