UN POLICÍA ASESINADO POR LOS EXTREMISTAS

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EL PASADO RECIENTE CONTADO POR LOS MEDIOS DE PRENSA DE LA ÉPOCA

Fecha: 13 de Noviembre de 1969 – Diario “El Día” – En Portada

UN POLICÍA ASESINADO POR LOS EXTREMISTAS

Un Religioso Implicado en el Hecho, Resultó Gravemente Herido

Un joven y muy apreciado funcionario policial fue ultimado, ayer de tarde, de un balazo. Juan Antonio Viera Piazza, de 26 años, casado. Es la víctima y hay pruebas suficientes para probar que fueron extremistas los que le dieron muerte. Ya mortalmente herido, pero en un alarde de extraordinaria entereza, Viera Piazza logró usar su arma e hirió, muy gravemente, a uno de los agresores y logró hacer otros disparos. Los que intervivieron en la criminosa acción, contra el funcionario, fueron tres personas que ya están individualizados y una de ellas es nada menos kue un cura párroco. Tal, en síntesis, el doloroso episodio y es evidente que los extremistas han desencadenado una tremenda ola de violencia, no respetan la vida y Viera es ed cuarto funcionario policial que cae en esta lucha y en abnegado cumplimiento de su deber.

Una Rara Compra

Todo el cruento episodio -que se desarrolló en menos de diez minutos- se inició cuando una persona concurrió a un comercio que se dedica a la compra y venta de máquinas de oficina y a su reparación. Este comercio está ubicado en determinado lugar de la calle Cerro Largo y allí, Viera Piazza -en sus horas libres y para aumentar sus ingresos- se desempeñaba como técnico en arreglos.

Un poco después de las 16 se presentó en el comercio un hombre joven y se interesó en la compra de un valioso mimeógrafo y elevada cantidad de matrices. La operación insumía casi un millón de pesos. El hombre que pretendía hacer la compra -joven, alto, morocho- dijo no tener ese dinero en el momento, pero podía extender un cheque y agregar algo en efectivo. Sin embargo -incluso suapuro por cerrar una transacción por un monto tan elevado- no satisfizo al propietario, quien dejó la negociación sin efecto. De toda esta conversación fue testigo Viera Piazza y, cuando el desconocido se alejó, tras cambiar unas impresiones con el propietario, Viera -alertado su instinto de funcionario- decidió seguirlo.

Detiene a Dos

No hay testigos de los sucesos que siguen. Pero, unos minutos más tarde, se vio a Viera Piazza -que era alto, corpulento y de gran coraje- que caminaba por la calle Julio Herrera, entre Cerro Largo y La Paz, en medio de dos individuos. Hubo personas que vieron, desde cierta distancia, que mostraban al funcionario (que se desempeñaba -últimamente en la Ayudantía de Investigaciones), sus documentos. Es evidente que Viera obligó a que se los entregasen y, además, que le acompañasen a la Jefatura.

Por las señas dadas por los testigos, uno de los dos era el mismo que había estado minutos antes intentando comprar el mimeógrafo. Los mismos testigos observaron que gesticulaban, en forma vehemente. Sin duda se oponían a acceder a los requerimientos de Viera que, no teniendo consigo manecillas (esposas), estaba en inferioridad de condiciones ya que -como se supo después- además de los dos que había detenido, había un tercer integrante del grupo observando los acontecimientos desde corta distancia.

La Mortal Agresión: la Fuga

Repentinamente, los testigos (cuyos nombres se reservan), vieron que se producía un forcejeo entre Viera y los dos individuos que lograron retroceder, hasta situarse a unos tres metros de distancia. Fue entonces que se oyeron varios disparos de armas de fuego y se vio caer al valiente funcionario, frente mismo al número 1664 de Julio Herrera y Obes, donde se encuentra la casa “Helguera y Morixe”. Pero es evidente que Viera, aún desde esa posición, logró también hacer fuego pues uno de los individuos cayó y se reincorporó. Toda la escena fue rapidísima y, su dramático desarrollo inmovilizó a los testigos. Los dos que sostuvieron la incidencia con Viera corrieron hasta la esquina con La Paz y uno de ellos iba dejando un gran reguero de sangre. Se supo por los testigos, que el tercer individuo, que estaba algo separado, también huía en la misma dirección pero tomaba por la acera opuesta tras cruzar la calle y, para aligerar su fuga, se quitó los zapatos que abandonó en el lugar.

Suben a una Camioneta

Cuando llegaron a la esquina acertó a pasar por el lugar el Sr. Camilo Clorindo Camilloni Badaracco, que es argentino, de 48 años y vive en Arocena 1623. El que estaba sano detuvo a Camilloni, que guiaba una camioneta y le dijo: “Somos policías: acaban de herir a mi compañero, hay que llevarlo a un hospital”. Entre amos subieron al herido y lo colocaron en la valija. El Sr. Camilloni, dijo: “Vamos al Maciel que está cerca”, pero el individuo, nerviosamente. Alegó: “No, no… allí tratan mal a la policía… siga, siga; yo le indico al camino”. Y entonces el Sr. Camilloni condujo siguiendo sus indicaciones hasta llegar a la esquina de Larrañaga y Belgrano, es decir a cuatro cuadras escasa del Hospital de Clínicas. Fue entonces que le ordenó que parase pues tenía que hacer una llamada telefónica. Esto fue lo que reveló al servicial y preocupado Camilloni que sus viajeros no eran policías ya que, de ninguna manera  se explicaba que, transportando a un herido evidentemente grave, el que decía ser funcionario se detuviese para habalar por teléfono a tan escaso trecho del hospital.

