BOMBA: ESTALLÓ ANTES Y MATÓ AL TERRORISTA

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Fecha: 16 de Febrero de 1969 – Diario “Acción” – En Portada

APARECIÓ EXTREMISTA HERIDO POR LA BOMBA

Preparaban Una Serie de Atentados

ADOLFO DACOSTA SILVA, el joven de 23 años que en la madrugada de ayer halló espantosa muerte al explotarle en las manos el poderoso artefacto que portaba. Un segundo joven fue internado con politraumatismos, presumiblemente que acompañaba a Dacosta al producirse la trágica explosión.

Correo Tupamaro Procesado (Página seis)

Fecha: 16 de Febrero de 1969 – Diario “Acción” – Pág. 6

Correo Tupamaro Procesado

Un estudiante de Arquitectura de 29 años, próximo a culminar su carreta universitaria (cursaba actualmente 4º año), fue procesado y remitido a la cárcel en la tarde de ayer, por el Juez Letrado de Instrucción de 1er. Turno Dr. Daniel Pereyra Manelli, que le configuró el delito de “Atentado a la Constitución en el grado de conspiración”.

El procesado es José Zarusky (oriental, soltero, de 29 años, domiciliado en Larravide casi 8 de Octubre), cuya activa vinculación al Movimiento de Liberación Nacional (Tupamaros) quedó perfectamente demostrada; allí actuaba como enlace o “correo” entre las distintas células de la organización, según todas las evi-

El procedimiento que culminó con el procesamiento del joven se había mantenido en estricta reserva, pero en Inteligencia y Enlace se informó hoy a nuestros cronistas sobre los detalles del mismo. El miércoles ppdo., a las 10 horas, funcionarios del citado Departamento allanaron el domicilio de Zarusky cuando éste no se hallaba presente, incautando material de lectura, un par de detonadores, un diario íntimo que el estudiante prolongaba prácticamente desde la infancia y cierta documentación que se estima muy útil para futuros procedimientos.

Los funcionarios actuantes dejaron una citación para que Zarusky se presentara en el Piso 4º de la Jefatura de policía (Inteligencia y Enlace) y ese mismo día el joven se presentó voluntariamente en dicha dependencia, siendo sometido de inmediato a interrogatorios y trasladado posteriormente al despacho del Juez letrado de Instrucción de 1er. Turno. Ayer de tarde, finalmente, el Dr. Pereyra Manelli dispuso su procesamiento ya que de la documentación incautada surgió la evidencia de su vinculación al MLN. Fue fundamental para ello, la incautación del diario íntimo, al cual el joven venía confiando desde años atrás todas y cada una de sus experiencias humanas; ese diario demostró claramente la vinculación de Zarusky con los Tupamaros, al mismo tiempo que revelaba en el joven estudiante un carácter muy particular.

Zarusky -activo militante del grupo estudiantil “Area 3”- era sospechado de pertenecer al MLN desde tiempo atrás. En oportunidad de la detención de José Luis Neil Tacchi -un ex militante de la organización argentina “Tacuara” que se vinculó en Montevideo con los Tupamaros- el nombre de Zarusky surgio entre los documentos incautados y desde entonces venía siendo sometido a discreta vigilancia. Posteriormente se estableció que arrendaba una finca de la calle Urquiza conjuntamente con Carlos Rodríguez Ducós -otro Tupamaro ya procesado- pero en agosto de 1968, por presuntas discrepancias con la organización, abandonó dicha finca -una especie de “garconiere”- y arrendó otra ubicada en Acevedo Díaz 1153. Rodríguez Ducós habría manifestado que efectivamente conocía a Zarusky, aunque éste negó en todo momento que fuera así.

Otro estudiante de Arquitectura, compañero de Zarusky, fue detenido asimismo el jueves a las 14 horas, luego de efectuarse un allanamiento en su domicilio. También trasladado ante el Juez de 1er, Turno ese joven -cuyas iniciales serían E.C.- recuperó su libertad al no poderse comprobar su vinculación con los Tupamaros. Trascendió al respecto que el Dr. Pereyra Manelli resolvió someter el caso a consideración del Fiscal de Crimen de 1er. Turno, Dr. Bayardo Bengoa.

