DIVERSIDAD ERA LA DE ANTES, AHORA SON UN COMITÉ. Por Marcelo Martín Olivera

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Los irlandeses dicen que al final de cada arcoíris hay un duende que cuida una olla llena de monedas de oro. Salvando las diferencias, en Uruguay tenemos un arcoíris que al terminar tiene una banda de enanos morales custodiando una una olla llena de monedas de oro.

El viernes se celebró otra edición de la Marcha de la diversidad, marcha que nos deja pegados a quienes no comulgamos con el sacrosanto arcoíris. Lamentablemente desde el 2020 vemos que con el cambio de gobierno las consignas, la virulencia y la exhibición de sus intenciones se hacen evidentes.

Recordemos un poco. En mitad de una pandemia que obligó a retrasar el calendario electoral para evitar contagios el gran aporte de los colectivos LGBT fue organizar una marcha al grito de “Orgullo es luchar” y por primera vez fue rodeado el Palacio Legislativo con la excusa de que Avenida Libertador tenía más espacio y garantizaba el distanciamiento social necesario para evitar un aumento en los contagios por COVID 19. La realidad es que fue una clara manifestación política ya que se hizo presente la actual Intendente de Montevideo Carolina Cosse, que en ese entonces era candidata a la comuna capitalina. Esto hizo que la marcha fuera un claro mitin electoral en plena veda. Fue una burla al sistema electoral, a la población que respetaba los lineamientos del MSP, una cachetada a la cantidad de personas sin empleo y que perdieron sus pequeños negocios. Eso sin hablar de la falta de consideración con el personal de salud, los enfermos, los fallecidos y sus familias.

En el 2021 la cosa no fue muy distinta, hasta la consigna estuvo muy a tono con el relato que se pretendía instalar, “Estado ausente, nuestra lucha presente». Es obvio y lógico que la consigna mezcla distintos intereses que no representan a todos los homosexuales, pero no podemos decir que la izquierda vernácula “se aprovecha”, el mismo movimiento LGBT se lo permite a un módico precio. Además la marcha de ese año no estaba autorizada desde la IMM ¿Motivo? El más lógico de todos, el trabajo fino de la militancia lo venía haciendo el PIT-CNT con sus militantes para derogar 135 artículos de la LUC. Los colectivos LGBT no eran necesarios ni funcionales al show y por lo tanto los pasaron a cuarteles de invierno por una temporada.

Así llegamos al 2022 con la consigna «Las calles son nuestras, el Estado tiene que dar respuestas» ¿A qué tiene que dar respuestas el Estado? Si seguimos la repartija vemos que los sindicatos son los dueños de los muros y ustedes de las calles ¿De dónde sacan esas atribuciones? Llámenme retrógrado pero a mí me enseñaron que el respeto no se pide ni se reclama, el respeto se gana.

El discurso de este año estuvo plagado de incoherencias desde el vamos, primero dijeron que se autogestionan, que son independientes pero a los 5 minutos agradecen a los sindicatos que apoyaron la movilización e hicieron posible la gran fiesta de la diversidad por medio de la militancia. A mí no me queda claro del todo.

Además, se despacharon abiertamente contra la Tenencia compartida haciendo foco en las denuncias (muchas veces falsas) que catalogan a los hombres de violentos y contra la Reforma educativa. En este punto decidieron acompañar abiertamente la lucha de los gremios y se solidarizaron con los ocupantes de los institutos «contra una propuesta que privatiza la educación pública (…) y con escaso contenido pedagógico». Llegaron a catalogar de «recorte a la libertad de cátedra» el no poder usar lenguaje inclusivo en los salones de clases dándoles el título de «censura conservadora».

¿Soy solo yo o esto parece sacado de un Comité de base y nada tiene que ver con los homosexuales?

Eso sí, la gran ausencia de la noche fue la memoria a Michelle Suárez. Si, la primer Senadora trans del Uruguay, si esa misma condenada por falsificación de firmas. La misma que ELLOS mismos embanderaron cómo «defensora de los derechos» y lo fue claramente. Pero llegado el momento ninguno de los que se iba a sacar fotos «en las buenas» se dió por enterado «en las malas» y cuando le tocó partir de este mundo no fueron capaces de dejarle una flor en el féretro. No la estoy reivindicando, la muerte no santifica a nadie, pero ahí podemos ver la hipocresía y la falta de códigos que maneja esta gente.

Llegado este punto es necesario que les diga algunas cosas, soy uruguayo, cumplo con mis impuestos y trabajo por este país. Me gane mis lugares con respeto, tengo mi nombre bien conceptuado en lugares que muchos integrantes de colectivos ni siquiera se imaginan que existen. Tengo la dignidad necesaria para mirarlos de frente, levantar mi dedo acusador y decirles que este tipo de movimientos no representan a todos los gays, que no todos los gays andamos bajo una bandera y es inaceptable que la sexualidad se use como ariete para obtener logros que otros consiguen con esfuerzo.

Y si en respuesta al uso adecuado de mi libertad de expresión, estos paladines de la moralina hacer un resumen de mi árbol genealógico, los espero con gusto. Amén de mi intimidad, soy un hombre.

7 COMENTARIOS

  1. Hace años que dejé de ir a las marchas por el grado de politización al que rápidamente fue llegando y que el colectivo, ya sea consciente o inocentemente permitió. No me siento identificado en ningún aspecto por estos grupos ni por sus consignas. Los espacios se ganan con trabajo, respeto y bajo perfil. Mi elección sexual es muy mía. No condiciona mi vida ni mi relación con el resto. La imagen que se muestra en las marchas es de los trans y travestís en primera fila, cómo si fueran una foto del mundo gay.

  2. Coincido con el comentario de más arriba, se ha retorcido el concepto de «Pride» llevandolo al límite de lo comercial y lo político partidario.
    Encontré la columna mediante Twitter y vi que dos personas atacaron al autor usando la palabra de 4 letras. Dejan en claro que no les molesta con quién se acuesta sino que sea votante de la derecha y coherente con sus dichos.
    Hace tiempo que sigo las columnas y por lo que he leído es la palabra más que autorizada para hablar del tema orgullo, solo un homosexual sabe lo que se vive en el ambiente y no son precisamente rosas.
    Hay que ser muy valiente y tener «aquellos» bien puestos para salir con un artículo como este.

  3. Hasta con capturas de pantalla y todo, ya nos tiene acostumbrados a la excelencia pero hoy es otro nivel.

    Otro relato más que se viene al suelo y ConTexto da el espacio para la expresión ¡Viva la prensa independiente!

  4. ¡Pero que bajada de máscara! Me vino por tuiter la publicación y pensé que era un ataque grosero, hasta que ví algunos comentarios de trolls y ahí no me aguante.
    Elegancia la de Francia para dejarlos recontra escrachados, con razón les salta el bicho totalitario que llevan adentro a algunos sectarios.
    Alguien se los tenía que decir y frenarles la pavada.

  5. Excelente, felicitaciones. Pone en palabras lo que hace mucho vengo pensando. Lo que me parece peor de todo esto, es que termina generando en vastos sectores de la población rechazo hacia las reivindicaciones, por la forma virulenta, grosera y autoritaria en que las hacen, denostando cualquier matiz de pensamiento.

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