EL GOLPE DE ESTADO DEL 73, LA OPINIÓN DEL SENADOR GUIDO MANINI RÍOS. Por Pluma Blanca

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Luego de haber reseñado opiniones de los expresidentes de los partidos tradicionales que ejercieron el cargo desde 1985, la de Wilson Ferreira Aldunate y la del secretario político por 16 años del líder histórico del Frente Amplio, deseamos presentar ahora la opinión del primer Senador de Cabildo Abierto General Guido Manini Ríos. Lo hacemos en el entendido que dicho partido político representa a 270000 uruguayos, siendo a su vez una fuerza política nueva y que define, de alguna manera, un nuevo fenómeno, hay un sector de la población, un sector de republicanos demócratas y liberales que ya no se sienten representados por las demás fuerzas políticas. Las razones de su surgimiento no las vamos a profundizar en esta entrega porque es una realidad de hecho ya que después de cinco años ha mantenido su caudal de votos.

Guido Manini Ríos es General de Ejército retirado, proviene a su vez de una familia de larga trayectoria política en el País. Por otro lado, si bien era un alumno de liceo en 1972, el hecho de haber desarrollado su carrera militar durante más de cuarenta años, que culminan con la comandancia del Ejército por casi cinco años, una de las más prolongadas que se recuerden. Esto ocurrió durante el segundo gobierno del Dr. Vázquez, lo que hace de Manini un protagonista obligado, no ya de los inicios del proceso del Golpe de Estado del 73, pero sí de sus resonancias actuales.

Se toma para esta columna de opinión su intervención en el senado en una sesión dedicada a rememorar el quincuagésimo aniversario del golpe de Estado.

Manini hace un enfático llamado a un ¨nunca más¨ mucho más amplio e inclusivo que lo que implica el ¨nunca más¨ del resto de los sectores de los partidos y del PIT, pero vean ustedes.[i]

Comienza diciendo Manini:

¨Compartimos lo expresado en sala en el sentido de que nunca más haya dictadura en este país¨

Agrega que además siempre se respeten las instituciones democráticas y los pronunciamientos populares.

Esta primera afirmación alude, según mi humilde criterio y entre otras posibilidades, a los dos pronunciamientos populares desconocidos por el gobierno de Mujica al derogar de hecho la ley de caducidad a partir de 2012 al usar sus mayorías circunstanciales, hecho que derivó en que hoy haya 120 militares presos, por haber vencido una guerra sucia que no provocaron.

Esta situación representa una gran injusticia, desde el punto de vista de los derechos humanos en su más amplia expresión. Aquellos servidores públicos, convocados por nuestros representantes legítimos, están presos por habernos salvado a todos de las consecuencias que hubiera traído una dictadura tipo chavista en Uruguay. Si eso hubiera ocurrido, seguramente nos podría haber conducido como sociedad por el camino de Venezuela ,20 años antes que aquella desgraciada sociedad cayera definitivamente en el socialismo Siglo XXI, del que no sabemos cuándo podrá librarse.  

Expresa Manini que Cabildo Abierto desea para el futuro de nuestro país que nunca más haya terrorismo, venga de donde venga, especialmente cuando el terror afecta a los que no tienen otra posibilidad que la defensa que proporcionan las instituciones del Estado. Entendemos por propia experiencia lo que dice Manini, hay quienes ante una debacle social, pueden tomarse un avión y volver cinco, diez o veinte años después, pero hay otros que dependen de lo que haga el gobierno, la sociedad civil organizada para su autodefensa mediante la policía, las fuerzas armadas y la justicia.

Manini da su concepto de cómo se gestó el golpe en el sentido de que no fue que a un grupo de militares iluminados se les ocurriera entrar al parlamento, sino que lo que ocurrió aquel día fue la culminación de un largo proceso de deterioro de las instituciones democráticas que habría comenzado más de una década antes:

¨Podemos hablar de la guerra fría donde las grandes potencias dirimían sus diferencias promoviendo conflictos de menos intensidad a los largo y ancho del planeta¨

Ese proceso se inicia para Manini con el triunfo de la revolución cubana en 1959 que alienta el surgimiento de movimientos que buscan asaltar el poder por las armas en todo el continente. Estos ecos revolucionarios repercuten en Uruguay en los primeros años de la década de 1960.

¨Nuestra sociedad, toda nuestra sociedad, asiste atemorizada a secuestros, asesinatos, robos con fines políticos y a una creciente hostilidad y clima de odio que se instala en el accionar político de la época¨[ii]

Comentamos aquí, el hecho de que hubo representantes nacionales mezclados con el accionar de los sediciosos y esto muestra hasta donde había progresado el movimiento de levantamiento civil contra las autoridades constituidas, impulsado desde Cuba. Los tupamaros eran pocos, poco instruidos y con pocos recursos, pero estaban bien apadrinados por el sindicalismo, el partido comunista y sus frentes de masas y por el esfuerzo económico y educacional de la URSS y principalmente de Cuba.

