Uruguay, es un país que ha dejado una profunda huella en la política latinoamericana, ha visto a lo largo de su historia una serie de movimientos políticos que han dejado una marca imborrable. Entre ellos, el Batllismo destaca como una corriente que trasciende el tiempo y cuyos principios siguen resonando en la sociedad uruguaya de hoy.
El Batllismo, cuyo principal referente fue José Batlle y Ordóñez, se caracteriza por su enfoque pragmático y sus pilares fundamentales: humanismo, libertad y republicanismo. A diferencia de otras corrientes políticas, el Batllismo no se apegó rígidamente a una doctrina incambiable, sino que se basó en principios sólidos que siguen siendo relevantes.
El humanismo. José Batlle y Ordóñez abogó por los valores humanos mucho antes de que existiera la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En sus escritos y discursos, defendió la igualdad, luchó contra la discriminación y apoyó causas como el feminismo. Su visión de una sociedad educada y consciente como pilar de la libertad refleja su compromiso con el desarrollo integral de las personas.
La noción de libertad en el Batllismo no se limita a lo social o económico, sino que abarca un sentido integral de la palabra. La libertad no solo implica liberarse de la tiranía, sino también de las opresiones sociales. Esta concepción encuentra similitudes con las ideas de John Stuart Mill. El Batllismo considera que es responsabilidad del Estado garantizar la libertad individual, protegiendo a los más vulnerables, un rol que José Batlle y Ordóñez puso en práctica durante su presidencia.
El republicanismo es otro pilar esencial en el Batllismo, estrechamente relacionado con el humanismo. La creencia en el intercambio republicano y los beneficios que este aporta al país son centrales en esta corriente. Esto implica que, más allá de las diferencias de pensamiento, siempre debe existir la posibilidad de un diálogo constructivo. El pensamiento crítico y la ausencia de populismo son esenciales para este intercambio, y la educación juega un papel decisivo en su promoción.
El pasado 20 de octubre fue un nuevo aniversario de la desaparición física de José Batlle y Ordóñez, su legado sigue vivo en la política uruguaya. Los principios del Batllismo siguen siendo fundamentales en la construcción de una sociedad más justa, igualitaria y libre.
El Batllismo es mucho más que una corriente política; es una filosofía que aboga por una sociedad basada en valores humanos, la libertad individual y el diálogo republicano. En estos tiempos tan convulsos para todos, este legado debe cuidarse como una fuente de inspiración para Uruguay y el mundo.