La Ley de Urgente Consideración (LUC) no se toca, pero la campaña por la derogación de 135 artículos de la misma dejó varios mensajes.
Un resultado extrañamente parejo, o quizás no tanto para alguno, ya que puede haber muchas lecturas, desde lo numérico a lo político.
Hay ganadores y supuestos perdedores, pero lo sugestivo es que todos festejaron, a su manera.
La oposición, pasados casi dos años y medio, mantiene los guarismos en un nivel parecido a la segunda vuelta de 2019, y la coalición de gobierno mantiene su no muy holgado predominio, marcando la diferencia ideológica imperante.
Lo remarcable es que la oposición sigue con su relato de abrogarse la representación del pueblo y ser las legítimas fuerzas sociales que lo defienden contra un gobierno que trata de llevarse por delante a medio país, y prueba de ello es que ya esta avisando que van contra el proyecto de reforma del sistema de seguridad social, que consideran que va a causar una oleada de antipatía hacia la coalición de gobierno.
La oposición aprendió la lección de su fracaso electoral último, se reformuló a sí misma, y mantiene activa su musculatura electoral. Ya tiene claro el objetivo y el camino a transitar.
La coalición de gobierno, ¿qué lectura hace?, ¿aprendió algo, o sigue pensando que se las sabe todas?