EXPLOSION EN REFUGIO DE TUPAMAROS. DOS NIÑOS HERIDOS

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EL PASADO RECIENTE CONTADO POR LOS MEDIOS DE PRENSA DE LA ÉPOCA

Fecha: 26 de Abril de 1969 – Diario “El Diario” – Pág. 16

DETONO UN ARTEFACTO DE ELEVADA POTENCIA

Encuentran Armas y Detienen Una Mujer

Una explosión accidental puso al descubierto este mediodía un nuevo cuartel tupamaro en los suburbios de la ciudad. Allí se hallaron posteriormente armas largas, municiones, documentos, pólvora y gelinita, junto a una camioneta robada y una importante suma de dinero que prevendría de los atracos cometidos por la organización clandestina.

Dos niños resultaron heridos, a raíz del estallido, que parece haber ocurrido mientras eran preparados artefactos explosivos en un galpón. Otros datos, que indagaba en forma intensa la policía, indicaban que también resultaron quemados un hombre y una mujer, ahora prófugos. Estos serían el extremista Heber Mejías Collazo y su compañera, América García Rodríguez (a) “Cuqui”.

Finca en el Cno. Del Andaluz

El hecho se registró a la hora 12.50 de hoy, en la finca ubicada en camino del Andaluz Nº 3781, a unas cinco cuadras de Cuchilla Grande. Se trata de una casita modesta, pero bien cuidada, en cuyo frente hay una pequeña huerta y un garaje, y en cuyos fondos está emplazado un galpón.

La vivienda  fue alquilada en setiembre del año pasado, a una mujer, Haydée Bentancur Sánchez (oriental, soltera, de 32 años), que residía en ese lugar con su compañero -un hombre que sólo se dejaba ver ocasionalmente- y dos hijos, Enrique Nilo (5 años) y Daniel (3 años). También vivía en esa casa el padre de Haydée Bentancur, un empleado de Telecomunicaciones.

La casa había sido alquilada por sus propietarios en la suma de $ 13-000 mensuales.

La pareja llevaba la vida de un matrimonio normal, y enviaba a los chicos al jardín de infantes de la Escuela Manga.

Explosión y heridos

Hoy, a la hora que hemos indicado, la mujer estaba en la huerta, y sus hijos en el fondo, junto al galpón donde evidentemente alguien manipulaba explosivos. De pronto, un formidable estallido conmovió el lugar, destrozando casi por entero el techo de zinc del galpón. Haydée Bentacur corrió hacia el fondo y allí encontró a sus hijos con las ropas en llamas. Con la ayuda de vecinos, les echó leche en el cuerpo y luego, en una camioneta, los llevó hasta el Policlínico Piedras Blancas, donde les fueron hechas las primeras curaciones, para trasladarlos luego al Hospital Pereira Rossell, donde ahora están asistiéndose con quemaduras de 1º y 2º grado.

A todo esto, un vecino apellidado Barreto prestó auxilio a una pareja que salió herida del galpón. El hombre sería mejías Collazo y la mujer América Rodríguez, ambos tupamaros buscados. Barreto los llevó en un vehículo de su propiedad, para conducirles a un hospital. Pero, en el trayecto, pinchó una de sus gomas, en Gral. Flores y Guerra, y los pasajeros bajaron apresuradamente, pararon un taxi y en este coche desaparecieron con rumbo desconocido.

Haydée Bentancur, después de dejar sus hijos en el Rossell, se dirigió al Clínicas, para que le curaran algunas lesiones leves que había sufrido al prestar socorro a los pequeños.

Allí la detuvieron funcionarios de la 9ª y, luego de curada, fue conducida al Departamento de Inteligencia y Enlace.

De sus declaraciones, surgió que su compañero se llama Juan Carlos Méndez. Este hombre no había sido localizado por las autoridades, hasta el cierra de la presente edición.

Después de la explosión, que se oyó en un radio de hasta 10 cuadras a la redonda, concurrieron al lugar el comisario Justo Umpiérrez, de la seccional 27ª, y personal a sus órdenes. En el galpón, hallaron elementos probatorios de que allí habían estado fabricándose bombas. Junto a una balanza empleada para pesar elementos químicos, había carbón en polvo, nitrato de potasio y aluminio en polvo.

Diez armas, una carpa y bombas.

En el garaje del frente, se localizó una camioneta robada en enero de este año, matriculada con el número 441.386. El vehículo estaba siendo repintado de color gris.

En la finca se guardaban también dos rifles, un fusil “Mauser”, dos escopetas, tres revólveres, una pistola “Parabellum” y un “Super Mauser”. Con estos elementos, había 9 bombas de fabricación extranjera, 15 cartuchos de gelinita y 9 de otros potentes explosivos; una carpa de campaña completa y numerosas cédulas de identidad falsificadas, así como literatura marxista, folletos y materiales de adoctrinamiento.

