CATAR VA DEJANDO MENSAJES…

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La atención del mundo por estos días está dirigida a todo lo que acontece en Catar y el Campeonato Mundial de Fútbol.

Nuestro país consiguió clasificar luego de una trabajosa eliminatoria, la esperanza futbolística nacional está presente en ese privilegiado grupo.

Este mundial ha generado una polémica desde la designación de Catar como sede de este, a la que se le han ido agregando algunas más.

Siempre hemos criticado la invasión por parte de la política o la ideología en el ámbito del deporte, sin importar cual sea este.

Hemos visto pancartas en espectáculos deportivos con mensajes claramente en estos sentidos, que lo único que han logrado es generar polémicas, enojos y nuevos campos de discusión, en asuntos que siempre son capaces de despertar pasiones, además de desdibujar el fin del propio deporte.

Catar no ha estado ajeno, cuando algunas selecciones provenientes de Europa han intentado dar su mensaje, portando identificaciones de posturas relativas a opciones sexuales, por ejemplo.

También, se han escuchado críticas sobre el propio país, relativos a las formas de trabajo y condiciones en que miles de obreros han llevado a cabo las tareas de construcción de estadios e infraestructuras necesarias para el evento.

Se han agregado, críticas sobre las condiciones de vida de las mujeres, cosa que sabemos cómo particularidad negativa de los países musulmanes, a lo que se ha ido sumando un coro siempre pronto a adherir a temas que puedan resultarles favorables a sus bajos intereses.

Existen otros canales, por los cuales se pueden hacer sentir las críticas o discrepancias, siendo uno tal vez, no concurrir al mismo evento, si tantos problemas causan a tanta gente y también renunciar a sentarse frente al televisor y amargarse con un mundial con tantas inequidades.

Alternativas estas, que no vemos que sucedan como opción para tantos críticos meticulosos.

La primera lección que rescato de lo visto hasta ahora es que no se puede subestimar a ningún rival, el exitismo o soberbia, no son buenos consejeros en estas instancias, cosa que traslado a diferentes ámbitos como reafirmación y enseñanza.

Una potencia mundial como Argentina, cosa que nadie duda por la calidad y experiencia de su plantel plagado de estrellas, sucumbió sin apelación ante un rival de un fútbol desconocido y sin destacados jugadores.

Esto, que parece tan simple referido a un partido de fútbol, se extiende en ámbitos tan complejos como los enfrentamientos bélicos, donde el catalogado como más débil, pasa a ser el vencedor sin una explicación lógica.

Desde Artigas en Las Piedras, los Orientales ante invasiones poderosas, las de portugueses o ingleses, con un puñado de patriotas con determinación, actitud, valentía, supieron derrotar y decir, ¡por acá no pasarán!

Afganistán, Vietnam, Indochina, son ejemplos contundentes, de como un rival débil, en los papeles, puede vencer al Goliat de la contienda.

Aterrizando en nuestros tiempos, digo, no subestimar a un rival tan poderoso, como el mundialismo, la globalización y demás agentes que pretenden incluir e infundir, nuevas reglas y paradigmas dirigidos a destruir nuestra Institución más importante, ¡LA FAMILIA!

Sospecho que algunos políticos y partidos ya se les han unido, creyendo que no hay otra salida, vendiendo sus principios rectores.

Catar nos proporcionó otros mensajes, en una repetición de lo que es la política o ideología mezclada al deporte, descubrimos a Alemania rindiendo su potencia y calidad, ante un rival con pocos antecedentes en lo futbolístico, pero con gran determinación y actitud para suplir esas carencias.

Alemania, para quienes tenemos algunos años viendo mundiales, nos queda aquella sensación, de una selección contundente, aguerrida, con un potencial físico envidiable, con figuras inolvidables, que tenían esa capacidad de dar vuelta o derrotar sin contemplaciones a cualquier rival.

Sin saber, que suerte tendrán de ahora en más, nos llama la atención, su preocupación, por asuntos ajenos a lo futbolístico, justo por un país tan particular, en temas polémicos, como decía mi abuelo “Alemania hablando de guerra”.

¿Estarán pagando tributo a temas del pasado, que les provocan un sentimiento de culpa?

¿Cuál es la actitud que exponen ante una inmigración musulmana en su propio país, que invade toda actividad, sin que se vea una denuncia, pese a claras violaciones a propios ciudadanos alemanes?

Otros países europeos han manifestado su preocupación, por si los colores del arco iris sí o no y demás, permítaseme, tilinguerías, que dejan traslucir un cierto y trasnochado infantilismo casi inexplicable, cuando su propio continente sufre una prolongada “invasión” de musulmanes con su cultura a cuestas.

El fútbol, no es solo garra o “huevos” como se grita hoy, se debe jugar y ser buenos en eso.

La actitud, ha sido una característica nacional en el deporte, incluyendo y destacando al fútbol, lo que ha permitido doblegar a rivales poderosos en este juego.

Así que, eso esperamos encontrar en nuestros próximos encuentros, haciendo gala de nuestra historia deportiva, como de nuestra existencia.

Catar seguirá produciendo información, fundamentalmente en lo deportivo, sin que dejemos de considerar y valorar, otras enseñanzas que no está de más tener en cuenta para entender los mensajes de Catar.

2 COMENTARIOS

    • Muchas gracias Claudia. El deporte también, si lo miramos desde otros ángulos, nos pueden aportar visiones para comprender que sucede en nuestro mundo tan conectado. Para mi gusto, nos está dando señales y debemos interpretarlas para que nuestra visión sea más amplia.
      Cordial saludo

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