Extraña Llamada; Huye Camilloni

Bajó el nervioso individuo y cruzó a un comercio cercano. Discó un número -que naturalmente se desconoce. Pero habló en voz alta. Estaba tan alterado que llamó la atención. Hubo testigos que le oyeron repetir, únicamente, tres o cuatro veces las mismas palabras: “La operación Bentancur no se hace… hubo inconvenientes… la operación Bentancur se anula”.

Mientras él se hallaba en el comercio, aprovechó Camilloni para abandonar el auto y caminar, apresuradamente, en otra dirección. Tenía urgencia en comunicarse con la policía y verificar si era cierto lo que le había dicho el extraño sujeto. Entretanto, los sucesos se precipitan. Un vecino salía, en ese momento con su auto y vio al herido, que se desangraba. Este le pidió, con un hilo de voz, “que lo llevase al Hospital” y este señor (cuyo nombre la policía mantiene en reserva), accedió, naturalmente; transportó al herido al cercano Clínicas.

La Muerte de Viera

Entretanto, al infortunado Viera lo intentaron socorrer los testigos de la cruenta acción de la calle Julio Herrera y Obes. Lo levantaron y llevaron al Hospital Militar pero, desgraciadamente, todo socorro era vano. Falleció antes que pudiera prestársele asistencia. Había sido alcanzado por una bala, posiblemente de gran calibre, en el lado derecho del tórax y, en su trayectoria, el plomo afectó órganos vitales. En su poder, empero -dentro del bolsillo del saco- estaban las cédulas de identidad de sus agresores. Una de ellas corresponde a Vibrante Gasco Ortega, uruguayo, de 24 años, oriundo de Durazno. La otra cédula es de Indalecio Olivera Da Rosa, uruguayo, de 34 años de edad,nativo de Salto. Este es, precisamente, quien hace dos meses se desempeñaba como cura párroco en a Iglesia ubicada en la calle Possolo, de Las Acacias. Sin embargo, no es el herido sino -de acuerdo a los datos de testigos- podría ser quien huyó, luego de quitarse los zapatos y se perdió de vista por La Paz, en dirección al puerto. No se ha podido establecer pues, si era uno de los dos que estaba junto a Viera al desencadenarse la acción o aprovechó para alejarse de éste cuando lo atacaron sus dos compañeros.

El Herido

El herido, al llegar al Clínicas dijo llamarse Juan Rivera Elizalde, pero éste podría ser un nombre ficticio. De inmediato fue sometido a una intervención quirúrgica. La bala, disparada presumiblemente por Viera Piazza, lo alcanzó en la ingle, del lado derecho y produjo una profunda lesión con posible fractura de la arteria femoral. Su estado era gravísimo esta madrugada y, naturalmente no había podido ser interrogado. En el Hospital -con orden del Juez de Instrucción Dr. Grille- se mantenía una severa vigilancia policial. Apenas se tuvo noticia del doloroso episodio, llegaron al lugar funcionarios de la Seccional 3ª, encabezados por el comisario Rodríguez Pizarro y comisario y subcomisario de Vigilancia, Ismael Besson y Villar.

Una Caja Misteriosa

En el lugar se encontraron numerosas capsulas. Una de revólver y varias de pistola. Se cruzaron, pues, varios disparos. También un cuchillo, envuelto en papel y que unos de los extremistas había comprado, minutos antes, en una armería de la calle Cerro Largo. Pero, en la camioneta del Sr. Camilloni -a la que no regresó el asaltante que bajara en Belgrano y Larrañaga, posiblemente al ver que su compañero era llevado por un vecino- apareció una pistola “Lugger” y más de veinte balas. También se encontró un paquete, de regulares dimensiones, cuidadosamente envuelto y lacrado. Sobre el papel que lo cubre, escrito con “dripen”, las palabras “cuidado, peligro. Contiene detonadores”. El paquete estaba, anoche, siendo examinado por los fun-

(Pasa a la página 12)

Fecha: 13 de Noviembre de 1969 – Diario “El Día” – Pág. 12

RECONOCEN AL RELIGIOSO

(Viene de la página 1)

cionarios de la Policía Técnica. También un cheque, con una firma no muy legible y el sello de un supermercado. Al parecer, según las primeras indagaciones, este sello sería apócrifo y fue, este mismo cheque, el que exhibió quien quiso adquirir el mimeógrafo.

Plano de una Casa

Entre las ropas del herido que quedó en Cínicas, apareció un plano, muy completo, de una residencia de Carrasco donde vive un conocido coleccionista de armas que tiene comercio en la calle Yaguarón entre San José y Soriano. Es evidente que se planeaba asaltar esta casa y, posiblemente, las palabras del que habló por teléfono (suspendida operación Bentancur), se refieran, justamente, al asalto a la casa del coleccionista y que quedó frustrado por la valerosa acción de Viera Piazza.

