DESPUES DEL PLEBISCITO

Finalmente, luego de convocada la ciudadanía a expresar su voluntad, el plebiscito para derogar 135 artículos de la LUC, el voto por NO derogar, se impuso finalmente.

Si bien la diferencia no fue significativa, los promotores del referéndum quedaron sin su preciado trofeo de derogar los artículos, cuyas consecuencias serían dar un duro golpe al gobierno.

Vimos todos, una campaña plagada de todo tipo de maniobras, discursos, publicidades, declaraciones, que poco o nada tenían que ver con los artículos de la ley en cuestión.

Se intentó hacer decir a la ley cosas que no decía, sobre las que decía, se pretendió interpretar en forma contraria o falsa.

Valiéndose de lo poco, que tanta gente se informa, se dijeron muchas cosas que solo buscaron infundir temor, desinformar, haciendo creer que el peor de los mundos se podía venir por esa ley.

Hemos sido testigos de la desarrollada hegemonía cultural, que la izquierda ha desplegado en sindicatos tanto públicos como privados, donde el pensamiento único se ha impuesto.

Las carteleras sindicales solo ostentaban y difundían publicidad y papeletas del color rosado a favor del SI

Patoteros amenazando a militantes de otros partidos, aduciendo que barrios enteros les pertenecen.

Facultades y dependencias públicas embanderadas con un único color, lo cual obviamente, deja la sensación de que solo eso se puede votar, más allá que nadie podría imaginar una Facultad embanderada con propaganda por el NO.

La izquierda, que funciona con ese mecanismo de un cuasi mesianismo, por el cual sus militantes y defensores, entienden que ellos son los únicos preocupados por temas de alta sensibilidad, por los desposeídos en toda actividad, por los trabajadores explotados, o cualquier otro grupo que sea de considerar.

Hoy en día han sumado, todos los diversos sexualmente hablando, con la ideología de género, agregando la ridícula deformación del lenguaje.

Programas de televisión, de radio, periodistas, docentes, han incorporado un relato de la historia que deforma la misma en forma grosera.

La suma de estos diversos puntos, han logrado penetrar en miles de personas que ya no analizan, si tal o cual artículo es bueno o malo, si afecta o no a alguien.

En una gran mayoría de personas, eso paso a segundo plano, lo que se considera es, quien propone y de donde viene tal o cual idea.

Las grandes diferencias en votos por tal o cual opción, difieren notoriamente en Montevideo y la inmensa mayoría del Interior del país.

Se podrán argumentar tradiciones de tal o cual Departamento, posiciones políticas históricas, etc.

En este referéndum, el verdadero análisis de la ley y sus posibles repercusiones en nuestra vida no parece haber sido lo principal a considerar.

De ahí, a que uno se pueda cuestionar la validez de un referéndum, cuando se convoca a los ciudadanos a opinar, ser legislador por un día o de la forma florida que se le quiera nombrar, tomar partido por leyes que han sido redactadas por quienes fueron elegidos para eso y que se supone que mayoritariamente están preparados para esa tarea.

Cualquier encuesta callejera o conversación grupal, demuestra claramente la desinformación, ignorancia o hasta desinterés que tantos ciudadanos manifestaban ante la consulta de conocimiento sobre qué cosa se votaba.

Sé que esto no suena políticamente correcto, pero mi análisis pretende ser realista, por lo que no cabe la demagogia que tantas veces se nos invoca, “que es para que el pueblo decida”, “el soberano se exprese”, “el veredicto de las urnas” y tantas otras bellas frases que suelen ser para sonar lindas al oído.

Conste que esta apreciación, la hago sobre este tipo de actos electorales como son los plebiscitos y referéndums, donde podría agregar y recordar, que hubo un plebiscito y un referéndum, referidos a la Ley de Caducidad, que fueron claramente favorables a la ley en cuestión y el Frente Amplio olímpicamente los ignoró. Y no contento con eso legisló en contra con una mayoría exigua de un senador y medio diputado.

Dejó otras conclusiones referidas a este referéndum, cuando comprobamos que el PIT CNT terminó engulléndose al frente amplio.