Apareció Extremista Herido por la Bomba

Un funcionario bancario de 31 años, padre de tres pequeños hijos, se halla incomunicado en la habitación 327 del Sanatorio de la Asociación Española Primera de Socorros Mutuos, donde ingresó en la madrugada de ayer presentando politraumatismos y múltiples heridas que, según su esposa, “se las produjo al hacer explosión un primus”.

Esta versión fue inmediatamente descartada por funcionarios del Departamento de Inteligencia y Enlace, ya que a pesar de las negativas del internado, todas las evidencia sindican que se trata de uno de los acompañantes del joven terrorista Adolfo Dacosta Silva, que halló espantosa muerte al explotar en sus manos, el artefacto que portaba.

* Bomba de gran poder

De acuerdo al testimonio ofrecido por un agente de la Seccional 24ª, de guardia a escasos metros de la comisaría, instantes antes de producirse la violentísima explosión que conmovió a la Villa del cerro creyó observar por lo menos a tres personas que transitaban por Prusia y Río de Janeiro. Exactamente a las 2.30 horas la explosión arrojó a la calle a numerosos vecinos que en cuestión de minutos descubrían el cuerpo horriblemente mutilado de un joven que posteriormente fue identificado como Adolfo W. Dacosta Silva. El cuerpo del muchacho de 23 años, funcionario administrativo de “Acodike” y activo militante sindical, fue hallado destrozado frente al 1933 de la calle Prusia; su tórax había sido horadado por la fuerza de la explosión y las vísceras proyectadas contra los árboles y paredes del lugar; sus manos habían sido pulverizadas habiendo sido imposible asimismo hallar restos de uno de sus brazos. La muerte del joven fue instantánea. Junto al cuerpo de Dacosta se hallaron un bolso de plástico, una linterna y un alicate, siendo la onda expansiva de la explosión tan considerable que destruyó vidrios y quitó el revoque de varias fincas de las inmediaciones.

Fácil resultaba inferir que si Dacosta iba acompañado al producirse la trágica explosión, sus acompañantes debían necesariamente haber experimentado heridas, quizá de consideración. Las bombas habitualmente colocadas por terroristas poseen considerable poder, recordándose al respecto que las arrojadas tiempo atrás contra varias sucursales bancarias no sólo destruyeron las cortinas metálicas y provocaron el desmoronamiento de grandes trozos de revoque sino que la onda expansiva arrojó al suelo máquinas de escribir ubicadas a buena distancia de las puertas de acceso.

* Un joven internado

Pocas horas después de hallado el cuerpo del infortunado Dacosta, se tuvo conocimiento de que un taximetrista había trasladado a una persona joven desde el Cerro a un sanatorio céntrico. El hecho despertó de inmediato las sospechas de los funcionarios de la Seccional 24ª y del Departamento de Inteligencia y Enlace, que poco trabajo tuvieron en establecer que un familiar del herido había solicitado los servicios del taxímetro en los alrededores de la Curva de Tabárez. Existiendo en la Villa del Cerro un dispensario resultaba extraño el pedido justificado por las quemaduras que presentaba el herido.

Poco después se estableció que en la Asociación Española Primera de Socorros Mutuos había ingresado José Luis Blazina, (oriental, casado, de 31 años, domiciliado en Portugal 3382), pasando a la habitación 325 donde se estableció que presentaba politraumatismos y heridas múltiples en el rostro y piernas. Lo había acompañado su esposa -la persona que solicitó el taxímetro- quien manifestó que Blazina, empleado bancario, había concurrido con varios amigos a una comida produciéndose en determinado momento la explosión de un primus que le provocó las heridas que presentaba. Las declaraciones de la esposa de Blazina no conformaron y poco después fueron absolutamente descartadas al establecerse que el herido no sólo era vecino de Dacosta sino también su amigo personal. Las indagaciones se intensificaron y Blazina fue interrogado, manifestando empero que no se hallaba con Dacosta al registrarse la trágica explosión. En otros procedimientos efectuados ayer de tarde, sin embargo, surgió la casi absoluta evidencia de que Dacosta y Blazina integraban un grupo de acción directa -se ignota si el M.L.N. o alguna organización similar- ya que se hallaron documentos probatorios y planos donde se establecía en detalle los lugares donde proyectaban colocar artefactos explosivos.