Es interesante que cuando se alude a la dictadura, dice Manini Ríos, se alude a los ciudadanos detenidos o interrogados por las fuerzas del orden, pero no se habla del terror del ciudadano común, no organizado ni entrenado para la insurgencia, al que defienden la policía y las fuerzas armadas. Esos, decimos, que son la mayoría. Que razón tiene Senador Manini, hubo y hay millones de uruguayos que pudieron retomar sus vidas, ir a trabajar, no perder años de estudios, ni su seguridad física, material, ni su vida misma por la decidida acción de control de la insurgencia castro cubana. De ellos no se habla en esa connivencia actual entre izquierda y partidos tradicionales, todos empeñados en echarle la culpa a las fuerzas del orden. Comen asado y culpan al cuchillo.

Manini repasa a continuación, el génesis de estos movimientos que incendiaron el continente. Todo empezó a organizarse a otra escala con la tricontinental de la Habana:

¨… a la que asisten organizaciones y grupos revolucionarios de América, África y Asia. La declaración final de esta reunión prioriza la lucha armada para el acceso al poder y constituye el antecedente directo de la OLAS, Organización Latinoamericana de Solidaridad, que se reúne en agosto de 1967, en la Habana también, con el objetivo de promover la lucha armada en el continente con el fin de establecer estados socialistas en América Latina¨

Después de esta exposición que el senador está desgranando, queda claro el hilo conductor que une al Kremlin con la Habana, con el partido Comunista del Uruguay y con el MLN Tupamaros. No vengan los comunistas a querer decir que ellos no participaban de la lucha armada cuando, al decir de Esteban Valenti, su arsenal era mayor que el del MLN en esas épocas.

Nos explica Manini que todos los movimientos socialistas de América Latina que se congregaban en La Habana lo hacían bajo las propuestas estratégicas del régimen cubano que puede resumirse en su eslogan ¨el deber de todo revolucionario es hacer la revolución¨. Entre los concurrentes a esta convocatoria castrista de 1967, estaban muchos grupos y partidos de Uruguay, que siguen actuando hasta el día de hoy en muchos casos. Bueno es recordar que esta organización, la OLAS fue idea de Salvador Allende el expresidente chileno que se quitó la vida en el Palacio de la Moneda. No cabe duda de que hubo compromiso con la causa, como no cabe duda tampoco que la causa no era democrática ni republicana sino completamente autoritaria, como toda la acción marxista lo es. He allí su peligrosidad.

La OLAS apostó por la lucha armada y la guerra de guerrillas como mecanismos para extender la revolución en América Latina. La OLAS también especificó que la acción revolucionaria debía ser llevada a cabo por la clase obrera en unión con el campesinado y los estudiantes. Queda clara la acción del partido comunista y el PIT que sigue usando estas dos alas como frentes de avance, obreros y estudiantes. Las posturas de la OLAS siguen vigentes hoy 56 años después.

Dice Manini leyendo la declaración final de la OLAS:

¨En su documento final, se aprobó a la lucha armada y la guerra de guerrillas como vía de acceso al poder…///… la lucha revolucionaria armada constituye la línea fundamental de la revolución en América Latina¨

Este es el ambiente que se vivía en Uruguay en los años finales de la década del sesenta, explica el Senador, y ello es el marco que dará origen a los lamentables sucesos de 1973.

Paralelamente Manini reseña la evolución de las ¨medidas prontas de seguridad. Dice que se comenzaron a aplicar casa vez con mayor frecuencia desde 1959 y desde junio de 1968 se vuelven un estado permanente.

¨Más allá de la constitucionalidad innegable con que se hayan aplicado, un país que vive en estado permanente de excepción es un país que demuestra graves fallas en su institucionalidad¨, concluye Manini su diagnóstico sobre aquellos años.

Dice Manini que la disolución de las cámaras fue el último acto de una sucesión de hechos que fueron llevando a la caída de las instituciones. Manini recuerda ese proceso y rescata tres momentos que merecen ser destacados como hitos por su trascendencia en el desenlace. El 8 de setiembre de 1971 se produce el escape de 106 reclusos del Penal de Punta Carretas, 101 de ellos tupamaros.

¨El 9 de setiembre de 1971 el Poder Ejecutivo comete a las Fuerzas Armadas hacerse cargo de la lucha antisubversiva ante la impotencia de la policía para enfrentar a un movimiento armado que, desde hacía casi una década, viviendo el país en democracia, mataba, robaba, secuestraba, atemorizaba a la población…///…, todo esto a menos de tres meses de las elecciones nacionales¨ minuto seis del video de referencia.

El segundo hecho que destaca Manini es el ocurrido el 15 de abril de 1972, cuando la Asamblea General vota con 107 votos a favor, algo así como un 80 % de los legisladores, el ¨Estado de Guerra Interno¨. Las legítimas autoridades elegidas en elecciones democráticas pocos meses antes, fueron las que entendieron la necesidad de adoptar a una medida tan extrema, dice el Senador y líder de Cabildo Abierto. Agrega que es difícil calibrar en su verdadera dimensión el clima de caos que el país vivía, excepto por estas muestras que nos ofrece la historia.