La pérdida de líderes en la coalición de izquierda, hizo que la Central Sindical diera un golpe maestro, para muchos imperceptible. El Partido Comunista líder indiscutido en el ámbito sindical, así como líder dentro del Frente, acaba de proceder como una gran pitón, abrazó a una presa más grande y en forma lenta pero firme se tragó al Frente Amplio..

Impulsaron el referéndum, embarcaron al Frente en el mismo y terminaron aportando el presidente de la coalición de izquierda.

Los grupos más radicales que dirigen el Pitcnt, también dirigen al Frente, por lo tanto, la unión ha sido sellada, casi oficialmente, cuando antes eran como una especie de novios.

Se vieron todos en la sede de la Central Sindical en una mescolanza a ojos de todo el mundo.

¿Qué podemos esperar?

Vistas las declaraciones de quienes perdieron, sobre sus intenciones de derogar artículos de la LUC, no parece que estén con voluntad de reconocer o analizar su derrota.

Así vienen, desde la pérdida de las elecciones, por encarar una autocrítica que obviamente nunca llegará.

Eso les deja como estrategia de maniobra, lo que hemos visto hasta ahora, ejercer todo tipo de presiones sobre el gobierno, convocar paros, caceroleadas, aunque estuviéramos en pandemia, juntar firmas para este referéndum sin lógica, producir hechos políticos, para retrasar al gobierno, distraerlo, maniatarlo.

La izquierda en manos de los grupos más radicales piensa exclusivamente en como retornar al poder, harán todo lo posible para que al gobierno le vaya mal, ya que eso está en su esencia, distorsionando su accionar en todos los terrenos, cosa que además mantiene activa a la militancia ya contaminada en buena parte, de esa sed de venganza contra quienes retrasan sus planes.

La Coalición de Gobierno con el presidente Lacalle a la cabeza, deberá ser firme, ya que las concesiones otorgadas a la izquierda, intentando ser políticamente correctos, no aporta ni aportará un solo voto de ellos fuera del frente.

Hoy en algunas redes leía consideraciones de los militantes, las cuales deberían generar preocupación.

Evidentemente dolidos por una nueva derrota, algunos mencionaban, “ahora queda claro a quienes debemos apoyar o ayudar, el resto que se arregle como pueda”.

Una clara postura de desprecio hacia quienes votaron diferente, desvalorizando a las personas, casi llevados a la categoría enemigo traidor. Esa es la forma de pensar del sindicalismo zurdo hacia adentro de las empresas y así las funden.

Cuando hay personas en una sociedad que llegan a este tipo de razonamientos, algo no está funcionando bien, denota que hay una brecha que se viene profundizando y no es menor ocuparse en analizarlo, como considerarlo grave.

La emoción y la pasión llevadas a un extremo peligroso.

Habrá que encarar aquellos planes presentados a la ciudadanía, ´por lo cual confió el gobierno a la Coalición, en buen romance, apretar el acelerador antes que los venideros tiempos electorales no dejen margen de maniobra. Reducir el tamaño del Estado, la subvención de programas y ONGS que hacen política descaradamente antigubernamental.

Modificar nuestro sistema judicial y de fiscalías que ha sido nefasto, disminuir la carga fiscal que asfixia la iniciativa privada, poner en ejecución la Ley de Caducidad y liberar a los ancianos presos, víctimas de la venganza pergeñada por la izquierda radical.

La reforma de la Seguridad Social, próximo tema estratégico para el país, que convocará a las fuerzas de izquierda nuevamente a un nuevo plebiscito, será la próxima piedra en el zapato con los dolores de cabeza consiguientes..

Modernizar los planes educativos, que permitan al país generar profesionales destacados como siempre existieron, aumentando el nivel de nuestros estudiantes acorde al mundo actual, es algo impostergable.

Pequeño resumen de cuestiones pendientes, que se deben poner en ejecución, que ayudarán a consolidar la Coalición, luego de esta ratificación de su ley más importante.

La izquierda tiene objetivos a cumplir, como es su retorno al poder. Para ello utilizarán todos los medios, artilugios y trampas, para un trabajo de desgaste, recurriendo a lo emocional, como arma preferida de convencimiento a sus posibles electores.

El polo democrático republicano deberá estar atento, alerta, estamos en una zona turbulenta, están sucediendo cosas importantes, esta Revolución y sus promotores, no descansan, ¡aunque le digamos que NO!