CAÑEROS DE ARTIGAS ASALTAN AL BANCO DE COBRANZAS, SUCURSAL BUCEO”

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EL PASADO RECIENTE CONTADO POR LOS MEDIOS DE PRENSA DE LA ÉPOCA (7)

Fecha: 11 de Junio de 1964 – Diario “El Diario” – Portada

Fueron Capturados Tres Individuos: Un Policía Herido

Instantes después de haber tenido éxito en el asalto a un banco ubicado en la calle Arrascaeta 1496, casi Rivera, los tres individuos que habían penetrado al local con las armas de fuego en la mano, fueron capturados tras intenso tiroteo por los agentes del patrullero número tres. De acuerdo a lo sabido hasta el momento, los asaltantes llegaron a la sucursal del Banco de Cobranzas en un Volskwagen verde, robado en jurisdicción de la Seccional 11.

Cuando irrumpieron dentro del Banco, los asaltantes dominaron a los cuatro empleados de la sucursal, y exigieron la entrega de la llave que les permitiría el acceso a la Caja. Con ella en su poder, uno de los sujetos se apoderó de cerca de $ 100.000, suma rescatada por los policías poco después. Uno de los agentes recibió una herida de ala tras el tiroteo (veinticinco disparos) al parecer sin gravedad.

HACEN FUEGO

Al entrar uno de los pistoleros hizo fuego con fines intimatorios contra la puerta de entrada atravesando el proyectil el cristal sin herir a quienes allí se encontraban.

Con los $ 100.000 en su poder ascendieron al Volkswagen verde donde los esperaba al volante otro compinche, según las primeras noticias, y emprendieron rápida fuga en dirección a la Plaza de los Olímpicos. Alertado el patrullero Nº 3, que ocupan el Cabo Gilberto Díaz y el policía Tito Gómez salieron en persecución del coche de los asaltantes, produciéndose el tiroteo.

ERAN CAÑEROS

Posteriormente se nos informó desde la Oficina de Prensa de la Jefatura, que dos de los asaltantes pertenecen al grupo de cañeros de Artigas que acampan en un predio de la calle Cuñapirú frente al Mercado Municipal. Se trata de Nelson Santana Pérez, oriental, casado, de 33 años y Julio Vilches, oriental, soltero, de 24 años. El tercer asaltante no había sido aun identificado.

Diario El Día” 12 de Junio de 1964 – Pág. 11

ASALTO A UN BANCO, TIROTEO, FUGA Y CAPTURA DE LOS RESPONSALES, QUE SON “CAÑEROS” DE ARTIGAS.

Nuevo asalto a mano armada se registró ayer y también esta vez tuvo un epílogo adverso para los delincuentes. El hecho tuvo lugar en la agencia “Buceo” del banco de Cobranzas (Arrascaeta 1486 esquina Avda. Rivera) sitio de singular movimiento, densamente poblado.

Extraño que fuera precisamente esa institución bancaria la escogida por los maleantes, no sólo por su proximidad a círculos de tránsito importante, sino por estar provista de amplios ventanales en tres grandes ángulos, que permiten fácil visual desde la calle.

A LAS 16.43

Cuando faltaban siete minutos para clausurar el recinto bancario, arribaron tres individuos que cubrían sus rostros con bufandas provistos de revólveres.

El gerente de la agencia, Juan Carlos Rufallioni; cajero, Félix De Carlo; auxiliares Heber Emilio Errazoia y Carlos Vegchumian, y el portero Raúl Antonio Vidal, así como tres clientes y un niño de doce años que entró al local segundos más tarde solicitando cambio, fueron obligados a permanecer contra una pared, con las manos en alto.

No hubo muchas palabras. Los delincuentes, debido a su explicable nerviosismo, efectuaron involuntariamente un disparo instantes antes de ingresar al local, perforando el cristal de la puerta de entrada.

ROBAN $105.000

Los funcionarios bancarios no ofrecieron resistencia y cuando uno de los asaltantes pidió que abriesen la puerta del cofre fort, se adelantó el gerente, y lentamente -buscando perjudicar el afán de los intrusos- dejó expedito el camino, siendo retirados exactamente pesos 105.000 en billetes, que fueron depositados en un bolso color azul. En ese instante, uno de los atracadores advirtió que se acercaba un policía, seguido de otra persona. Dio la voz de alarma y los tres, sin preocuparse de desvalijar el “box” del cajero (donde había unos 90.000 pesos) se abalanzaron hacia la puerta.

