Iniciamos el año electoral y se van definiendo las precandidaturas en los distintos partidos.
El 30 de junio son las internas y surgen a la opinión pública muchas propuestas con la clara intención de ganar votos.
Estás iniciativas buscan dar respuestas a inquietudes, necesidades y problemas de la población, dando esperanzas en un futuro mejor a condición de obtener su voto.
La mayoría de las presentaciones generan un mayor gasto para el estado, sin tener en cuenta que estamos endeudados, que se gasta más de lo que el estado tiene como ingresos y que ese déficit debe de ser cubierto con préstamos e impuestos que comprometen el futuro de la PRODUCCIÓN, de las FUENTES DE TRABAJO y de las PRESTACIONES DEL ESTADO (SALUD PUBLICA, JUBILACIONES, ETC).
Ya tenemos un ESTADO que consume los recursos con una voracidad enorme, con una organización, un funcionamiento y una infraestructura no adaptada a la realidad de un país que debe ser operativo con austeridad, funcionalidad y efectividad.
El mejor ejemplo es la Intendencia de Montevideo, endeudada, sin cumplir su función específica, superpoblada de funcionarios, duplicando servicios del gobierno central, que utiliza los impuestos y se endeuda para generar pan y circo como su columna vertebral electoral.
Hoy la presión fiscal obliga al estado a dar pequeñas señales de un alivio de las misma, pero no surge una clara respuesta de la política de cuál será la economía en los próximos años.
La pregunta surge y es responsabilidad de los ciudadanos formularla a la política y también es importante escuchar la respuesta de cada uno de nosotros a…
*¿Que hacemos con el estado?*
Roberto Alfonso Azcona
