EL PASADO RECIENTE CONTADO POR LOS MEDIOS DE PRENSA DE LA ÉPOCA (9)
ASALTARON OTRO BANCO PERO NO TARDARON EN CAER LOS LADRONES
Fecha: 15 de Octubre de 1964 – Diario “El Día” – Pág. 9
Dos delincuentes penetraron a una sucursal bancaria de Larrañaga y San Martín portando metralletas y se apropiaron de $ 93.900. Fueron detenidos a una cuadra del local cuando trataban de escapar en un taxímetro. No se registraron víctimas siendo recuperado integro el dinero hurtado luego de estéril intento de resistencia por parte de uno de los pillos.
A menos de una semana del último asalto a una institución bancaria, ayer se repitió el habitual intento -esta vez frustrado- en una sucursal instalada en el cruce de dos importantes arterias: las Avdas. Larrañaga y San Martín.
En el Nº 380 de la primeramente nombrada tiene asiento la sucursal Brazo Oriental del banco de Cobranzas, cuyo personal está integrado por el gerente Carlos María Otheguy, uruguayo, casado, de 42 años; Manual Viturro, español, casado de 37 años, jefe; Muguel Guiliano, uruguayo, casado, de 34 años, cajero (realizaba la suplencia del titular Alberto Rivas, en uso de licencia); Oscar Fronzuti, uruguayo, solt., de 21 años; Humberto Ucha, uruguayo, soltero, de 23 años; Héctor Bernardi, uruguayo, casado, de 28 años, auxiliares, y el portero José Andrade, español, casado, de 53 años, éste último ausente al producirse el robo.
Todos estos funcionarios -a excepción de Andrade- hallábanse en el edificio ayer a las 16.50 en momento que hicieron irrupción dos individuos fuertemente armados, con el claro propósito de cometer un atraco. También permanecían en el hall de la sucursal seis clientes mayores de edad en compañía de dos criaturas.
Los delincuentes no se mostraron corteses, pero tampoco rudos. Con ademanes simples señalaron una habitación -usada como archivo- adonde exhibieron metralletas “Mauser” y un cuchillo, hicieron entrar a todos los presentes.
Para ello los primeros debieron trasponer el mostrador que separa el sitio destinado al público de las oficinas. En el interín, el más delgado de los dos asaltantes (que actuaban a cara descubierta) mediante ágil salto se colocó junto al “cofre fort” y llamando en voz alta al gerente y al cajero, se dispuso a efectuar el despojo. Calmosamente colocó un par de bolsitas de lona sobre un mueble, llevadas intencionalmente con el propósito de guardar el botín.
Procedieron con rapidez, sin perder la serenidad, hasta que un detalle inesperado cambió la situación.
Momentos antes de arribar los maleantes el jefe de sección había constatado que el teléfono no respondía. Dio orden al portero para que marchara hasta un comercio vecino y se comunicara con reclamos de UTE, informando del “bloqueo”. Marchó Andrade y en el interín inicióse el asalto. Cuando el funcionario regresaba, con la alarma se percató del problema y giró sobre sus pasos en la misma puerta del banco.
El más delgado, sin desprenderse de la metralleta y del puñal, pasó por el box del cajero iniciando febril “retirada”. Nerviosamente extrajo dos o tres manojos de billetes y descuidó otros, colocando en los bolsillos exactamente $ 90.900.
El acompañante retuvo un revólver propiedad del banco y tres mil pesos sacados de un mueble, en la precipitada salida. Las bolsas de loneta no llegaron a ser utilizadas.
En la calle ambos delincuentes advirtieron que también otras personas los habían observado cuando maniobraban e incluso hay testigos que dicen haber advertido la presencia de otros dos cómplices cuya identificación procuran las autoridades policiales representadas por el Inspector de Zona Alberto Becoña y comisario de la 12ª Isabelino Casal. El par de posibles acompañantes de la “pareja principal” habría tomado una dirección opuesta y tendría rostros “pintarrajeados” al decir de una vecina. Varios funcionarios del banco creyeron verlos, pero estos no observaron la pintura.
Se dio aviso telefónico a la comisaría 12ª. En contados minutos arribaron al lugar del hecho cuatro agentes, el cabo Vasconcellos y el oficial inspector Humberto Amoroso, utilizando una camioneta particular.
Al llegar a Carabelas y Larrañaga notaron que dos sospechosos trataban de ascender a un taxímetro. El chofer del coche de alquiler (cuya presencia solicita la seccional mencionada) demoró de ex profeso y repentinamente tomó con sus brazos al más grueso de los ladrones impidiéndole accionar libremente la metralleta.
