Por: Esc. Sebastián Rodríguez Merlo
Entre caballeros y castillos, Molinos y pasturas amarillentas, tabernas, e iglesias románicas, serranías alrededor, allá por el Siglo XII, se desarrolló la hija predilecta de toda esta zona: La Tempranillo.
Su nombre hace honor a su condición de cepa tempranera, de maduración corta, cáscara gruesa, ideal para barrica, y se la ve prácticamente en toda España, con sus nombres según las variadas denominaciones de origen que habitan en este maravilloso País. Pero permítanme ser un poco parcial: La Ribera del Duero es definitivamente mi Zona. Uno desde niño, mirando aquellos programas de la TVE que pasaban en el Canal 5, con esas imágenes de Castilla León, sobrevolando toda esa zona de montañas y poco verde, un tanto árido de más, con esa voz en off y de fondo un poco de gregoriano y campanas, qué quieren que lesdiga?…Si eso no te transporta…
Si me preguntan a qué sabe?(Por favor, tómenlo con pinzas) Yo diría que a jugo de “gomibaya”. No se lo tomen a mal, pero la historia de los frutos rojos…no digo que no sea cierto pero No.va.con.mi.go.
Aterrizando en nuestro país, en su variante Varietal, tenemos 2 bodegas que se la juegan, una es Bouza que es la versión si se puede decir, más Ribera del Duero, intenso, frutal al mango, complejo y la otra es El Capricho, más estilo rioja, maduración más lenta, no tan intenso, más delicado, llevadero, cualquiera de los dos hacen honor a la tradición.
Y comienza el Ritual: Picadita: pimientos de padrón, tortilla de papa, morcilla de burgos, queso manchego, un poco de serrano, pan naturalmente, mientras en el horno el cochinillo, luz baja, campanas y Santo Domingo de Silos, mi rincón en la tierra, Viva Castilla, Viva España!!!
