HOLA, HOLA, SR. PRESIDENTE… Por Daniel García

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Me imagino poder tener una comunicación telefónica con el Sr. presidente de la República, algo que muchos compatriotas tal vez quisiéramos hacer, donde los asuntos de esas llamadas serían tan variados como personas estuviéramos considerando, como la imaginación es fértil, voy a hablar con el ahora.

Algunos pedirían trabajo, igualdad, libertad, otros una mejora en su ingreso, algunos estarían preocupados por el atraso cambiario, otros seguramente pedirían rebaja de impuestos para los negocios de pequeña escala, sobre todo en lo que respecta a aportes, unos cuantos se sacarían las ganas de decirle cosas no muy amables ni demasiado bonitas.

En fin, la lista podría ser muy extensa, por eso me vino a la mente, algo más acotado, sobre qué cosa hablaría en esa imaginaria comunicación.

Podría referirme a tantas cosas que sentimos han quedado en él debe, en aquel debe de lo que atentamente leímos o escuchamos en campaña electoral y que como a muchos, nos sedujo a votar a ese muchacho que podía hacer la bandera en las columnas del alumbrado, en un derroche de habilidad física y energía.

Porque luego de quince años de gobierno de izquierda, se imponía un cambio urgente para salir de tanto despilfarro, chabacanería, deterioro en costumbres, valores y exaltación de lo opuesto, o sea de anti valores, que se imponía y merecía una vuelta al buen sentido, al republicanismo y el respeto del otro.

Porque se despertó la esperanza, de que una fuerza joven, pujante, fresca, que pudiera conducir la Nación por caminos menos espinosos, contando además con el apoyo de una nueva realidad política a través de la llamada Coalición Republicana, con figuras que eran garantía de equilibrio y atención de los justos reclamos.

Tal vez, acercándonos a un acomodamiento de las fuerzas, donde respetando estilos y esencias propias de cada una, la unión de voluntades democráticas, lograra ser una alternativa válida para los votantes, moderna y efectiva.

Era hora de poner orden, cortar el acomodo y el crecimiento de la plantilla gubernamental, sanear las cuentas del estado, resumido en la famosa frase “se acabo el recreo”.

Acontecimientos que sacudieron el planeta, como el caso de la pandemia, torcieron algunos objetivos trazados inicialmente, es verdad, desviando la atención, el esfuerzo y muchos recursos, la coalición funcionó y fuimos ejemplo en la región y el mundo, bien hecho.

Son las vicisitudes que a veces a los gobiernos les toca enfrentar, hoy todos creemos, o la mayoría, que fue sorteado en forma muy aceptable, pese a todas las acciones que el binomio frente amplio – pit cnt estableció como estrategia del “palo en la rueda”.

No podemos olvidar, estimado presidente, que enfrente de la coalición tenemos un rival muy poderoso, especialista en ser oposición y en mover tantas voluntades, para que el ruido y distorsión que produce no pase nunca desapercibido.

Son decenas y cientos de psicólogos y sociólogos al servicio de la causa neo castrista liderada hoy por el grupo de Puebla en el ámbito continental.

Eso y mucho dinero proveniente de salarios compañeros, buenas inversiones, empresas amigas y otras yerbas montevideanas y canarias, sin olvidarme de las tupa bandas, claro. 

Haber perdido las elecciones a mano de este nuevo experimento llamado Coalición, no ha dejado de generar turbulencias en su interna, como también en sus conocidos aliados y socios, vestidos con ropa sindical, que no aceptaron la derrota y se propusieron no dejar gobernar.

No es digno de republicanos, pero es esperable de patoteros y marxistas. El respeto y el decoro escasean en tiendas de Pereira y del Pacha, hasta hacen un contrapunto entre ellos, para acaparar la noticia.

Por tanto, su estrategia, que además anunciaron, ha sido oponerse, trancar, distorsionar, movilizar a sus obedientes seguidores en toda instancia que se les convocara y así han operado, contra leyes, propuestas y demás acciones.

Podría seguir enumerando situaciones, hechos y demás, que usted conoce, Sr presidente y seguramente sufre una y otra vez, por parte de quienes no demuestran voluntad de cambiar o asimilarse a los tiempos democráticos, ya que operan en clave de caos.

