LA CURA PEOR QUE LA ENFERMEDAD. Por Joise Morillo

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Considerando el hermetismo, la astucia y las estrategias de las tiranías de musa Platónicas que ejercen los actuales dictadores Castro comunistas en América latina, no es de extrañar que la liberación y envío de 222 presos de las cárceles Nicaragüenses -supuestamente políticos- hacia Estados Unidos, sea del mismo espíritu de la reacción de Fidel Castro ante la huida masiva de cubanos por el puerto del Mariel en 1980.

En ello está involucrada un juicio sumario y privación de libertad -eufemismo de encarcelamiento- del obispo Rolando Álvarez, caso que suspicazmente sucede previo a la expulsión de los presos y una supuesta negación del obispo a abordar el avión.

Bolívar decía que el ignorante toma la venganza como justicia. Eso es lo que el socialismo -que no está enterado de nada que sea de la filosofía de la política- hace con los pueblos que conquista. Sus protagonistas toman venganza contra el pueblo al que involucran en política por haberse mantenido alejado de sus pretensiones y no haberlos puesto temprano en el poder, en vez de someter a concurso sus postulados ante quienes se le oponen. Para ellos, la oposición es el enemigo.

Con argumentos absurdos como fundamento de cargos contra reos indefensos y secuestrados por un régimen nefasto, fueron incoados juicios sumarios donde resultaron condenados a penas de 10 años varios sacerdotes, laicos y un profesional de periodismo. Tal suceso acaeció en Nicaragua, actualmente gobernados por dos sujetos que bien les caería el peyorativo que una vez utilizó Karl Marx en un diario neoyorkino (1865) contra Simón Bolívar, a quien comparó con Soulouque, un tirano afro haitiano que luego de recibir el apoyo de los esclavos de la Colonia para independizarse del gobierno francés los convirtió en lacayos de la corona que él mismo -tal que Napoleón Bonaparte» se adjudicó para tiranizarlos a su discreción.

En esto cuenta que los condenados fueron sentenciados como traidores. Un argumento que llevado al caso de lo que -precisamente- condena Bolívar en su ideario político; es el abuso del poder de los dictadores en contra de un pueblo que ha sido aguijoneado por estos zánganos que en otrora se lanzaron como los libertadores de un pueblo supuestamente sometido a dictadura. En el caso de los Somoza.

Tales salvadores fueron los sandinistas cuyo máximo líder Daniel Ortega ahora tal que Fidel Castro tiene secuestrado -esclavizado- al pueblo de un país  que lo puso en el gobierno convencido por un discurso embustero y demagogo. O sea, la cura, ha resultado peor que la enfermedad considerando el dolor, el hambre, la miseria y toda clase de calamidades, sazonada con la falta de libertad de desenvolvimiento y pensamiento del ciudadano, que ha padecido y está padeciendo el pueblo nicaragüense con la tiranía de Daniel Ortega y su secuaz (esposa) Rosario Murillo. Ambos se han convertido de buenos revolucionarios a terroristas de Estado, algo como el antípoda o el émulo nefasto «del buen salvaje al buen revolucionario» del libro anti victimista del periodista venezolano Carlos Rangel.

Los condenados – víctimas del secuestro diseñado por este terrorismo de estado- son:  Ramiro Tijerino, rector de la Universidad Juan Pablo II; José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, primer y segundo vicario de la catedral de Matagalpa, respectivamente; además de contra el sacerdote Raúl Vega. Dos seminaristas y un camarógrafo recibieron la misma sentencia bajo la misma.

Fueron acusados como traidores a la patria y por conspiración con propaganda en contra de la dignidad de la misma.  Como se puede observar, tal argumento va en contra de la protesta a que tiene derecho el ciudadano.

La sentencia fue señalada por un organismo de los derechos humanos como «una aberración jurídica». En tales juicios a puerta cerrada como lo manifestó Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), fueron inhabilitados a perpetuidad de sus derechos ciudadanos para competir cargos públicos o de elección popular.

El domingo 5-2-2023, el presbítero Óscar Danilo Benavidez, detenido desde el 14 de agosto del 2022, fue sentenciado a 10 años por con una acusación que rebasa la hipocresía del chauvinismo francés y el sofisma eufemístico del discurso de los demagogos leninistas. Cito:

“conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional” y “propagación de noticias falsas»

Seguidamente los días lunes y martes fueron sentenciados los otros acusados.

La táctica de los tiranos de Managua es la del tirano parricida platónico; que es la musa del socialismo actual para endilgar a otros todos los males que provocan a sus pueblos, desmoralizar y someter a sus habitantes a la dependencia del estado, conformado y presidido por una élite déspota y terrorista.

Ante la prensa, las más de las veces complaciente con la tiranía,

Ortega sostiene -con la misma cantaleta comunista de complot extranjero con complicidad interna-, que las protestas de opositores se realizan con el apoyo del extranjero y de la Iglesia católica.

Curiosamente, hay algo que llama la atención internacional y que Javier Milei (político argentino) no tomaría de soslayo al observar algo de esto muy tolerante que él ha criticado mordazmente ante la posición política que involucra directamente al Vaticano. En agosto del 2022 el papá Francisco enterado de la situación en Nicaragua llamó a mantener un diálogo de política conciliatoria en ese país. Sin embargo, no se pronunció específicamente sobre los ataques contra la iglesia católica.

Joise Morillo

[email protected]

Venezuela – USA

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