Esta, felizmente, había quedado trabada y no salió el proyectil dirigido a los funcionarios. Durante el procedimiento, el agente Rodolfo Macías recibió un corte en la mano izquierda al resistirse con un cuchillo el enfurecido maleante que, finalmente fue reducido, identificándose como Marenales Saenz, uruguayo, soltero, de 34 años, domiciliado en Laguna 3485.
El acompañante, por su parte, optó por quedarse inmóvil. Y ante la comisión policial dijo llamarse Alberto Andrade Fernández, o Giménez Fernández, y ser uruguayo, soltero, de 27 años, sin domicilio fijo.
Ambos negaron tener antecedentes, aunque la policía supone lo contrario, esperando confirmarlo por intermedio de la Oficina Técnica.
Además niegan la existencia de algún cómplice y dicen que intentaron el robo para distribuir el dinero obtenido entre gentes de su conocimiento “que estaba pasando muy mal”…
Esta madrugada los dos detenidos fueron trasladados a la Dirección de Investigaciones, donde siguen interrogándolos teniéndose entendido que deliberadamente buscan ocultar más detalles sobre sus reales andanzas.
De Profesor a Asaltante
Y es así que surgió en la madrugada algo realmente insólito. Uno de los asaltantes, Julio Marenales Saenz, a quien se le trabara la metralleta cuando intentó enfrentarse a los funcionarios policiales que iban a detenerlos es nada menos que un Profesor de la Escuela Nacional de Bellas Artes.
El profesor “metido” a delincuente viene, con su participación, a darle tal vez un nuevo cariz a los hechos, por cuanto parecería bien definida su ideología por determinado régimen político. Del asalto a la sucursal Buceo, del mismo banco, fueron autores elementos “cañeros” que acamparan en Montevideo entonces.
En el momento del cierre de nuestra edición, la Policía buscaba a tres cómplices de los asaltantes, uno de ellos, estaría identificado y sería el que suministró las poderosas armas.
Fecha: 16 de Octubre de 1964 Diario “El Día” – Pág. 8
Hay más Cómplices en el Atraco Frustrado
Dijimos ayer sobre el frustrado asalto a la sucursal del Banco de Cobranzas en Avda. Larrañaga y San Martín que podrían existir cómplices del par de detenidos: casi inmediatamente de ocurrido el hecho, uno de los asaltantes resultó ser profesor de la Escuela Nacional de Bellas Artes, Julio Marenales Saenz, quien, como Alberto Andrade Fernández primero negó tener vinculaciones.
Sin embargo, posteriormente, debieron admitir ante las autoridades de Investigaciones. De lo que expusieron, surgió que tres personas les ayudaron a realizar el robo y dos de ellos permanecían aún prófugos esta madrugada.
El capturado precisó nuevos puntos acerca del suceso y cabe suponer que existiría algo de verdad en las declaraciones primeras de los autores materiales del atraco, cuando afirmaron “que habían robado para dar a otros”, noticia que también recogimos en nuestras columnas sin olvidar las reservas que podría merecer tal afirmación.
No se descarta que los involucrados pertenecieran a una organización de cariz ideológico. Está la coincidencia anterior, de aquel intento de robo por parte de cañeros a la sucursal Buceo del mismo banco, igualmente desbaratado como el del miércoles.
Aquellos dijeron, al ser detenidos, que los animó, principalmente, la idea de ayudar a cierto grupo extremista a pesar de creerse en el móvil del robo simple. Algo parecido sucedería en la actualidad con Andrade y Marenales.
Se les indica como afiliados a cierto sector ideológico de política extremista. La policía oficialmente, lo niega. El Sub Director de Investigaciones, Sr. Braga, le resta entidad al caso que indagan, aunque por otro conducto nuestros cronistas recibieron una versión muy opuesta ya que, incluso, se afirma que está detenido en Jefatura un ingeniero que cooperó con los planes de los frustrados asaltantes.
El Sr. Raga, acerca de este episodio, se refirió en todo momento a “un presunto ingeniero” y además sostuvo que el caso estaría desprovisto de matiz ideológico. ¿Puede ocurrir alguna variante? Es posible, en vista de los extraños detalles que ofrece el caso.
Quizás, en las próximas horas, surjan otros elementos de juicio, especialmente si se concreta la detención de los cómplices, aún prófugos, de Marenales y Andrade.
Entonces podría establecerse, a conciencia cierta, quien proporcionó a los asaltantes las metralletas que portaban. Al respecto, los detenidos manifestaron que fue un tal “Julio”, quien les hizo llegar las armas en el curso de una rápida entrevista sostenida en un café.
(Copia fiel de los originales)
Fuente: www.pasadoreciente.com “Museo de la Memoria del Pasado Reciente”.
Nota de la Próxima Semana: “EL INGENIERO DETENIDO, «CEREBRO» DEL GRUPO IZQUIERDISTA Y DEL ASALTO”.