La oferta de Elon Musk de más de 40.000 millones para comprar Twitter ha quedado congelada. Así lo anunció este viernes mediante un tuit el propietario de Tesla y Space X a la espera de recibir más información sobre la cantidad de cuentas falsas que existen en la plataforma. La compra venta de usuarios es algo más que presente en esta red para dar la impresión de ser más influyente de lo que se es.
Las acciones de la empresa se derrumbaron un 20% nada más conocerse esta situación, previa a la apertura de mercado. Antes de esta novedad en la pausa de la oferta, los títulos de Twitter ya habían caído 9.000 millones de dólares por las muchas dudas que envuelven el proceso de privatización.
Dos horas más tarde, el empresario escribió un tuit asegurando que sigue «comprometido con la adquisición» de la red social. Tras el nuevo mensaje, las acciones de la plataforma en las operaciones electrónicas anteriores a la apertura de Wall Street recuperaban parte del terreno perdido, cayendo sobre el 10%.
Cuando en abril anunció la compra de esta red social, Musk ya indicó que una de sus prioridades sería eliminar los bots artificales. «El acuerdo por Twitter queda temporalmente en pausa a la espera de los detalles pendiente del cálculo de que las cuentas falsas representan verdaderamente menos del 5% de los usurios», tuiteó Musk, que con más de 80 millones de seguidores, es el gran líder de esta plataforma.
En su mensaje incluyó una información de Reuters en la se explica que, según la empresa, las cuentas falsas no superan el 5% de los usuarios activos monetizables. Musk, el hombre más rico del mundo sobre el papel, quiere saber qué es lo que compra verdaderamente y cual es la situación de la compañía por la que ha apostado antes de continuar con el trato.
Compra
Eliminar a bots, uno de los objetivos de Musk
La red social con sede en San Francisco aseguró en su información interna que disponía de 229 millones de usuarios al final del primer cuarto de este año.
Esta noticia se produce después de que trascendiera este jueves que dos de sus máximos responsables ya han dejado la empresa por el efecto de la adquisición de Musk, además de congelar todo el proceso de nuevas contrataciones. El jefe ejecutivo de Tesla ha sido muy crítico con algunos directivos por considerar que limitaron la capacidad de expresión en la red. De hecho, ya dijo que, si se concreta la adquisición, levantará el veto al expresidente Donald Trump, que quedó fuera por divulgar información golpistas e incitadoras de violencia.
Todo apunta a culebrón, en buena medida porque Musk es más que conocido por su carácter visceral y su estilo impulsivo de hacer negocios. Precisamente a golpe de tuit, lo que le ha traído no pocos problemsa. Su comentario deja en el aire el acuerdo que pondría en sus manos una de las redes sociales más influyentes en el mundo, territorio del que políticos y periodísticas son sus grandes ocupantes y escenario que configura la opinión pública.
El acuerdo tiene una cláusula de 1.000 millones de dólares de penalización si no se completa la compra, aunque se desconocen sus detalles
El acuerdo aprobado por el ejecutivo de Twitter incluye una cláusula de 1.000 millones de dólares en caso de que al final no se produzca la compra. No está claro cómo se aplica esta claúsula si Musk determina que la realidad sobre los usarios no es la que le dijeron.
Su apuesta significa que se juega una buena parte de su fortuna para financiar la compra de Twitter, una plataforma que desde que salió a bolsa nunca ha cumplido las expectativas y su capacidad de obtener ganancias no se ha conretado.