CUANDO “ZUBIA” CON LUST A LA TANQUETA DE GANDINI… Por Daniel García

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Ya no es novedad, que el tema de la seguridad es parte de la campaña electoral, de la última, como de la actual, ya que Uruguay, parece no poder resolver este gran tema debidamente.

En el último gobierno cívico militar, la famosa, como denostada, doctrina de la Seguridad Nacional, pretendía hacer hincapié sobre este asunto, con la mirada profesional, de los que estudiaron sobre estos tópicos.

Intentaba poder dotar a la Nación, de herramientas de prevención, que nos brindaran protección extra, ante la inminente presencia de un mundo que auguraba nuevos conflictos, nuevas organizaciones delictivas ya de carácter internacional.

El paso del tiempo, nos fue mostrando que esas advertencias no eran en vano, que el narcotráfico unido a movimientos terroristas, con una interminable cifra de millones y millones de dólares en recursos, puede desestabilizar gobiernos, poderosos inclusive, incidir en las tomas de decisión, comprar jueces, fiscales, políticos o agentes del orden.

El  clásico discurso de la izquierda, siempre opuesto a todo aquello que signifique orden, o eventualmente represión, ha encontrado un eco “facilongo”, hasta en fuerzas supuestamente opuestas, que han terminado apoyando estas visiones.

Así fue, que la oposición a cualquier iniciativa o propuesta que hablara de Seguridad Nacional, fue recibiendo la dura crítica de un sistema político, los medios, la academia y demás agentes culturales, que fueron demoliendo aquella visión de tipo preventiva, para dejar paso a una demagogia barata, como certeramente fracasada en el tiempo.

¿Porqué decimos esto?

Porque desde el retorno a la vida democrática, “aquellos vientos, trajeron estas tempestades”, como bien reza el dicho popular, cuando las gráficas de delitos, en toda la gama, muestran que solo han aumentado, dejando un saldo actual de más de 15.000 detenidos.

La delincuencia ha evolucionado, en sus métodos, estrategias, estilos, pero sobre todo, en sus capacidades operativas, recursos económicos, medios y armas.

Esto ha ido más rápido, que la capacidad de las fuerzas del orden, la justicia y leyes, para poder dar respuesta segura y eficiente, lo que desborda y preocupa sobremanera a la población.

Así es, que el Frente Amplio y sus 15 años de gobierno, dejaron una cantidad de vulnerabilidades en varios frentes de este problema, agravando y debilitando varias de las estrategias del combate al delito.

El actual gobierno de coalición, si bien mejoró algunos aspectos, como el respaldo a la policía, la implementación de la LUC, o disminuir los índices de algunos delitos, no ha colmado plenamente todavía, por lo que el Frente Amplio, ha tomado la seguridad como un botín a usar activamente en campaña electoral.

Estamos en el tercer ministro en esa cartera, se han sucedido reuniones inter partidarias, se han elaborado propuestas y se han mechado ideas por varios actores, que intentan aportar soluciones, algunas de las cuales, parecen un tanto improvisadas, casi como manotazo de ahogado, que quieren presentarlas como soluciones tipo “express”.

Hace muy poco, los diputados Zubía y Lust, lanzan la idea de que haya presencia militar en las zonas conflictivas, que son noticia a diario, donde se suceden muertes violentas por ajustes de cuenta, tiroteos entre bandas por disputas de territorios y también muertos inocentes.

La iniciativa detalla, que haya un grupo de soldados en algunas esquinas, con un vehículo para tener una presencia de disuasión a los posibles delincuentes.

Para ello comparan, la función que cumplen militares en nuestras fronteras, donde argumentan que cumplen como una función policial, detienen vehículos, solicitan documentación, etc.

También se apoyan, en lo que sucede en Europa, donde en muchas capitales se ve la presencia de personal militar  en tareas de prevención o seguridad.

