La exigencia de Cabildo Abierto de que se contemple un aumento de sueldo al personal subalterno de las FFAA en la Rendición de Cuentas que se trata en el Parlamento, más allá del procedimiento de negociación, trajo a mi memoria un poema sobre las vicisitudes de un Soldado durante la noche, en el turno apostado en su cuartel. El poema solo refleja una pequeña parte del sacrificio que diariamente realizan estos humildes y abnegados servidores de la Patria. El sueldo nominal legal de un soldado es de $U 25.854, 47, al cual efectuado los descuentos de ley (Hospital Militar, Servicio de Tutela Social, etc.) y algún otro, promedialmente cobra líquido $U 18.167,66. Que cada uno, con la mano en el corazón, diga si el reclamo es justo o no.
PENAS DE UN SOLDADO
En la esquina del Batallón
en un puesto como olvidado,
está un humilde soldado,
mirando con atención
el recorre la extensión,
con tristeza en la mirada,
está fría la madrugada
y solo piensa en una cosa
allá en el rancho, su esposa,
y sus hijitos ya dormidos,
son sus seres mas queridos
en silencio el solloza.
Hace guardia muy seguido,
pues se encuentra arrestado
y aunque ha solicitado
que NO le han respondido,
con semanas de nacido,
tiene un niño en su hogar
y como no va a extrañar,
a ese ángel que ha llegado
en sus brazos lo ha tomado,
el día de su nacimiento
si hasta lloró de contento
pues también llora un soldado.
Y mientras el va pensando,
en el día de mañana
está mirando por la ventana
que de a poco se va empañando,
la luna viene alumbrando
aquel pueblito cercano
allí cerca de un pantano,
por el frió abrazador
se ha levantado un vapor
como dormido en la calma,
pero el siente frió en su alma
mas no mengua su valor.
Una guardia más tal vez
como se dice en el Batallón,
una más para la jubilación
le han dicho dos por tres,
pero esta noche si que es
difícil estar apostado
ese silencio tan callado,
que lo hace mas extrañar
mas por orgullo de militar,
sigue firme ese SOLDADO…
El se vino del interior
con un mundo de ilusiones,
dejo atrás los patrones
que vivían de su sudor,
muy humilde trabajador
a esa unidad el se acercó,
pues la patria lo llamó
y hoy el tiempo a pasado,
su familia ha formado
por quienes daría su vida
porque es cosa bien sabida,
lo que vale para un SOLDADO.
Y al fin de tanto pensar
como un interno suplicio,
esta cumplido el servicio
ya lo vienen a relevar
esta empezando a clarear,
su turno ha terminado
pero algo lo ha emocionado,
justo en ese momento
cuando lo llama el sargento.
¡¡¡Vaya ..por que esta autorizado!!!
Autor: Sergio Rodríguez