Quiero aprovechar esta instancia de comunicación que usted me da, para hacer foco sobre algo que hace mucho tiempo debería de haber finalizado, que no toma la atención debida de las autoridades y que es un bochorno para el país que se jacta de ser ampliamente democrático y respetuoso de las libertades.

Podría coincidir en parte, si no fuera porque hay una parte, que está fuera del alcance de esta sentencia.

Me quiero referir a la situación de los llamados “presos políticos” , no a aquellos que pertenecieron a los grupos armados que intentaron tomar el poder, que usurparon una denominación falsa para acogerse a beneficios en los tribunales internacionales, a esos no me refiero.

Estos, para mí, solo fueron terroristas que sembraron muerte y caos en el pacífico y aletargado Uruguay, al igual que en otros países de la región, bajo el amparo y cobijo de una revolución castro  bolchevique en el mundo de la llamada “Guerra Fría”.

Apunto, en cambio Sr presidente,  a aquellos servidores públicos, policías y militares, convocados por las autoridades y el poder de la época, a dar combate en la declarada “guerra interna” según resolución  del parlamento nacional del momento.

El viernes 22 de setiembre, en una noche gélida, convocados al pie del Monumento a Artigas y frente a la sede donde usted ejerce la presidencia, nos reunimos cientos de personas, para hacer un acto de apoyo a quienes se encuentran detenidos injustamente en plena época democrática.

Se leyeron varias proclamas, se repasó en forma más que detallada los acontecimientos que condujeron a esta situación, como también se denunciaron, las irregularidades que se han cometido por actores políticos y vinculados a la justicia que no podemos dejar pasar.

Parecería, que, en una especie de acuerdo, los actores del sistema político como todos los medios de comunicación, se han empeñado en ahogar esta noticia que ha pasado olímpicamente desapercibida sin una sola mención.

La hegemonía cultural de los medios de comunicación masiva pone el foco donde conviene a sus intereses. Los presos políticos uruguayos no les interesan a los medios, ni a quienes los auspician.

Todo es noticia hoy en día, los medios se ocupan de cualquier manifestación, convocatoria por mínima que sea, desde como, las plazas carecen de papeleras   y los vecinos no tienen donde dejar el popó de sus mascotas, hasta los cinco que cortan la ruta debido a alguna protesta, o el día del perro salchicha, por decir algo.

Pero a pocos parece importar, que viejos soldados que hace cincuenta años se sacrificaron para que el accionar terrorista no nos convirtiera en otra Cuba o Venezuela, hoy estén detenidos, sin pruebas y dando cumplimento a los caprichos de un fiscal que procede con todo tipo de irregularidades, lo que parece no ser algo que destaque atención ni interés.

No voy a ahondar en consideraciones jurídicas ni de procedimientos, los que son ampliamente desarrollados en la nota que se le hizo llegar, presentada en la recepción de presidencia.

Para esta democracia, de la que tanto nos jactamos, alabamos y ensalzamos, no parece ser esta situación, la que la deje bien parada ni representada, cuando se han violentado elementales principios del Derecho Universal.

La no retroactividad de la ley penal, causas que ya son consideradas cosa juzgada o delitos que han prescrito, por nombrar solo titulares.

Cuando estamos conviviendo con este bochorno, violador de la más elemental justicia, sin que nadie intente mover un dedo, no parece ser un modelo democrático a destacar, Sr. presidente.

Nos consta, que hace un tiempo otros ciudadanos se entrevistaron con usted en un sentido similar a este, intercediendo para que con sus buenos oficios encabezara una gestión con el objetivo de poner fin a este injusto atropello.

Parecería que el mismo no ha tenido, siquiera respuesta, lo que no es una señal para nada positiva.

Aguardamos con expectativa una respuesta en este caso, ya que familias enteras, sufren una situación lamentable, esperan la acción reparadora y más que avalada, por dos pronunciamientos de la ciudadanía que ordenó con su voto dar vuelta la página. ¿Qué más se necesita?