Todo permite suponer que fueron los mismos bancarios que despertaron la atención del público que circulaba por la zona. Obedecieron la orden de levantar las manos, pero las movieron con el deliberado propósito de hacerse ver desde la calle y lo consiguieron. Un inspector de la empresa de ómnibus COME que conducía una camioneta vio lo que sucedía en el banco y partió veloz en búsqueda de “refuerzos”.

En Rivera y Comercio localizó al patrullero Nº 3, donde viajaban el sargento Gilberto D’Elía y el agente Tito Gómez. Un poco más adelante, ubicó al policía de facción, Luis Pereira. De la 25ª y reiteró la demanda de ayuda. Un oficial inspector, franco y de particular, que pasaba por el lugar, de nombre Wilson Silva, pudo percatarse también de lo que acontecía. Lo mismo sucedió con el sargento Nonito Vargas y el cabo Belmar Franco. Todos convergieron en dirección al banco: en contados segundos, se obtendría un éxito absoluto, desbaratándose el delito y captura de los responsables.

RECUPERAN TODO

Apenas ganada la calle, los asaltantes la emprendieron a balazos contra el policía más próximo, siendo respondido el fuego. El agente Pereira fue alcanzado en la pierna izquierda, levemente, por uno de los proyectiles, pero continuó la persecución acompañado por Da Silva. Casi 20 cápsulas detonadas que se recogieron más tarde por las inmediaciones del Banco, demuestran lo intenso del tiroteo. Los ladrones treparon al coche matrícula 240-420, color verde, y a toda velocidad escaparon, pero un disparo efectuado desde el patrullero provocó el reventón de una cubierta, y el vehículo se detuvo en Colombes y Velsen.

Sus ocupantes corrieron en distintas direcciones. Los ocupantes del patrullero, lanzándose a la calle, en contados segundos aprendieron a quien resultó ser Julio Vique, oriental, soltero, de 24 años, conocido activista de los “cañeros” procedentes de Bella Unión, que se domicilian en el campamento de Cuñapirú y Guaviyú.

Vique, fue herido de bala pero de escasa entidad en la parte anterior del cuello, era el portador del bolso con el dinero, que se recuperó íntegramente.

Otro de los asaltantes que escapó con dirección a la Rambla, fue el también “cañero” Altívar Castilla Lima, oriental, soltero, de 33 años, capturado por los funcionarios de la 25ª, Vargas y Franco, y el tercero, Nelson Santana Pérez, oriental, casado, de 23 años, con igual domicilio que los restantes, fue reducido por el lesionado agente Pereira y el oficial inspector Wilson Silva.

Conducidos a la 25ª, fueron interrogados y admitieron su delito.

Indicaron que habían actuado aceptando la invitación formulada por un desconocido, que los viera en un café de General flores y Yatay.

EL COCHE ERA ROBADO

El interrogatorio debió suspenderse momentáneamente para trasladar a Vique al Hospital Pasteur, donde también fue curado el agente Pereira. Posteriormente, los dos mejoraron, continuando en actividad el policía y reanudándose la pesquisa ante Vique y sus cómplices Santana y Castilla.

Confesaron haber robado el auto empleado para el asalto, el miércoles de tarde. El coche, es propiedad de Damiana Peña, y las chapas de la verdadera matrícula Nº 505-417, habían sido sustituidas.

A los tres fracasados asaltantes le fueron incautados un revólver “Thurus”, de procedencia brasileña, calibre 32, que usaba Vique, justamente con un cuchillo de unos 20 centímetros de hoja. Otro revólver, modelo muy anticuado, le quitaron a Castilla, y un “Ruby Extra” 38 largo, a Santana.

Al cierre de la edición proseguían las diligencias de la policía para establecer fehacientemente si existe un cuarto individuo complicado en el espectacular atraco.

Una versión involucrando a un profesional con los tres cañeros, no había sido desvirtuada esta madrugada, aunque oficialmente se asigna relativa entidad.

Diario Acción” 12 de Junio de 1964 – Pág. 6

TRES CAÑEROS ASALTANTES

Tres integrantes del campamento de cañeros de Artigas, realizaron ayer un atraco contra un Banco. Tras tirotearse dos veces con la Policía, fueron capturados, logrando fugar quien ellos señalan como el cerebro del plan. Un policía y un atracador resultaron heridos aunque no de gravedad. Se recuperaron los $ 105.000 que habían robado en la Agencia. Para cometer el asalto, utilizaron un auto robado el día anterior. La oportuna intervención de un oficial, originó la exitosa persecución.

 Sigue la mala racha para los atracadores de Bancos. Ayer, al cometer otro hecho de esa naturaleza, la Policía, alertada oportunamente por una señora, logró la detención de tres sujetos que, a punta de revólver, habían conseguido apoderarse de ciento cinco mil pesos en la agencia bancaria de Nuevo Malvín. El procedimiento fue espectacular y hubo cambio de disparos entre los funcionarios y los maleantes resultando un herido por bando, aunque en ninguno de los casos de gravedad.

