“…NOS VENDERAN LA CUERDA CON LA QUE LOS AHORCAREMOS”

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Un amigo recién llegado de Italia me contaba de sus experiencias en la visita a ese hermoso país, cargado de historia, arte, tradiciones y bellezas naturales.

Un tren que debía tomar tuvo un atraso de diez minutos, entonces llegó a su celular un aviso que le indicaba que iba a recibir una devolución de un veinticinco por ciento del valor del pasaje.

Ante la presencia de un inspector que le confirmó lo anterior, manifestó que él no tenía nada que reclamar, pero el inspector le dijo que era algo establecido por la empresa cuando había un atraso en el horario establecido.

Costumbres y principios del primer mundo, o de un mundo que funciona con corrección y que evidentemente a nosotros nos provoca sorpresa, cuando aquí existen paros y conflictos que sin previo aviso nos dejan sin estudio, trabajo, médico o tantas actividades que teníamos previsto realizar, sin consecuencias jamás, para quienes llevan a cabo estas acciones.

En la conversación con mi amigo, además de la descripción de los lugares mágicos y cargados de historia, me comentó que compró un abono de veinte euros que le permitía viajar una semana en todo tipo de transportes.

Iba en otro tren, cuando sube el inspector solicitando los boletos, una pareja de españoles no lo tenía consigo, por lo que inmediatamente se generó una multa de ciento cuatro euros que se abona en efectivo y en el momento, nadie protesta.

A que viene el ejemplo, a que podamos entender, que hay sociedades que viven en otra dimensión, la de las reglas claras, la responsabilidad, donde las cosas se cumplen y alguien las hace cumplir.

Ha sido un proceso largo que les ha costado mucho dolor, entre otras cosas dos guerras mundiales y un holocausto, pero están mejor que antes, aun sin ser perfectos.

A nosotros nos pasa algo parecido, solo que venimos en proceso y a veces salteando etapas.

Nuestra Nación parece que dista mucho de acercarse a estos simples ejemplos, cuando discutimos meses proyectos de ley, las aprobamos, las sometemos a referéndum, las ratificamos por mayoría y entonces aparecen grupos que quieren interpretar a su antojo con el aval de importantes sectores políticos.

No es la misma certeza que se respira en Italia y decimos que son nuestros abuelos.

Sobre la ley de caducidad, no hemos dejado ocasión en cada columna en este semanario, de mencionar el atropello contra la voluntad mayoritaria de la ciudadanía, violando todos los principios del derecho, lo que se ha hecho con la ley interpretativa en 2011 y con las fiscalías de lesa humanidad desde 2017.

Recientemente vuelve a ocurrir con la archi discutida LUC, también sometida a consulta popular, pero los mismos grupos ideológicos que no respetaron otros veredictos, hacen lo que se les antoja tirando a la basura lo dispuesto en la ley, ya que un día y otro también ocupan institutos de enseñanza.

La propia reforma de la Enseñanza parece ser el tercer ejemplo de irrespeto a la voluntad del soberano, decretada directamente por el voto en las urnas.

El fútbol es otra buena muestra de la inoperancia y falta de voluntad política que atraviesa todas las administraciones de gobierno.

Equipos de fútbol pierden dinero por multas millonarias, pierden puntos en las tablas de posiciones, pierden recaudación por tener que disputar encuentros sin público, pero a nadie parece preocuparle, cuando pequeños grupos de salvajes se han adueñado de los espectáculos deportivos, convertidos en algo indescriptible.

Atrapan delincuentes con catorce antecedentes y la fiscalía determina que los mismos estén en un régimen incomprensible de libertad, purgando pena de reclusión sin estar presos. No se parece a la multa aplicada en el tren italiano.

Estas diferentes situaciones nos colocan en un mundo vulnerable, cuando algunos ciudadanos y fuerzas políticas se dedican a desconocer leyes, normas, decisiones de las autoridades legítimas, perforando y demoliendo las mismas.

