Los pequeños partidos críticos de la clase política, al fragmentar el voto, pueden debilitar a la coalición multicolor y favorecen al Frente Amplio.
La crítica que menciono es común en muchos contextos políticos. Los partidos pequeños que se presentan como críticos de la clase política suelen adoptar una postura «anti-establishment», lo que puede atraer a votantes que están descontentos con los partidos tradicionales.
Este fenómeno puede fragmentar el voto, particularmente en sistemas donde el voto está muy dividido entre varios partidos o coaliciones. En el caso de que estos partidos no alcanzan un nivel significativo de apoyo, se desvia votos de una coalición mayor (en este caso, la coalición multicolor) y favorecer al Frente Amplio (FA) al debilitar a sus oponentes.
Desde una perspectiva crítica, podemos argumentar que, aunque estos partidos se presentan como alternativas, en la práctica, terminan siendo «operadores» del FA debido a que su impacto neto beneficia a la oposición al restar votos a la coalición.