LUGAR DEL HECHO

En Rivera y Arrascaeta -Jurisdicción de la Seccional 25ª- funciona una agencia del Banco de Cobranzas, que está a cargo del Gerente, Sr. Juan Carlos Rufalini, quien cuenta con la colaboración del cajero Sr. Félix de Carlo, los auxiliares Carlos Vogchumian y Heber Errasola y del portero Raúl Vidal.

Eran las 16.30 de ayer -y ya se hallaba en máquina nuestra edición anterior- cuando los nombrados funcionarios cumplían sus tareas, ajenas por completo a lo que iba a ocurrir segundos después.

El Gerente atendía en su despacho a un cliente, mientras que otros dos se hallaban en la parte destinada al público, cumpliendo trámites de orden común.

“¡ESTO ES UN ASALTO!…”

Dada la baja temperatura, la puerta de hierro y cristal que da acceso al Banco se hallaba cerrada. De pronto fue abierta bruscamente, al tiempo que sonaba un disparo de revólver y se escuchaba una voz que decía con firmeza:

– ¡Nadie se mueva! … ¡Esto es un asalto! …

El balazo disparado por uno de los tres sujetos que de inmediato entraron al local, había perforado el cristal de la puerta, en su parte baja, sin lesionar a ninguno de los que allí se hallaban.

El Gerente, Sr. Rufalini, salió de inmediato de su despacho y fue encañonado por uno de los sujetos, que ya se hallaba detrás del mostrador. Este le siguió apuntando, mientras que ordenaba a todos que se encerraran en una pequeña pieza contigua al baño del local.

Uno tras otros, los empleados, seguidos de los tres clientes, fueron entrando al lugar señalado, quedando frente a los atracadores el señor Rufalini.

En tanto que uno de los delincuentes seguía en la parte externa del mostrador, cuidando la retirada, los otros dos se dirigieron a la caja, que hicieron abrir por el señor Rufalini, apoderándose de fajos de billetes de distintos valores, hasta completar la cantidad de ciento cinco mil pesos.

* UN SUSTO MAYUSCULO

En aquellos momentos, entró al local un menor, vecino de la zona, que va frecuentemente al Banco en busca de cambio para el negocio en que trabaja. El atracador que se hallaba de guardia, apuntándole con su revólver, le intimó quedarse quieto, sufriendo el menor un fuerte shock, pese a lo cual pasó a reunirse con los que estaban encerrados en la pequeña habitación a que antes hicimos referencia.

* SE DAN A LA FUGA

Obtenido el dinero, que pusieron una parte en un bolso de los usados en los bancos y otra parte en los bolsillos de uno de los que actuaban detrás del mostrador los tres sujetos se dieron precipitadamente a la fuga, luego de recomendar a los asaltados que nada hicieran por seguirlos o dar la alarma.

En esos precisos momentos pasaba frente a la agencia un ómnibus recorrido 142, cuyos pasajeros alcanzaron a ver cuando los delincuentes salían corriendo del banco, con las armas aún en sus manos.

El chofer del ómnibus apresuró la marcha y dos cuadras más allá debió detenerse para que descendiera una señora. Esta, apenas descendida, gritó que se estaba cometiendo un asalto en el Banco de Cobranzas.

* LA PERSECUCIÓN

Estas voces de alarma fueron oídas por el Oficial Inspector de la Seccional 15ª Wilson Da Silva, quien se hallaba franco, vestido de particular, pero llevando consigo su revólver de reglamento.

Sin una vacilación, Da Silva corrió en la dirección indicada por la señora, sumándose de inmediato el agente de la Seccional 25ª, Luis Alberto Pereira, con lo que ya se emparejaban algo las fuerzas de ambos bandos.

Los policías procedieron con tanta celeridad que alcanzaron a ver a los delincuentes que corrían y que, al apercibirse de que iban a ser alcanzados, se volvieron contra los perseguidores, haciéndoles varios disparos de revólver, que fueron contestados por aquellos.

 * FUGAN EN UN AUTO

Debido a que los dos policías estaban completamente al descubierto, en un terreno baldío, ofreciendo inmejorable blanco a los delincuentes, éstos ganaron distancia, emprendiendo nuevamente veloz carrera hasta un coche Volskwagen, cuya chapa de matrícula aparecía manchada de barro, para desfigurar el número ya que el vehículo había sido robado el día anterior en jurisdicción de la misma Seccional en que actuaban los ladrones.

