Por: Verónica Cortabarría Izquierdo.
Voy a tomar estrofas de esta canción de Pablo Estramín que bien vienen al saco a la hora de este Editorial.
…”cuando quieras estudiar
Morís en la capital
Cuando quieras progresar
Morís en la capital”…
…”Dicen intelectualoides
Que hablan por televisión
Que a pasos agigantados
Se despuebla el interior…”
Este cantautor, fallecido en el 2007, sigue estando vigente con esta letra.
Estoy segura que hay/habemos cientos de miles de padres que todos los días intentamos estar informados a la orden de la Centralización de la Capital en materia terciaria educativa. Viendo que vamos a hacer con nuestros hijos en el año próximo.
Si va a haber presencialidad total, si va a haber a medias presencial y virtual; y si esa mixtura sucediera, cruzando los dedos para que las brillantes mentes que dirigen la URSSDELAR (ja!) y el Ministerio de Educación y Cultura, no se les vaya a ocurrir poner un día presencialidad y al otro virtualidad.
Estas personas que esperan/esperamos estas resoluciones, nada más y nada menos de los restantes 18 Departamentos que tiene el Uruguay, por si se olvidaron de eso. Están pensando que ya pasamos mediados de noviembre y aún no hay determinación alguna. Y prendiendo a cada Santo una vela, que no se resuelva el 20 de Febrero.
Desde ya todo esto es inaceptable. ¿Dónde quedó el discurso de la igualdad de oportunidades en la Educación?
Mas inaceptable aún sería llegar con un discurso facilista, que hay Universidades Privadas (en pocos, muy pocos Departamentos) con algunas suerte de becas, digo bien, suerte de becas (las que tienen); que hay un CURE en Maldonado (que desde ya no lo resuelve todo).
Sí, hay pandemia. Pero que esa no sea la excusa, porque esto no es de ahora. La Centralización ha sido y es el alma del Uruguay.
No se olviden de los otros 18 Departamentos. No se olviden de esos ciudadanos que son tan de primera como los que viven en la Capital. No se olviden que los pibes y las familias que hacen esfuerzos por esos progresos – sí, para muchos es un tema de plata -, como también para otros es querer seguir confiando en que la UDELAR sigue siendo una buena herramienta. Al menos eso, se quiere creer.
Si hay que morir en la capital. Digan cuándo, cómo y qué planes tienen. Pero ¡YA!
