Danilo Astori: Contador de profesión; Economista; Escritor y Político Uruguayo; dos veces nada más y nada menos que Ministro de Economía, terminando como Vicepresidente de la República, habiendo ganado Mujica; y por supuesto, Senador. Porque yo acá no estoy para quitarle los laureles a nadie. Sobre todo porque soy una defensora, aún en las antípodas, de lo que alguien se haya ganado en buena ley. Otra cosa es otra cosa.
Viene de Asamblea Uruguay, una de las partes de la colcha de retazos de lo que es el Frente Amplio (sobre todo desde hace unas décadas), ese FA que soñó el Gral. Seregni (mal que les pese, sí, fue un General), pero no de ésta manera. No es lo que Seregni soñó ni predicó (y que vengan de a uno).
Yo no tengo porqué disculparme, o cubrir lo que pienso, diciendo que tengo amigos que piensan distinto. Sí los tengo, yo respeto y soy respetada por los que de verdad entendemos y tenemos claras nuestras convicciones. Que al final del cuento, somos parte de la gente que aún pensando distinto y respetándonos, creemos en las Instituciones, en los avances que hay que dar; defendemos lo nuestro, sí, pero también nos entendemos en formar el bien común. Todavía quedamos de esos, en todas las fuerzas políticas, aun no siendo militantes y habiendo dejado de ser idealistas. Tener convicciones sobre la realidad es una cosa, ser idealista y ni hablemos de fanatismos, es otra.
Esta semana Astori (para que no me sienta irrespetuosa al llamarlo por su nombre de pila); como tantas otras veces, salió a hacer un Mea Culpa, al saltar todo el chanchullo de la Regasificadora Sayago y cito textual, su decir público: “Fue un error gravísimo seguir adelante con la regasificadora, porque no tenía futuro”. Y vuelvo a citar textual, también dijo, “no tenía lugar en la práctica, no tenía realidad, no tenía futuro”.
Voy a citar simplemente, y entre líneas se entenderá, que un par de días después (de la suerte de Mea Culpa) terminó haciendo lo que sabe hacer mejor, que es sumarse al ex Presidente Mujica, Orsi, Cosse, levantando las naves a ver si llegan a las firmas contra la LUC.
No es difícil conocer la estrategia de Astori. Está a un click de distancia para todos en este mundo, que también el Uruguay integra, cada vez más globalizado. No sólo no es la primera vez que “juega al Mea Culpa”, lo ha hecho varias veces, para tratar de humanizarse y sobre todo humanizar al resto de sus colegas de la Fuerza Política que integra. Se le llama Marketing Político.
No nos subestime Contador. Ni siquiera a los que ya dejamos de verlo hace muchísimo (aún pensando distinto), como una persona seria.
Su juego político huele a rancio. Y esta va por mí. Este Semanario es de verdad Independiente y Plural. Anímense, con respeto, siempre (porque es lo que predicamos), a opinar y defender lo distinto. Somos Prensa sí, pero acá no hay flechas. Son las urnas las que seguirán mandando.
Verónica Cortabarría Izquierdo.