Nos vamos alejando de la democracia y de la república y nos acercamos al buen salvaje de Rousseau.

En las últimas elecciones nacionales hubo una clara decisión de la mayoría, que entendió necesario apostar por cambios, no uno, sino varios, que fueran en dirección de corregir desvíos, negocios ruinosos, falta de seguridad, despilfarros de recursos, estancamiento y retrasos en la educación, corrupción en la actividad pública, desbordes sindicales, hacer cumplir las leyes, entre otros anhelos.

Sabemos que la pandemia puede haber generado retrasos en los planes, pero también sabemos que hay una oposición que no ha dado tregua al gobierno ni siquiera en plena crisis sanitaria.

Una oposición que plantea bajar el tono de discusión los discursos y hace exactamente lo contrario, para lo cual no deja ningún asunto fuera de su agenda conflictiva.

Entregamos el gobierno, pero somos dueños del poder, parece ser la consigna

¿Hasta cuándo el gobierno piensa dialogar con interlocutores no validados por el voto secreto?

Entendemos que cada vez que lo hace, no solo pierde tiempo, sino que además pierde credibilidad, porque la ciudadanía aguarda expectante soluciones, decisiones y acciones que pongan las cosas en su lugar, ese fue el mandato.

El presidente podrá generar acciones simpáticas, tratando de demostrar que es un mortal más como todos, pero además del marketing aplicado a su imagen, deberá ejercer el mando y responsabilidad que la ciudadanía le confirió al elegirlo.

Como ¨Comandante en Jefe de las FFAA¨, deberá hacer todo lo necesario para que viejos soldados que cumplieron su deber, vuelvan a su casa, cerrando esta vieja y triste historia de dolor y muerte entre orientales.

Si no lo hace queda una pata renga, la principal, la legal, la que fue convocada a combatir para recuperar el orden, la defensa de las instituciones y la gente que estaba sometida a terror y caos.

Debe contestar las demandas que le han presentado varios grupos de compatriotas, con fundamentos sólidos, sobre todo para alguien que pasó por la Universidad en el área del derecho, cuando un día y otro también se violan flagrantemente principios básicos del mismo.

Debe pedir a sus legisladores o presentar un proyecto para erradicar definitivamente de espectáculos deportivos a quienes promuevan desórdenes de cualquier índole.  

¿Se subió al alambrado?, la fuerza pública lo retira del lugar, no entra más a espectáculos deportivos, esas medidas son las que el ciudadano común espera y reclama.

Tabaré Vázquez dispuso sanciones fuertes a aquellos que fuman en lugares prohibidos, incluyendo la propia empresa, quitó la sal y condimentos de las mesas de los bares y nadie protestó, se cumplió y listo.

¿Porque cuesta tanto tomar decisiones que la gente espera y además reclama?

¿Hay temor por el qué dirán, a la oposición, a los medios, a la condena de la gente?

Entendemos que no se puede ceder más terreno además del que ya cuenta la oposición, la que nunca realizó una autocrítica luego de quince años de desgobierno y hoy pretenden dar cátedra sobre problemas que no resolvieron y que más bien agudizaron.

Las anunciadas y esperadas auditorías no han sido las necesarias y profundas que todos aguardamos.

Días pasados el Diputado Gandini en una muestra de triste, aunque valiente confesión, manifestaba, que seguramente tenían el gobierno, pero no el poder, reconociendo en esta frase eso que venimos reclamando hace mucho y que es un sentir de tantos compatriotas.

La izquierda encabeza y lleva adelante por varios caminos una Revolución Cultural que todo ha penetrado, su visión de tantos asuntos convertida en hegemonía cultural tiene paralizado a buena parte del sistema político.

Queda poco espacio de tiempo y de maniobra para el gobierno de Coalición Republicana, anhelamos y esperamos que se ejecuten acciones necesarias para poner en rumbo la nave.

Como decíamos al comienzo, mostrando diferencias con países más desarrollados, hay cosas que se deben cumplir y alguien debe hacer que se cumplan, solo eso reclamamos. Recuperar el buen sentido que supimos tener.