Vayamos por partes, lo que las Fuerzas Armadas realizan en zonas fronterizas, no es comparable con lo que se pretende hacer en barrios conflictivos, donde operan y viven delincuentes, con armas automáticas, dispuestos a cualquier tipo de acción criminal como hemos visto y comparar con realizar controles de ruta.

En Europa, lo que hacen, es tomar acciones preventivas y de seguridad, ante el riesgo de ataques terroristas, como también hemos visto, porque su prioridad es proteger su población, bienes, turismo, con una visión diferente, de la que aquí han cuestionado, criticado, financiado y justificado, cuando nuestros países han tomado medidas similares.

Faltaba mejorar la propuesta de los diputados y entonces el senador Gandini, agregó al eventual grupo de militares colaboradores de la policía, una tanqueta, a la que seguramente Mujica en cualquier momento, advertirá que no se pongan adelante.

En fin, uno se puede preguntar, que sucedería si en estos barrios problemáticos, con la presencia de militares, éstos son atacados, agredidos, por estas bandas que como sabemos, cortan en pedazos a sus víctimas, las prenden fuego o las acribillan con decenas de disparos, o ejecutan a un niño si eso forma parte de una venganza.

¿Cual sería la respuesta que los militares podrían dar?

¿Llamar a la policía, disparar, dejarse agredir, o que los ejecuten?

No tener certeza sobre puntos como estos, convierte a estas propuestas en un tembladeral, que pueden resultar atractivas, como una forma de mostrar una especie de “mano dura”, que muchos ciudadanos reclaman con razón, pero que dejan expuestos a estos efectivos a un vacío legal complejo y peligroso.

Del cual, el Uruguay padece y sufre consecuencias hasta hoy, por lo acontecido hace 50 años, cuando recibimos una agresión armada, financiada, pertrechada y entrenada por potencias extranjeras, cuando terroristas del MLN y el Partido Comunista intentaron tomar el poder por las armas.

Llegados al extremo como Nación, de tener que votar un Estado de Guerra Interno, se le dio responsabilidad en ese combate a las Fuerzas Armadas, quienes cumplieron en forma satisfactoria con la orden asignada por las autoridades legales de la época.

Lucha, que trajo como consecuencias, la pérdida de vidas, una profunda división en la sociedad, un quiebre institucional, detenidos, exiliados, un posterior retorno a la vida democrática, amnistías, indemnizaciones millonarias a aquellos terroristas, leyes para contemplar que no se juzgaran a quienes debieron combatir en nombre del Estado.

Resultados, fueron liberados los terroristas, cobraron y cobran indemnizaciones y pensiones que hasta son heredables, cuantiosas cifras millonarias se han destinado a esto, como hemos explicitado en notas anteriores, con datos del último libro del escritor Alvaro Alfonso (La intriga de los derechos humanos)..

Y los que tuvieron que combatir, denostados, detenidos a pesar de su ancianidad y enfermedades, sin acusación, ni condena, gracias a juzgamientos plagados de irregularidades.

Con falsas pruebas y testigos, violando toda norma del Derecho, al aplicar leyes en forma retroactiva, o no respetar la prescripción del supuesto delito después de 50 años, más no respetar los resultados de un plebiscito y un referéndum, un menú completo.

¿Cuál sería el respaldo para la actuación militar entonces?

El sistema político ha demorado 50 años en compensar económicamente y moralmente a los familiares de las víctimas, heridos, mutilados, por el terrorismo, donde se ha convencido a regañadientes, a una parte de los legisladores, para aprobar estas indemnizaciones, quedando la izquierda en contra de esto, como obviamente se sabía, demostrando lo sesgado, como inhumano, de sus supuestas convicciones humanistas .

El mismo sistema, se ha negado a votar una prisión domiciliaria, que comprendiera a los mayores de 65 años, que suavizara de alguna forma, una detención injusta, irregular, que viola todo lo establecido y que además, asegura más prisioneros políticos en breve, sin que se levanten voces, salvo alguna excepción, en un asunto al que se ignora por completo.