Intentando describirlo el general habla de ocupaciones de centros de enseñanza, quema de ómnibus, atentados con bombas, secuestros de embajadores extranjeros y autoridades nacionales, robos de bancos, atentados con asesinatos por la espalda a servidores públicos y baños de sangre como los ocurridos el día anterior. Recordemos que el 14 de abril de 1972, el MLN planificó siete atentados, de los cuales ejecutó cuatro y que el saldo final de muertos de ese día fue de doce uruguayos. Nada más ni nada menos que poner en hechos la declaración final de la OLAS de cinco años antes, eso era los que hacían nuestros revolucionarios de izquierda, impelidos de ese furor y ese apoyo financiero.

El tercer hecho, el tercer hito que recuerda Manini es el ocurrido en febrero de 1973, cuando los mandos militares desconocen una decisión del ¨Presidente de la República¨ en un episodio en que:

¨la mayoría del sistema político buscó sacar su beneficio y le dio la espalda al presidente¨

¨Cuando éste convocó al pueblo a la plaza independencia en apoyo de la democracia, concurrió un escaso centenar de personas a apoyar la institucionalidad democrática¨

Cuatro días después el propio presidente de la República pacta con los mandos militares la creación de un cogobierno con ellos.

Dice Manini:

¨Es bueno recordar en esos días la indiferencia del pueblo uruguayo. Tanto en febrero como en junio no hubo manifestaciones populares de apoyo a las instituciones democráticas, clara señal del descrédito en que habían caído en la opinión pública¨ min 9

Manini se refiere a que no hubo multitudinarias manifestaciones de apoyo. El paro que hoy se ha recordado como de quince días, fue en la práctica de tres, como lo acreditan las fuentes de la época, disponibles.[iii]

Otro tema que abordó Manini es el argumento que el golpe fue innecesario porque todos los que se levantaron en armas contra la república estaban presos en junio de 1973, es cierto dice el senador, pero no menos cierto es que los insurgentes y sus aliados por acción u omisión fueron los que propiciaron el surgimiento de un nuevo actor en el escenario político nacional, las fuerzas armadas. En otras palabras podemos decir interpretando los dichos de Manini que si hubo un actor político llamado Fuerzas Armadas, fue gracias a la inacción de los partidos tradicionales primero y a la acción  organizada del partido comunista internacional y del MLN-T, que junto al incipiente frente amplio, crearon las condiciones de caos necesarias para que las fuerzas armadas, llamadas a reprimir la subversión, se organizaran para salvar la patria en guerra, cosa que habían jurado todos sus líderes, como parte de su formación de tales. Ninguna otra misión hubiera merecido dar la vida por ella ni hubiera parecido más honrosa.

Sigue diciendo Manini Ríos sobre la teoría de los dos demonios, otro tema que merece reflexión cincuenta años después:

¨Sería de un simplismo tal que tergiversaría la realidad pretender que acá hubo solo dos actores, los que promovieron la lucha armada por un lado y quienes la reprimieron por otro, no, acá hubo otros actores que no pueden quedar excluidos a la hora de recordar tan importante fecha¨ min 10

Se refiere Manini a la clase política que fue cayendo paulatinamente, según dice, en el mayor de los descréditos provocando que no hubiera casi clamor popular. Me permito agregar aquí que dicha clase política no estuvo, a mi parecer, a la alturade las circunstancias, es más, se ha calculado el apoyo del pueblo al golpe de Estado en un 70 por ciento. Este es un hecho que expone hoy Manini, que ha sido un secreto a voces, escondido para dos generaciones de uruguayos.

¨Políticos que llevaron a la pérdida de la calidad de vida de los uruguayos siendo funcionales a intereses muchas veces ajenos a los del ciudadano común. Hubo corrupción en la clase política¨ Min 11

Se refirió luego Manini a la injerencia de terceros estados en el marco de la guerra fría, con un fuerte énfasis en la persona de Henry Kissinger. Culmina su exposición reiterando el nunca más, pero dudando a la vez que ciertos actores que justifican la violencia armada de aquella época, sean sinceros en su aseveración de Nunca Más.

Su llamado final es a Nunca más dictadura del pensamiento único y Nunca más dictadura de los poderosos.

Recomiendo escuchar y ver la alocución completa que siendo meridianamente clara es a la vez una fuente de reflexión profunda sobre nuestro pasado, de hace cincuenta años ya.

Pluma Blanca


[i] https://www.youtube.com/watch?v=0UZYR4HgRWM&ab_channel=CabildoAbierto

[ii] https://www.xn--lamaana-7za.uy/politica/manini-rios-nunca-mas-dictadura-en-todas-sus-formas/

[iii] ttps://www.pasadoreciente.com/

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