Si no, nos veremos enfrentados a lo que pronosticó Lenin allá por 1920, “los capitalistas nos venderán la cuerda con la que los ahorcaremos”.

8 COMENTARIOS

  1. Como siempre muy claro en sus conceptos presentando argumentos sólidos y contundentes. Una vez escuché de lo peligroso que es amenazar a otra persona con un arma sabiendo el otro que no la va a usar en su contra, se corre el riesgo que le quiten el arma a uno y el arma quede apuntada en su contra. Similar a lo que sucede con el anuncio de exigencia de personería jurídica a los sindicatos y voto secreto para la toma de decisiones en sus asambleas; basta recordar lo apretado y polémico de la aprobación de la ley interpretativa de la caducidad y la argumentación en contra de los entonces legisladores de la oposición, hoy del gobierno, que hacía presumir una casi inmediata derogación de la misma una vez presentada en el parlamento. Nada de lo anterior ha sucedido y entonces un PITCNT-FA envalentonado arremete contra el gobierno. En setiembre del 2021 fue publicada una carta de mi autoría en varios medios del país y también reproducida por este semanario, su título Gatopardismo, en ella se menciona el dialogo que dice «Si queremos que todo siga igual, es necesario que todo cambie», con el pasar del tiempo la sospecha de un pacto al estilo de la novela “El Gatopardo” se hace más evidente salvo que el temor a perder la “silla” o reacciones violentas de la izquierda los tenga paralizados.

    • Es tal cual lo comenta don Roque. Es increíble que lo que votaron en su momento hoy les cueste tanto defender. Mientra tanto, la izquierda camina….
      Cordial saludo

  2. Nadie se anima a tirar de la cola del gato…lo políticamente correcto nos lleva a pecar de bobos o de vivos..según desde la óptica que se mire …nadie quiere arriesgarse…y aquí esperando el cambio….
    Exelente DG gracias por regalarnos su visión tan llena de pasión y verdad.

    • Muchas gracias Claudia. La cola del gato para algunos parece que fuera de león. Seguimos esperando que se hagan algunas cosas, que no sea la famosa cuerda con la que seguro nos pueden ahorcar.
      Cordial saludo

  3. Sr. sobre el tema de su experiencia en el tren, le puedo decir con propiedad que en Italia existen dos realidades la del norte del país y la del sur a mi me tocó vivir la del sur y le digo que es bastante diferente a lo que usted hace referencia.

    • Muchas gracias Luis por su aporte. Independiente de esa experiencia, lo que quería significar, es cuando en un país se asumen responsabilidades con seriedad para cumplir una promesa o cuando hacemos referencia a que hay normas y leyes que se deben cumplir y además hay alguien que las hace cumplir. Lo distante que estamos de algunas de esas realidades cuando aquí se maltrata al usuario o tenemos cientos de leyes pero no se cumplen o acatan.
      Cordial saludo

  4. Muy buena descripción de una realidad que no parece revertirse.
    No por falta de capacidad, sino por falta de voluntad y coraje.
    Parecería (y sin parecería ) que el lema de la oposición es “ No se de que se trata pero me opongo “
    Si no hay un cambio de actitud en el Gobierno, inexorablemente tendremos a estos buenos para nada nuevamente.
    Cada día la duda de si el gobierno quiere cambiar la realidad o si quiere que pasen estos dos últimos años sin grandes complicaciones , se acrecienta.
    El ciudadano de bien quiere orden, mando, justicia frente al que atenta contra las leyes, trabajo e incentivo a la producción.

    • Muchas gracias Leonardo por el comentario. Es así, parece que el gobierno tiene voluntad de encarar algunos asuntos, parecería que quiere surfear en aguas tranquilas sin hacer mucho oleaje. El reclamo de los ciudadanos se plasmó en el voto, pero por ahora el retorno no satisface a pleno.
      Cordial saludo

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