Un 4 de junio de 1943, se acaban de cumplir ochenta años, un golpe militar, en Argentina, depone al Presidente Ramón Castillo, disuelve el Congreso Nacional e interviene todos los gobiernos provinciales. Para contextualizar este hecho, de innegables proyecciones futuras, es necesario reseñar brevemente la situación política que vivía el hermano país. Luego de que un golpe militar liderado por el Gral José Félix Uriburu, el 6 de setiembre de 1930, derrocara al Presidente Hipólito Irigoyen, el citado militar que ocupó de facto la Presidencia convocó a elecciones nacionales y provinciales el 8 de noviembre de 1931, donde triunfa la fórmula de la Concordancia (conservadores, radicales antipersonalistas y socialistas populares): Gral Juan P Justo- Julio A Roca quienes asumen el 20 de febrero de 1932. En dichos comicios se abstiene la Unión Cívica Radical y se denuncia un fraude electoral. Culminados dichos mandatos se vuelven a llevar a cabo elecciones el 5 de setiembre de 1937 donde vuelve a ganar la Concordancia ahora con la fórmula: Roberto Ortiz- Ramón Castillo quienes asumen el 20 de febrero de 1938. Dichas elecciones son consideradas fruto de un escandaloso fraude electoral. El Presidente Ortiz afectado de una severa diabetes que lo dejará ciego, solicita licencia el 3 de julio de 1940 hasta el 27 de junio de 1942 en que renuncia, por ello ocupará la Presidencia primero en forma interina y luego de manera definitiva el Vicepresidente Ramón Castillo, quien mantendrá una estricta neutralidad en el curso de la segunda guerra mundial, lo cual disgustará a los Estados Unidos. Para las elecciones previstas para 1943 Castillo había elegido como su sucesor a Robustiano Patrón Costas, un típico representante de la oligarquía, Presidente Provisional del Senado y partidario de los aliados en la guerra mundial. En marzo de 1942 había muerto Marcelo T de Alvear ex Presidente de la Nación y líder de la U.C.R y en enero de 1943 fallecía el ex Presidente Gral Juan P Justo, ambos decididos partidarios de los aliados en la guerra. En el seno del Ejército predominaba una fuerte corriente neutralista y germanófila que le repugnaba el fraude electoral, la corrupción administrativa, la infiltración comunista, y la influencia de los Estados Unidos en la política interna. Apostaban a que Alemania iba a triunfar en la guerra mundial y que a la Argentina le correspondería en Sudamérica el liderazgo, en el nuevo orden, dado el rezago de Brasil y la política pro norteamericana de su Presidente Getulio Vargas. El 10 de marzo de 1943 en un salón del Hotel Conte de Buenos Aires, una veintena de Oficiales del Ejército constituyó una logia militar secreta denominada GOU (Grupo de Oficiales Unidos o Grupo Obra de Unificación) con el propósito de fortalecer en el Ejército una postura profesional, nacionalista y neutralista en la guerra mundial. Uno de sus integrantes era el Cnel Juan Domingo Perón quien había sido agregado militar en Italia entre 1938 y 1940 y se había sentido profundamente identificado con la obra de Benito Mussolini. Una actitud del Presidente Castillo hacia su Ministro de Guerra el Gral Pedro Pablo Ramírez precipitó los acontecimientos y el 4 de junio de 1943 se produce el golpe militar impulsado por el GOU, en un principio el movimiento lo encabeza el Gral Arturo Rawson, quien toma inconsultas decisiones, por lo cual a las veinticuatro horas es desplazado por el Gral Pedro Pablo Ramírez quien es investido Presidente de la Nación con el apoyo del GOU. El gobierno del Gral Ramírez se caracterizó por un exacerbado nacionalcatolicismo, reimplantó la educación religiosa católica en las escuelas públicas y disolvió a los partidos políticos. En octubre de 1943 designa al Cnel Perón como Presidente del Departamento Nacional del Trabajo, que luego transformaría en Secretaría de Trabajo y Previsión. Desde allí el Cnel Perón desplegaría una política social que captaría a las organizaciones sindicales y a la C.G.T (Confederación General del Trabajo) despojándola de toda influencia anarquista o marxista, al estilo de lo que Mussolini había hecho en Italia. El gobierno del Gral Ramírez enfrentaba un aislamiento internacional, un hecho de espionaje le da pretexto para romper relaciones diplomáticas con Japón y Alemania, lo cual no es compartido por el GOU, determinando su desplazamiento de la Presidencia el 24 de febrero de 1944 por el Gral Edelmiro Farrell. Durante dicho gobierno el Cnel Perón mantendrá el cargo de Secretario de Trabajo y Previsión y a su vez se le nombrará Ministro de Guerra y Vicepresidente de la Nación, llegando a ocupar interinamente la Presidencia de la Nación por viaje del Gral Farrell al Paraguay. Pero luego la correlación de fuerzas cambia y el 9 de octubre de 1945 debe renunciar a los tres cargos. El Cnel Perón había logrado una enorme influencia en el movimiento sindical y el 17 de octubre de 1945 logra prevalecer sobre sus adversarios y desde el llano se lanza como candidato a la Presidencia para las elecciones del 24 de febrero de 1946, donde triunfa. El Gral Farrell lo asciende con retroactividad, pese a estar retirado desde el 17 de octubre de 1945, al grado de General de Brigada poco antes de asumir la Presidencia el 4 de junio de 1946, exactamente a los tres años del golpe militar. En setiembre de 1943 cuando aún era Jefe de Secretaría del Ministerio de Guerra, entrevistado por una periodista chilena que lo inquirió sobre su futuro le responde: “Cada uno tiene su destino y hay que seguirlo…” Y por cierto que lo siguió.
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