Cuando se tuvo noción de la importancia del hallazgo, se hicieron presentes en el lugar el Jefe de Policía de Montevideo, Cnel. Romero Zina Fernández; el jefe y subjefe de la Republicana, Barrios y Albornoz, respectivamente, y el comisario Píriz Castagnet, del Comando de Informaciones e Inteligencia.

También tomaron intervención los subcomisarios Fontana y Benítez, del Departamento de Inteligencia y Enlace.

Fuerte suma de dinero

Trascendió que pudo secuestrarse también una fuerte suma de dinero, empaquetada; la cantidad exacta no se informó.

Esta tarde, mientras los técnicos del Ejército sacaban de la vivienda los explosivos hallados, la Jefatura había radiado pedidos de captura para dar con la pareja que huyó herida, después de la deflagración. Fundamentalmente, importaba el testimonio del taxista que recogió a esas personas en Gral. Flores y Guerra. Estaba estrechamente controlado, asimismo, el ingreso de quemados en todos los establecimientos asistenciales, públicos y privados, de Montevideo. Pero existían dudas en cuanto a los resultados de esta vigilancia, porque -de ser Mejías y América García los prófugos- posiblemente hayan contado con servicios sanitarios clandestinos, de los que disponen los tupamaros, según ya se pudo comprobar en ocasión de anteriores hechos.

Fecha: 27 de Abril de 1969 – Diario “El día” – En Portada

Desesperada Búsqueda de los dos Tupamaros Gravemente Quemados

……..  …….. de 3 años, que como su hermanito, ……… sufrió graves quemaduras al producirse una explosión en la finca de Paso del Andaluz 3871, cuyo frente puede verse al costado; según se supo después, en ese lugar, desde el mes de setiembre, había u refugio de “tupamaros”; los padres de los niños guardaban una camioneta robada, bombas y armas, que eran manipuladas por conocidos “tupamaros”. El accidente se produjo cuando Mejías Collazo y américa García -buscados desde hace tiempo- preparaban una bomba. (PAGINA 6)

Fecha: 27 de Abril de 1969 – Diario “El Popular” – Pág. 8

Explosión Accidental: Sindican a “Tupamaros”

* Dos niños recibieron quemaduras * Una pareja también fue afectada, pero fugó.

Otro hecho casual, en este caso un accidente, ayer al mediodía habría permitido a la policía obtener referencias de personas sindicadas como “Tupamaros” que lograron fugar. Al mediodía se produjo una explosión en una finca de manga. Dos pequeños niños resultaron con quemaduras, siendo trasladados a un hospital. De la misma finca, pocos minutos después, salió una pareja que había sufrido quemaduras y al parecer alguna herida. Estos se alejaron en el coche de un vecino y luego en un taxi. – Acto seguido estuvo brevemente por dicha casa un desconocido que tras hablar por teléfono, desapareció rápidamente, también en un taxímetro. Finalmente llegó la policía y detuvo a un anciano que residía en el lugar. – Se incautaron algunas armas, proyectiles, elementos para la fabricación de pólvora, algunas bombas, gran cantidad de dinero, una camioneta robada y algunos documentos.

El Inspector Píriz Castagnet, Director de Información e Inteligencia, dijo que la pareja que logró huir fue identificada como Heber Mejías Collazo y su compañera América García Rodríguez (Cuqui), sin explicar en que fundamentaba tal aseveración. Por otra parte, oficiosamente se mencionó que el otro desconocido visto en escena sería Raúl Sendic. El anciano detenido es Daniel Bentancur, oriental, casado, de 61 años, padre de Guirnal Haydée Bentancur Sánchez, oriental, soltera, de 32 años (también demorada). Son los hijos de ésta los que resultaron afectados por el accidente: ……… de 5 años (quemaduras de 1º y 2 grado, de carácter reservado y probable fractura de mano derecha) y ………. 3 años (quemaduras de 1er. Y 2º grado de carácter leve en todo el cuerpo). Se encuentra prófugo el compañero de la mujer, quien al parecer se llamaría Juan Carlos Méndez, de unos 34 o 35 años.

* UN INMUEBLE MODESTO Y ESPACIOSO

Todo se desarrolló en la finca ubicada en Camino del Andaluz 3781, a unas 5 cuadras de Cuchilla Grande. Se trata de un inmueble modesto y espacioso, propiedad de Elisa Lorenzo de Bologno. – Esta lo había alquilado hace cerca de 8 meses, en setiembre del año pasado por 13.000 pesos, a Bentancur y su hija. El sexagenario es captaz de cuadrilla de Telecomunicaciones.

Al frente de la casa hay una pequeña huerta y a un costado un garage cuya puerta siempre permanecía trancada con llave. Pese a ello, algunos vecinos sabían que allí había una camioneta (matrícula 441.386, Opel, tipo furgón, robada en enero y pintada de gris). Se les había dado la versión de que el garage había sido alquilado, precisamente, para guardar el rodado. Los ocupantes de la casa tenían muy poco trato con sus vecinos. Estos los apreciaban ya que siempre se los veía como presonas laboriosas.

