Por: Raúl Blanco.
“Tenemos que rebasar nuestros límites mentales, tenemos que seguir vacunando. Tenemos que lograr que la gente se dé la segunda dosis, y aquellos que no se han vacunado, que se anoten y lo hagan”, expresó el Ministro Daniel Salinas el sábado 17 de julio.
Además destacó lo importante que es mantener un buen grado de inmunización, porque la enorme mayoría de estos detectados no estaban inmunizados, o lo estaban de manera incompleta, refiriéndose a los casos importados con nuevas variantes del Covid – 19 de los últimos días.
No sé bien a que se refiere el Ministro Salinas con la expresión “Tenemos que rebasar nuestros límites mentales”, pero para mí significa dejar de mirarnos el ombligo y mirar a los ojos a los que están a nuestro alrededor.
Dejar de lado la necedad y ser solidarios con el otro. Ese otro puede ser un familiar, un amigo, un vecino, o quizás un desconocido.
No se trata de tener razón, todos tenemos dudas ante algo nuevo que nos sorprende, pero entre la inacción y la acción, elijo la acción.
Elijo no ser egoísta y necio. Elijo confiar y ponerme en las manos de los que saben mucho más que yo, pensando en la comunidad.
Entre un libro y las redes, mucha gente prefiere hacerle caso a ilustres desconocidos, que se esconden en el anonimato de las redes, y damos por cierto lo que expresa un vehemente orador o escriba, sin averiguar sus títulos.
¿Qué sabe un Abogado de Medicina?
¿Qué sabe un vecino que sin ser Galeno, desacredita?
Y lo que es peor, confiamos más en un médico extranjero, que hasta ayer era totalmente desconocido para nosotros, desdeñando de nuestros máximos especialistas.
Me rechina cuando escucho hablar de un pueblo solidario, solidarios son algunos, no todos.
La inmunidad de rebaño se debería alcanzar cuando todo el rebaño este vacunado, y no cuando un 70 % colabore para salvar al 100 %, incluido ese 30 % restante, con muchos ingratos.
