Por Raúl Blanco
La coalición goza de buena salud dicen algunos portavoces.
Pero los lentes son diferentes con los que se mira la realidad, o sus realidades.
Los intereses, y pensares, son particulares de cada partido integrante de la coalición gobernante.
Algunos mantienen firmes las promesas de campaña, y otros hicieron campaña de promesas.
Cada uno busca fortalecer su propia proyección ante la ciudadanía, y es así el juego político.
Entre los socios, hoy por hoy, el que no disimula las intenciones es Cabildo Abierto, que hace gestos políticos significativos.
A contra flecha del gobierno, demora el tratamiento del nuevo proyecto de Ley de Medios.
Su líder, Guido Manini Ríos salió a la prensa personalmente a expresar su desacuerdo con el aumento de precios del gasoil y el supergás.
Por otro lado, sigue cajoneado el proyecto de CA, para limitar la forestación, que se aprobó en Diputados con apoyo del Frente Amplio.
Otro socio, muestra su enojo por el uso de símbolos partidarios, que por supuesto que le asiste la razón, pero no suma simpatías nuevas, es un buen mensaje para su tribuna, pero es una ecuación suma cero.
Otros socios se han invisibilizado tanto que nos preguntamos cuál será su futuro, o si ya fueron absorbidos por la fuerza gobernante.
En la coalición los partidos son parecidos, o socios para algunos emprendimientos, pero no son iguales, los líderes quieren marcar su impronta, y los perfilismos se notan, y aunque falta mucho para las próximas elecciones, ya estamos en campaña. Mejor dicho, los políticos siempre están en campaña.
Parecidos, pero no iguales.