Sobre los Prófugos

Todo hace suponer que quien codujo al herido es Vibrante Gasco, cuya dirección fue ubicada por la policía en la calle Manuel Melendez 4032, Apto. 5. Sin embargo allí no se le conoce. En cuanto a Indalecio Olivera, la policía se hizo presente en la Parroquia de Possolo. Sus principales, empero, dijeron que hace dos meses fue relevado de sus funciones pues “no cumplía con regularidad su misión. Faltaba a sus deberes y a veces se ausentaba por tres y cuatro días”. Desde esa fecha no conocían su paradero.

Hay Varios Detenidos

Esta madrugada -y en relación con estos sucesos- había más de diez personas detenidas. Algunos son amigos y otros familiares de Olivera y de Gasco. Pero no se había precisado qué relación podían tener con la actividad ilegal de aquéllos. De cualquier manera sabemos que se considera que se está en posesión de importantes pistas y el sacrificio de Viera Piazza no ha sido vano, pues permitira liquidar otra “célula” extremista.

En cuanto al infortunado funcionario -que es hermano del comisario Viera Piazza- será velado, hasta las 13, en la calle Olimar y, posteriormente, en el hall de la Jefatura. A las 16 se le dará seputura en el Panteón Policial, luego que sus compañeros le hayan rendido honores. Muy posiblemente hoy mismo se dé a conocer la resolución ascendiéndolo, post mortem, al grado inmediato superior. Era agente de Investigaciones de 2ª, y padre de dos niños pequeños.

El Cura es el Herido

Sobre la medianoche la policía logró establecer que el herido internado en el Hospital de Clínicas es el cura Indalesio Olivera. La confusión inicial provino de que al ingresar dio el falso nombre de Rivera Elizalde. Finalmente sólo él y el prófugo Gasco intervinieron en la acción, y la persona que se vio huir pudo ser un transeúnte que se atemorizó.

Reconocido por Mons. Rubio

El cura párroco Indalecio Olivera fue reconocido en el Hospital de Clínicas por Monseñor Rubio quien concurrió especialmente para establecer su identidad. Como dijimos, al ingresar había dado un nombre falso. El estado del herido -a las 2 de la madrugada de hoy- era gravísimo. Se le mantenía con oxígeno y transfusión continua de sangre. Además del carácter ya de por sí sumamente delicado de la herida -perforación de arteria femoral- había sufrido una intensísima hemorragia. Es de señalar que la herida presenta una trayectoria ascendente lo que quiere decir que cuando Viera Piazza usó su revólver ya estaba caído.

Fecha: 13 de Noviembre de 1969 – Diario “El Diario” – En Portada

LOS EXTREMISTAS QUE MATARON AL POLICÍA IBAN A ROBAR ARMAS

El Cura Muerto Comandaba Una Célula

HAY 25 DETENIDOS POR LA MUERTEDEL AGENTE

Intensas Batidas

UBICARON UN AUTO DEL ASALTO DE LA VISPERA

Fecha: 15 de Noviembre de 1969 – Diario “El Día” – Pág. 7

EL MATADOR DEL AGENTE ESTA YA IDENTIFICADO

Estaría perfectamente identificado el extremista que acompañaba al ex-sacerdote Indalecio Olivera Da Rosa y, que, posiblemente, fue el autor del disparo que causó la muerte del funcionario policial Juan A. Viera Piazza. En efecto, la fotografía que acompaña la cédula de identidad a nombre de Vibrante Gasco Ortega, corresponde muy exactamente a la fotografía que posee la Policía de Raúl Bidegain Greissing. Este es buscado desde hace unos meses y apareció complicado en el grupo extremista a raíz de la detención de pedro Zabalza. Se lo sindicó -aunque sin seguridad- como uno de los participantes en el secuestro del Dr. Gaetano Pellegrini Giampietro.

El cotejo de la foto que estaba inserta en la cédula extendida a nombre de Gasco Ortega con la del prontuario da un gran parecido a pesar de que, entre el momento en que fue tomada una y otra, ha transcurrido un lapso de tres a cuatro años y en la más reciente Bidegain usa bigote.

En cuanto a la fotografía que acompañaba la cédula, seguramente también falsa,extendida a nombre de Ernesto Echague Castelli, responde a otro extremista que no ha podiso ser identificado aún y no se hallaría fichado por la Policía.

UNA MUJER DETENIDA

En cuanto a las personas detenidas -que llegaron a sumar veinte- fueron todas recobrando la libertad al probar que sólo estuvieron vinculadas al ex cura párroco por lazos de amistad. Sin embargo, anoche permanecía una señorita que mantuvo con Olivera, últimamente, estrechas relaciones. Se supone que podría saber dónde se alojó en las recientes semanas, luego que se separó de la familia radicada en Bvr. Propios.

(Copia fiel del original)

Fuente: www.pasadoreciente.com “Museo de la Memoria del Pasado Reciente”

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