El herido, mientras tanto, se halla internado en carácter de incomunicado desde las 18.45 horas de ayer, habiendo sido trasladado a la habitación 327 donde funcionarios policiales ejercen una celosa vigilancia. Blazina no corre peligro de muerte, pero deberá permanecer internado durante varios días, habiéndose informado hoy que podría sufrir la pérdida de un ojo.

Las indagaciones proseguían intensamente al cierre de esta edición, procurándose determinar a qué grupo pertenecía Dacosta, las exactas vinculaciones de Blazina con alguna organización terrorista y el lugar donde proyectaban colocar la bomba. Tres posibilidades existen al respecto: 1) La comisaría de la Seccional 24ª, ubicada a escasos cuarenta metros del lugar donde hizo explosión el artefacto. 2) Un terreno baldío sito frente a la comisaría donde se guardan varios ómnibus de CUTCSA. 3) Alguna sucursal bancaria. Se aguarda asimismo el dictamen técnico para establecer el carácter de la poderosa bomba, que según ha trascendido sería de fabricación casera y habría explotado accidentalmente -por causas que se ignoran- antes de que los terroristas tuvieran tiempo de arrojarla.

Fecha: 16 de Febrero de 1969 – Diario “El Popular” – Pág. 5

HORRIBLE MUERTE AL ESTALLAR UNA BOMBA

Un hecho de características dramáticas se registró anoche en la Villa del cerro, causando una profunda conmoción. Al estallarle un artefacto con poderoso explosivo un joven resultó muerto, terriblemente mutilado. El occiso era Adolfo W. D’Acosta Silva, soltero, de 23 años, empleado administrativo de la empresa Acodike, que se domiciliaba en Chile 3834.

Eran las 2 y 30 de la madrugada, cuando en la calle Prusia, a la altura del número 1930, explotó con violencia el petardo que sobresaltó al vecindario. De inmediato concurrieron algunos habitantes al lugar adonde se había observado un fogonazo- También concurrieron efectivos policiales de la Seccional 24ª, ubicado precisamente en la calle Prusia y Río de Janeiro, a 60 metros del lugar donde se produjo la explosión. En el medio de la calle encontraron sin vida de D’Acosta, horriblemente destrozado: el tórax estaba horadado y sus vísceras habían sido proyectadas sobre paredes y árboles cercanos, al igual que parte de los miembros.

HERMETISMO POLICIAL

La única versión oficial sobre este trágico hecho fue proporcionada en el comunicado Nº 496 del Ministerio del Interior emitido al mediodía de ayer, que dice lo siguiente: “En la madrugada de hoy, una persona que caminaba por la calle Prusia, llevando en sus manos un artefacto explosivo, cuyas características se estudian en estos momentos, por causas que se desconocen, el petardo explotó, causándole la muerte instantáneamente. Se encontró en el lugar, una linterna, un bolso de plástico y un alicate. La policía analiza este hecho”.

La policía ha guardado cerrado hermetismo sobre este caso. No obstante, trascendió que la Jefatura vincula al occiso al grupo “Tupamaros”. Asimismo, se afirma que la policía habría realizado un allanamiento en el domicilio de D’Acosta, en la mañana de ayer.

Participan en las averiguaciones Inteligencia y Enlace, la Policía Técnica y personal de material y Armamento del Arsenal de Guerra que estudiaba las partículas del artefacto para determinar el tipo y la calidad del material explosivo.

(Copia fiel del original)

Fuente: www.pasadoreciente.com “Museo de la Memoria del Pasado Reciente”

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