El anciano dijo que el compañero de su hija le había dicho ser obrero gráfico de “El Plata”. Salía cotidianamente por la mañana y la tarde, como si tuviera ocupación fija. A Méndez no se le vió más por el lugar luego del accidente.

La casa tiene un fondo espacioso y, en el lindero con un campo arado, tres rústicos galpones. – Allí residía, al parecer, una pareja que había llegado el jueves pasado y a la que los vecinos no vieron más hasta ayer, en el momento que se alejaron del lugar. Guirnal Bentancur, a quien se le conoce por el apodo de “La China”, dijo a algún vecino que había recibido “gente del Brasil”, sin agregar nada más.

LA POTENTE EJPLOSION

Fue en el patio del fondo, entre la casa y los galpones, donde ayer, a la hora 12 y 30 aproximadamente, se produjo una potente explosión, cuyo estallido se oyó a unas diez cuadras de distancia, conmoviendo al barrio entero. En el piso quedó un hoyo. En ese momento, el anciano y su hija se encontraban en el frente. La mujer corrió hacia el fondo y recogió a sus hijos. En la camioneta de un almacenero vecino los trasladó primeramente al Sanatorio de Piedras Blancas, donde les hicieron una primera cura, y luego los llevó al Hospital Pereira Rossell, donde quedaron internados fuera de peligro. Su madre estuvo acompañándolos y luego habría sido conducida a la Jefatura, al igual que su padre.

Cuando el revuelo que causó la explosión había desaparecido en parte y la mayoría de los curiosos se dispersaron, salió a la calle la pareja. Tenían sus ropas destrozadas. Evidentes quemaduras en el rostro. A la mujer se le había quemado casi todo el cabello. Pidieron a los vecinos que les prestaran ropas. El hombre se envolvió gran parte de la cabeza con una camisa, cubriendo parte del rostro. Su compañera hizo algo similar. El hombre tenía aplicada su mano izquierda sobre el estómago, zona de donde algunas personas habrían visto que manaba sangre (varias manchas quedaron en el lugar).

UN COCHE Y LUEGO UN TAXI

En ese momento llegó al lugar una persona residente en la zona, de apellido Barreto. A su coche, de modelo antiguo, sin capota, la pareja ascendió al asiento trasero. Pidieron a Barreto que los condujera a un Sanatorio, cuyo nombre dijeron no recordar. El hombre les indicó que tomara por Gral. Flores al centro, que él le iba a avisar. El vecino recuerda que la mujer emitía frecuentes quejidos de dolor, mientras que su compañero se mantenía con gran entereza a pesar del terrible sufrimiento que evidentemente padecía.

Pero a unas 15 cuadras de viaje, en Gral. Flores y Chapicuy, el viejo automóvil sufrió la pinchadura de uno de sus neumáticos. Mientras su propietario se abocaba ocupadamente a examinar el percance, la pareja ascendió a un taxímetro, en cuyas características Barreto no reparó. Después, nada más se supo de la pareja.

Por otra parte, hay testimonios de que a los pocos instantes de que dicha pareja abandonara la casa, llegó en taxímetro un hombre rubio, a quien algunos vecinos habrían visto muy esporádicamente en oportunidades anteriores. Este habría realizado un llamado telefónico (algún curioso le pareció oír referencias a 8 de Octubre y Guerra, un sanatorio) y luego se alejó rápidamente en el mismo taxi. Esta es la persona que oficiosamente se ha sindicado que podría ser Raúl Sendic.

Poco después de la hora 13 llegó al lugar personal de la Comisaría 27 (que dijo haber sido alertada anónimamente por teléfono de la explosión y la existencia de cuatro heridos). Más tarde arribó personal de Información e Inteligencia y altos jerarcas policiales. Se dijo que la policía incautó “materiales” no especificados y varios documentos de identidad, legítimos y falsificados. Asimismo, cerca de una decena de bombas y dinero en efectivo. Cuando arribaron periodistas al lugar, nada de esto pudieron ver, ya que se dijo que había sido secuestrado por la policía.

Asimismo, se vió salir al Inspector Píriz Castagnet con un gran bolso, muy colorido, repleto de fajos de billetes (según testimonios de vecinos). Sin embargo, la Jefatura informó oficialmente que el dinero incautado solo ascendía a 14 mil pesos.

Se pudieron observar en el lugar cuatro escopetas calibre 16, un rifle 22, dos pistolas 9 mm, 2 revólveres 32, piezas de otras armas y muchas municiones (cartuchos, balas, peines con balas para fusiles Mauser). Entre otras cosas, también se encontró lo que se denominó como “máquinas de cerrar granadas”, hachas, palas, una carpa, etc.

La policía no se ha pronunciado oficialmente sobre estos hechos.

(Copia fiel del original)

Fuente: www.pasadoreciente.com “Museo de la Memoria del Pasado Reciente”

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