EL FORO DE SAN PABLO AGRADECIDO. Por Arquímedes Cabrera

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Sin cambios drásticos en los paradigmas culturales, la batalla de Uruguay contra la delincuencia está fatalmente condenada al fracaso, y con ella la institucionalidad.

El Salvador, adonde para el 91% de sus ciudadanos el estado de excepción para combatir la delincuencia representa seguridad y reconocimiento hacia un gobierno que tiene el coraje de plantar batalla al crimen organizado y velar por su seguridad, contrasta brutalmente con Uruguay, adonde solo la mención de la medida más tibia al respecto representa dictadura, represión y fascismo.

Notorio contraste cultural con un país que, en el mismo marco de la guerra fría, sufrió el flagelo de un conflicto brutal, pero a diferencia con Uruguay, el frente Farabundo Martí, que también aglutino políticamente a los movimientos radicales de la guerrilla como el FA en nuestro país, opto, sin embargo, por el camino de la unidad nacional.

Las maras son simplemente pandillas de delincuentes, mientras que en Uruguay los criminales son considerados víctimas de la sociedad, según la cultura socialista y por tanto se les concede un estatus legal igual o superior al de sus víctimas.

Su presidente, que también milito en el Frente Farabundo Martí, actúa verdaderamente como el comandante de las Fuerzas de Seguridad del estado. Las lidera, las honra y las protege institucionalmente; mientras que, en Uruguay, los uniformados son usados para congraciarse con la izquierda mirando para cualquier parte cuando sus enemigos las atacan, encarcelan y humillan.

Un par de ejemplos bien uruguayos sustentaran nuestra comparación con un país como El Salvador, hoy modelo de la lucha contra la delincuencia y la inseguridad.

El pasado miércoles 8 de febrero fue la última audiencia a un miembro de las fuerzas de seguridad que combatieron al terrorismo marxista en el siglo pasado.

Una comedia de Juicio penal, esta vez por el Caso de los «Vagones», al único policía que, aunque gravemente enfermo, aún queda vivo.

 La soledad y el rechazo a que los escraches de los operadores de la venganza comunista en Canelones han sometido al acusado, al mejor estilo fascista de la izquierda, ya lo habían linchado mucho tiempo antes de entrar a la sede judicial.

Con apenas 45 días de ingreso a la Policía de Canelones, hace 53 años, el recién ingresado agente de 2da Alejandro Ferreira estuvo bajo las órdenes de los entonces Comisarios Guillén (que se suicidó hace poco, en protesta a su inaceptable encarcelamiento) y Vitale (también fallecido en cautiverio).

Ferreira tenía la única misión de custodiar a los detenidos por la operación desatada contra el aparato armado clandestino del partido comunista a quienes se recluían en unos vagones ubicados al lado de la Escuela Departamental de la ciudad, a la vista de todo el mundo.

Sin embargo, desde afuera del Juzgado no paraban de gritarle «asesino», por supuesto que con buena prensa cubriendo todo lo que servía para victimizar a los denunciantes.

Con todo este circo mediático, el fiscal de delitos de lesa humanidad le atribuyó responsabilidades como si hubiera sido quien decidió dar el golpe de estado, pidiendo al Juez una pena no menor a nueve años de penitenciaría, para que termine de morir en la cárcel. Es decir, una sentencia a muerte como la de sus jefes.

También esta semana circulo un video con la leyenda ¨POLICIAS EN ACCION…EN PIEDRAS BLANCAS¨, con la imagen de un procedimiento policial, en el que un puñado de exaltados, hombres y mujeres, les insultan, les arrojan los papeles por el aire y agarran a golpes a la funcionaria sin que ninguno de sus compañeros presentes interviniese, varios de ellos armados con armas antimotines.  Claro resultado del mensaje oculto detrás de la persecución a los veteranos como el caso de los vagones.

Un mensaje alentado esta semana una vez más desde el gobierno, cuando en nota periodística el Ministro de Defensa Nacional en el festival de India Muerta, negó tajantemente cualquier comentario sobre la anulación fraudulenta de la ley de caducidad para quienes se suponen son sus subordinados, proclamando sin inmutarse, su sumisión ciega a la justicia del enemigo, implantada por los agentes marxistas del sistema judicial encabezados por el fiscal Percievale.

¨El poder judicial ha hablado¨, ha declarado repitiendo la consigna del gobierno que a estas alturas ya suena a falsa muletilla.

Y así fue como invocando esta justicia, fue condenado Astesiano por un acuerdo con la fiscal … ¿»Que justicia HABLÓ¨?

 Los acuerdos entre acusado y fiscal son arreglos. Nada tienen que ver con la justicia porque ningún juez, legitimo miembro del poder judicial, participa más allá de la homologación, es decir, cuando está todo el pescado vendido. Exactamente igual a lo que hace el fiscal Percievale cuando condena virtualmente por convicción, según sus propias declaraciones.

Estos fiscales, que no integran el Poder Judicial, sino que son un servicio descentralizado del poder ejecutivo, son los que en definitiva imparten justicia en Uruguay. Escudo de tirios y troyanos para ocultar sus embrollos, blanquear dinero, justificar sus venganzas y obtener ventajas políticas y económicas.

 El presidente Bukele en El Salvador, sin embargo, llego a la presidencia sin excusarse detrás de ninguna supuesta separación de poderes. Desafiando la injusticia, mostrando ante todo liderazgo, determinación política y compromiso con su pueblo primero destituyo a los magistrados de la suprema corte que en el Salvador se llama Sala Constitucional. Luego destituyo al Fiscal de Corte o fiscal general de la República, y luego se puso a la cabeza de sus fuerzas de seguridad para llevar adelante su ¨Plan de excepción¨ para exterminar las maras.

Nuestras autoridades, sin embargo, prefieren ceder por temor a cambiar el estatus que la izquierda impuso durante quince años y tolerar la delincuencia haciendo oídos sordos al reclamo de su pueblo.

La debilidad de un estado que demuestra semejante incapacidad para enfrentar al delito debilita fatalmente las estructuras de los organismos de seguridad, los servicios de inteligencia y las Fuerzas Armadas; lo que, en un mundo en el umbral de una confrontación bélica global y una renovada versión de la guerra fría, significa un suicidio como Nación independiente.

El Foro de San Pablo agradecido.

2 COMENTARIOS

  1. Claro y concreto, como siempre.
    Solo por mera curiosidad, podremos juntar una patrulla de oficiales como el Coronel Cabrera?
    Despues vemos como se hace…

  2. Realmente una vergüenza nacional el estado del país la delincuencia. La venta de drogas duras a la vista de todos hoy recorriendo. 18 de julio y cercanías de tres cruces se ven los vendedores de droga por doquier. Y nadies Ace absolutamente nada . Ningún político los tiene en su lugar. Lamentable. Alo único que se dedican es a enrriquerse con la droga y otra maniobras .

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