Los soldados, esos que lo custodian cada día, o lo acompañan a todos los lugares que concurre y que responden en voz alta y clara cuando los saluda, son herederos de nuestro General, están acostumbrados a ser respetuosos, fieles, así como feroces en el combate si se les convoca, con una rica historia que lo certifica.

Los soldados de hoy son de otra generación, pero son tan fieles como aquellos y darían su vida si la suya estuviera en riesgo, sin imaginar que están solos en su actuación, que usted duerme a la sombra de una misma bandera, pero permite un tratamiento desigual para algunos predecesores.

Aquí hablamos de esos soldados, ahora presos porque fueron respetuosos, fieles, pero más que nada fieros, a la hora de cumplir la orden que recibieron, donde estaba en juego, nada más ni nada menos, que la libertad de esta tierra y es eso, tan simple o complejo, lo que se reclama y respetuosamente le digo.

Cierre esto Sr. presidente, encabece las gestiones que ayuden a poner en libertad a estos viejos soldados, como se le solicitó en la nota presentada, por respeto a la memoria de las mejores tradiciones entre orientales cuando finalizaron sus contiendas, cosa que nuestra historia certifica.

Usted sabe bien, porque es hombre de leyes, que lo que le exponemos es de estricta justicia y esos hombres no merecen estar en una cárcel en democracia, es una mancha muy visible, por más que se quiera ocultar, deben volver a sus hogares, Sr. presidente, es lo que quería decirle en esta llamada.

Gracias por atendernos…

Daniel García

11 COMENTARIOS

  1. Excelente nota ! Objetiva y actual. Sacando a la luz lo que ciertos poderes pretenden esconder. Felicitaciones querido amigo! A continuar la lucha!!!

  2. La Verdad no está escondida …a la Verdad la tapan los jirones de una Voluntad Política decadente….
    Gracias por la nota siempre claro y accesible.

    • Muchas gracias Claudia. En la voluntad del sistema político radica que este capítulo se pueda cerrar. La misma que pusieron para una amplia y generosa amnistía para quienes atropellaron las instituciones.
      Cordial saludo

  3. Totalmente de acuerdo, los defensores de la Patria que cumplen injustas penas de prision hace tantos años mientras que los que le ocasionaron al país un daño irreparable están disfrutando beneficios y jubilaciones que heredarán sus descendientes decretadas por el injusto proceder del pte.Vazquez, con el pretexto de desaparecidos muchos de ellos viviendo en Europa. Es urgente hacer justicia y reparar esa situación.

    • Muchas gracias Sr. Luis, es una situación de suma injusticia que no nos cansaremos de denunciar. El sistema político es culpable de no poner fin a esto Lo de las pensiones heredables no resiste análisis posible, pero falta coraje para su derogación.
      Cordial saludo

  4. No hace mucho cuando pregunté a un allegado al Presidente por los motivos de esta, para mi, tan incomprensible actitud, me respondió que mi voto estaba cautivo y él debía conquistar a los otros… pienso que no solo na va a conquistar a nadie, sino que además podría generar una reacción sorpresiva… es solo que aparezca un Milei!

    • Muchas gracias Humberto. La soberbia nunca es buena consejera y creer que estamos atados a la pata de la cama puede ser un grave error. Un Milei sería una revolución en el sistema político y seguro obligaría a cambiar varios discursos.
      Cordial saludo

  5. Muchas gracias por tan clara y respetuosa “comunicación telefónica” con quien ocupa la máxima jerarquía, en quién creímos cíegamente, dado su actuación como “oposición”,su trayectoria política y sus promesas de campaña. Lamentablemente el Presidente que nos representa tan bien fuera del país NO ES EL QUE TENEMOS en nuestra frontera. Como SOLDADO, confío y creo en el SUPERIOR. Lamentablemente quién nos gobierno es apenas “un Caudillo”

    • Muchas gracias Cnel Balbi, aprecio sus comentarios y los comparto. Hemos reclamado en alguna nota anterior, la energía y determinación del presidente cuando expone en el exterior y como cambia su postura cuando son temas domésticos. No percibir que esa actitud es la que se reclama en los asuntos nacionales, es un error que puede ser caro. Las apetencias personales en política a veces desvían de la actitud de servicio. y todo queda reducido al «caudillo» nada más, como bien describe.
      Cordial saludo

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