* EL PATRULLERO Nº 3

Pero estaba escrito que los delincuentes no se iban a salir con la suya. Porque acertó a pasar por allí el Patrullero de la Dirección de Seguridad, diferenciado con el Nro. 3, que iba a cargo del Cabo Gilberto D’Elía, quien iba acompañado del Agente Tito Gómez, los que fueron avisados por Da Silva y Pereira de lo que acababa de ocurrir.

Mientras el patrullero emprendía la persecución del coche que huía, Da Sila y Pereira seguían la persecución en una camioneta de un particular que se prestó para ello.

* LOGRAN DETENERLOS

Cuando el Volskwagen llegaba a la Plaza de los Olímpicos, uno de los disparos policiales dio en su goma trasera izquierda, haciendo que, debido a la gran velocidad, perdiera el conductor el control del volante y que el coche se subiera a la acera, quedando detenido allí.

Los delincuentes salieron cada uno por su lado, logrando fugar el que iba al volante, pero cayendo los otros tres en manos de la policía, luego de un nuevo cambio de disparos.

* HUBO DOS HERIDOS

Los delincuentes fueron finalmente apresados tras luchar cuerpo a cuerpo con los funcionarios, siendo llevados los tres a la Seccional 25ª.

Allí se comprobó que uno de ellos presentaba una herida de ala en el cuello y que el agente Pereira tenía otra herida similar en el muslo izquierdo, por lo que el delincuente pasó al Pasteur y el policía al Hospital Militar.

* LOS IDENTIFICAN

Restablecida la calma y recuperado totalmente el botín de ciento cinco mil pesos, se precedió a interrogar a los delincuentes.

Grande fue la sorpresa policial al comprobar que se trataba de tres de los llamados “cañeros de Artigas” que desde hace un tiempo se hallan acampando al costado del Palacio Legislativo, gestionando del Parlamento la expropiación de grandes extensiones de campos en Artigas para dedicarlos a la producción de caña de azúcar y remolacha azucarera.

Los detenidos resultaron ser: Julio Vique Araújo, uruguayo, soltero, de 24 años, dirigente de la agrupación de cañeros UTAA y que no hace mucho participara activamente en los incidentes ocurridos entre policías y cañeros, a raíz de los cuales resultaron varias personas de ambos bandos con lesiones. Este fue el que hubo que hospitalizar por la herida en el cuello. Otro era Nelson Santana Pérez, uruguayo, soltero, de 23 años y el tercero Ataliva Castillo Lima, uruguayo, casado, de 33 años, todos ellos residentes en el campamento de Cuñapirú y Guaviyú.

* FALTA EL “CEREBRO”

Los tres detenidos coincidieron en sus declaraciones -y sobre ello trabaja la policía- en que fueron apalabrados para cometer el atraco por un hombre al que conocieron en un despacho de bebidas de la calle Yatay, quien les dijo que ello les sería más productivo que la venta de bonos de solidaridad que ofrecen por las calles de la ciudad. Les aseguró primeramente quince mil y luego veinte mil pesos, para decidirlos, comprometiéndose a conseguir el coche para la fuga y las armas necesarias para el atraco.

Este sujeto sería el que los esperaba al volante del auto mientras asaltaban el Banco de la Avda. Rivera y Arrascaeta y que logró escapar al reventar una bala uno de los neumáticos.

* LA EXPLICACION

Al ser interrogados a fondo sobre la preparación del hecho, se ratificaron en que solamente habían querido lograr fondos para seguir subsistiendo en el campamento del Palacio Legislativo. Dijeron, además, que nadie de sus compañeros -aparte de ellos tres- sabía nada del asunto, ya que habían querido darles una sorpresa, presentándose allí con una fuerte suma que daría para solventar muchas necesidades.

La Policía, al proceder a la detención de los atracadores, logró incautarse de dos revólveres calibre 38, armas que -según ellos- les proporcionó el desconocido del café de la calle Yatay cuando ya iban para el lugar del atraco.

En el piso de la parte trasera del Volkswagen, las autoridades hallaron una botella con inflamable y una mecha, o sea uno de los llamados “coctel Molotov” sin duda preparado para arrojar dentro del banco, a fin de causar pánico. Sin embargo, la audacia de los sujetos desestimó este recurso y prefirieron hacer la operación en frío, con el resultado de que damos cuenta.

(Copia fiel de los originales)

Fuente: www.pasadoreciente.com “Museo de la Memoria del Pasado Reciente”.

Nota de la Próxima Semana: “DETUVIERON A JOSÉ “PEPE” MUJICA POR INTENTO DE ROBO.

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