EL «DOBLE ARMARIO», LA VIOLENCIA DE LA QUE NADIE QUIERE HABLAR. Por Marcelo Martín Olivera

La semana pasada fue noticia del asesinato de un joven duraznense a manos de su pareja en el departamento de Maldonado, la declaración del victimario dice que todo comenzó con una discusión habitual que se fue de control. Si bien los detalles del caso corresponden a la investigación policial, este hecho deja expuesta una verdad incómoda: existe la violencia entre parejas del mismo sexo y es más común de lo que pensamos.

Muchas veces para los homosexuales nos resulta difícil asumir que la persona que nos ama nos pueda lastimar, casi tan difícil como “salir del armario”. Si bien la violencia doméstica, lamentablemente una vieja conocida, se basa en diferencias de sexo, para los homosexuales no hay una definición concreta y lo que es peor, no se habla y se intenta meter abajo de la alfombra. La violencia en parejas del mismo sexo tiene los orígenes más inimaginables posibles, desde la desigualdad económica, la diferencia en la preparación académica, etc, va desde la prohibición de relacionarse con determinadas personas hasta la prohibición a que la víctima tenga redes sociales o tener que dar sus contraseñas en una “muestra de confianza”. Increíble, pero es así y nadie lo habla, es un secreto a voces escondido entre lentejuelas y banderas del arcoiris que relucen una vez al año.

Es lógico que algo así suceda, la sociedad dice que es más avanzada, pero en la interna a los homosexuales nos cuesta abrirnos camino por los estereotipos que existen y los estereotipos que aparecen constantemente. Los colectivos amantes del arcoiris muchas veces tienden a perpetuar los mismos y poco hacen para resolver situaciones realmente necesarias para los gays, solamente se centran en ofrecer un show mediático que deja magras ganancias económicas y electorales.

La violencia se manifiesta como el símbolo más brutal de desigualdad que existe en nuestra sociedad, no conoce de sexos, géneros o autopercepciones (el lector usará el término que más le guste).

Yo no estoy pidiendo leyes especiales o cosas por el estilo, estoy pidiendo que tengamos una conversación franca y frontal de estos temas. Además, no hay una estructura legal para efectuar denuncias a no ser por sea la tradicional violencia doméstica, no podemos hacer denuncias por “violencia de género” ya que ese recurso es para parejas heterosexuales.

Necesitamos hablar y sensibilizar sobre el asunto del doble armario con urgencia, debemos destinar esfuerzos como sociedad para sensibilizar sobre este asunto y generar las redes de contención suficientes para los homosexuales que sufren violencia dentro de sus parejas.

Reitero, no pido recursos de ninguna especie, solo pido que hagamos visible esto. No sabemos si un amigo al lado nuestro nos necesita o quizás no se anima a hablar por miedo a perder una pareja. Mi experiencia personal me enseñó que una pareja va y viene, la estabilidad psicológica y en los casos más graves, la vida, son más difíciles de conseguir.