Un sistema político que acata mansamente, resoluciones de organismos claramente ideologizados, que imponen realizar homenajes a terroristas muertos en enfrentamientos, colocando en el banco de acusados a quienes recibieron el mandato de actuar en su combate, respaldando, actos claramente hostiles hacia las Fuerzas Armadas, no parecen ser antecedentes muy favorables.

Un sistema político, que ni siquiera, salvo algunas excepciones, se anima a participar cada 14 de abril, en homenaje y recordación de los brutales asesinatos de civiles, policías y militares a manos del terrorismo que atentó contra las instituciones a sangre y fuego.

Entonces, parece muy fácil invocar la participación de las FFAA para que resuelvan un problema, que no generaron, que no es su responsabilidad, sumar puntos para la tribuna, para que luego, con los antecedentes a la vista, todos adopten el modelo avestruz, metan la cabeza bien hondo y expongan al escarnio a las FFAA, sin asumir responsabilidades.

“Cuando “Zubía” con Lust a la tanqueta de Gandini”, tienen dos opciones, se quedan allí arriba o se bajan y colaboran con lo que hay que hacer, capacidad les sobra, se los digo con seguridad.

Daniel García

6 COMENTARIOS

  1. Excelente Daniel García! Cómo siempre desnudando situaciones difíciles con argumentos irrefutables! Lo de Lust, Gandini y Zubía, no deja de ser un parche mal sellado a una cubierta rota! Poco va a durar! Si quieren que actúen las fuerzas armadas debe ser con todo su aparato de comando, de inteligencia y de logística. Además de un marco legal que proteja a los funcionarios del Estado!

  2. Muchas gracias Raúl por el comentario. Es muy evidente que se plantean eventuales soluciones sin el debido conocimiento y tampoco asesoramiento. Como siempre sucede se piensa o recurre a las FFAA como recurso seguro de cumplir con un objetivo, pero también hay antecedentes de que si no hay un arco legal, después los responsables se olvidan y dejan librado a su suerte a estas. Consulten y atiendan a los que saben del tema.
    Cordial saludo

  3. La verdad que el tema es para analizar.
    Primero sería las vidas de jóvenes y familias que se pierden. El permiso a ejecutar de los delincuentes, sean narcos ( crimen internacional)ejerciendo pena de muerte de forma impune. Penas inútiles y reincidencia o sea protegidos por derechos. Pero no se hace nada.

    No se respeta referéndum, todo a favor del sistema socialista imponiendo el manejo de la República, a imagen y semejanza de una izquierda corrupta.

    Nos imponen un derecho y sus mecanismos perversos, y los ciudadanos que mantienen el respeto, tarde o temprano son ejecutados, o mueren o van a parar a la calle, les destruyen sus empresas y sus empleos.
    Avanza el sistema socialista autoritario.
    Decidan… una sociedad Republicana exigente, firme y fuerte o la nueva sociedad narco/delincuente ya está reinando con el apoyo de generaciones adoctrinados hacia tiranía encubierta.
    Conclusión la vida del pueblo VUELVE A LA BARBARIE Y AL » ESTADO SOY YO «-
    es monarquía y violenta, y ya se llevaron el sistema jurídico, la reforma de la fiscalía ES delincuencia funcionando, humilde opinión y seamos sinceros y honestos. Terminen con la condena a militares…es todo un daño irreparable y si de lesa humanidad, destruye familias
    Y PRODUCE y reproduce odio y destruye la cohesión social.

  4. Y LA IZQUIERDA, NO ME CORRE AL RITMO DE OJO CON LA DICTADURA…..y no tengo nada que ver con militares….ciudadana común, que sufrió Tupamaros estudiando en facultad y cerrando las puertas del recinto cuando había exámenes….y permitido por el sistema político hoy vendido o asociado a una izquierda que ha robado al estado, o sea a su pueblo….hay una lista de empresas afectadas. Los ciudadanos PAGAN Y ADEMAS LES IMPONEN MULTAS POR TRANSITAR EN PROHIBIDO Reclamar y prohibido circular

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