¡Paren las rotativas!

Por Verónica Cortabarrìa

Desde que comenzó la Pandemia, reconocí que el Uruguay es un pueblo con sordera selectiva, (ninguna intención y lejos de no tomar en serio a quienes la padecen de verdad).

Las medidas tomadas para tratar de que Uruguay no llegara a los índices de hoy, dicho en llano, que ardiera como arde hoy en niveles de contagio y muertes por día, fueron transmitidas y repetidas casi hasta el hartazgo.

Con el mayor de los respetos que me merece un Presidente y un Ministro, he llegado comentar, que solo les ha faltado salir en paños menores, para ver si de esa forma, los uruguayos prestan más atención. Y entonces así, quizás, entiendan que la responsabilidad de llevar este barco es de todos, no solo de un grupo chico, no solo del equipo de gobierno.

Reconozco que hasta me he compadecido al ver a un Ministro como lo es el Ministro Salinas, un hombre formado en la ciencia, que puede hablarle al pueblo en perfecto español a la hora de explicar las temáticas, dejando los tecnicismos de lado, lo que lo vuelve un buen comunicador, además de un hombre serio.

Está claro, ha habido algunos mensajes erráticos desde Presidencia, pero creo que son mucho más los mensajes claros, y los pedidos y llamados a que los uruguayos terminemos de entender, y que si no estamos en sintonía frente algo que nadie buscó. No salimos bien de esta.

A las pruebas me remito; pasamos de ser los “mejores de la clase” a ser los “peores de la clase”.

El último informe del Guiad, muestra una absoluta correlación entre los indicadores de movilidad con la tasa de contagio.

Hoy tenemos una oposición en desacuerdo sobre generar una campaña contra el coronavirus.

Hay sordos sí, y también hay necios. Ignorar tiene cura, la necedad no. La indiferencia nos está matando a los uruguayos.

El mensaje es claro: paremos con la movilidad innecesaria. ¿Es tan difícil de entender?